La clásica novela corta de navidad de Charles Dickens donde nos muestra la belleza de la navidad y la belleza actualmente escondida de los hombres, donde la mas malvada criatura nos hace ver que cualquiera puede cambiar sin importan cuan mala haya s...
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La Navidad es la época más hermosa de todo el año. No solo por los lindos regalos que reciben los niños con la ilusión de arrebatar el papel ferozmente y ver su contenido esperando algún juguete, los adornos también eran signo de emoción y ni hablar de la comida deliciosa que hacen las amas de casa en todo el mundo, es igual, la llamada época de engordar debido a dicho acto, pero en la mejor de las épocas es una buena forma de recordar que aún podemos saborear los alimentos que tal vez muchos enfermos o difuntos no pueden ingerir. El azúcar era causa de muchas enfermedades.
El color rojo era el color dominante para la época en casi todos los negocios de las ciudades. En otras materias, es considerado símbolo de pasión y amor. En navidad hay amor y hay mucha bondad que se desborda de cada pequeño hogar, la única época del año en dónde recordamos que somos humanos y la única etapa de la vida en dónde si estamos dispuestos a ayudar al resto del mundo.
¿Por qué no ayudar a los necesitados todo el año?
¿Por qué solo recordamos que somos buenos cuando nos llega el olor a pavo recién horneado?
¿Por qué somos la especie más inteligente y ser también la más tonta?
En fin dejando de lado las verdades, también existen los caramelos en forma de bastón rojos y blancos como símbolos de esta fiesta. Representa el dulce que nace en cada hogar de familias ya sean grandes o pequeñas, no importa que tan grande sea o que tan poco espacio tengan para vivir, si se aman no siempre habría navidad perfecta. No podemos dejar de mencionar el típico Santa Claus que entrega regalos a los niños del mundo en una sola noche, aquel titán feroz enrojecido y robusto que coge las galletas de los niños junto al árbol como un aperitivo durante su viaje sabiendo que son dejadas con la intención de agradecer sus obsequios.
¿Solo en esa época se les ocurre agradecer a quienes les dan obsequios?
Los trajes peludos y rojos imitando el peculiar atuendo del hombre rojo seria un pecado no incluirlos en nuestra lista, aquellas celebridades que hacían espectáculos con dicho tema para ambientar su nación no faltaban en ningún lugar del mundo, en ninguna agencia de música... Por lo regular el artista solista o grupo más popular hacía el show para tener los ojos del mundo.
Pero en la agencia de Jennie Kim, jamás se hacía un especial de navidad sincero... Al menos no por parte de su solista más exitosa y escuchada del mundo asiático.
Ahí estaba, podían ver con claridad a Jennie resaltando en el escenario su cabello castaño ondulado, con un gorrito navideño y un vestido a juego disfrazándola de la hija de Santa Claus sexy, se ganaba los aplausos y los gritos de ovación de sus miles de fans asiáticos en aquella cadena televisiva en horario estelar dónde se preparaban para la celebración más aclamada por todos. La más costosa y la más colorida.
Al ritmo de Jingle Bells su cuerpo se movía de forma sexy y de su boca salían las palabras inglesas para interpretar tan famosa canción. Todo el personal del set se mantenía bien atento a sus movimientos así como las cámaras solo tenían un punto de visión y ese era ella bailando con sus tres bailarinas de auxilio. Sonriente, hermosa, sexy, dulce e inocente mujer de ojos rasgados.