El departamento de Reyna era cálido. Me sentía seguro ahí dentro.
Era bastante pequeño, entendible, considerando que se trata de un espacio dirigido a albergar a una sola persona; pero 2 no se sentía multitud, era íntimo. Recuerdos nítidos de aquellas maravillosas vacaciones con mi madre en la playa. invaden mi mente. Una fuerte nostalgia golpeó mi pecho.
- Ten. - me ofreció una taza de té.
- Gracias. - agradecí mientras recibía la taza.
Ella se acomodó enfrente mío, apoyando su espalda en mi pecho. Yo la abracé sosteniendo la taza con ambas manos.
- Sobre la misión de mañana... - el ambiente se oscureció. - Sé que no quieres ir, pero no podemos negarnos a la voluntad de los dioses.
Una vena explotó en mi frente.
- Si no podemos negarnos a su dictadura, ¿qué los hace diferentes a los Titanes? ¿Por qué ellos son los "buenos"? - estaba irritado.
- Ellos no son los buenos, Perseus. Son los dioses. No son perfectos, para nada. Pero los Titanes son mucho peores. En su mente solo existe tiranía y destrucción, detestan todo lo que nos representa.
- ¿Y qué nos representa? ¿Los dioses? Obviamente nos detestarán. Los titanes gobernaban el mundo, llego Zeus y les arrebató el trono. Los semidioses hemos apoyado al bando de los dioses desde siempre. Nunca hemos experimentado la era de los titanes, ¿y si todo es solo otra mentira de los Dioses? ¿y si hemos estado en el bando equivocado todo este tiempo? ¿y si...
Ella sostuvo con fuerza mi ante brazo. No podía ver su rostro, pero lograba imaginarlo.
Me callé de inmediato.
- Tu odio a los dioses es comprensible. Pero tu apoyo a los titanes es injustificado. No necesitas tomar un bando, Perseus. Dioses o Titanes, no necesitas ver a uno como los buenos y otros como los malos. Tienes que pensar con la cabeza fría: ¿qué te es más conveniente?
Ir al mar.
Esconderme entre las olas.
Nadar en el infinito mar sin miedo a nada.
- Si es el mar, entonces ve. - interrumpió mis pensamientos que leyó con perfectitud.
- No... No puedo ir al mar.
¿Por qué no?
- ¿Por qué no? - preguntó ella. - ¿Es por tus amigos? ¿Es por tu deber? ¿Es porque tienes miedo?
- ¡Es por ti! - interrumpí. - ¡Obviamente es por ti! ¿Cómo... cómo podría dejarte sola contra todo esto?
Para este momento ella ya se había puesto de pie, nos encontrábamos cara a cara, su rostro era un collage de expresiones: ternura, resentimiento, miedo, disgusto y mil más que no sabría nombrar.
- ¡No! no puedes decir eso ¡No! Si no... - respiró un poco. - Si no, ¿qué me haría diferente a ella?
Sentí mi pecho agrietarse.
Tragué saliva.
- Ella... Annabeth era la razón de que tuvieras que vivir todo esto, es por ella que nunca pudiste ser feliz, guerras, muertes, cargas, dolores ¡todo! Pero ella no era consciente de ello. Yo si lo soy. Sé que si permanezco a tu lado solo seré una...
- No. - salté a abrazarla. - No te dejaré decir eso. No lo eres, ni lo serás.
Apreté con mayor fuerza.
- Reyna, en estos últimos días, me has apoyado como nunca nadie lo ha hecho. Me diste valor, me diste coraje, un motivo ¡y todo se sintió real! Por primera vez en muchos años, algo en mi vida se siente real, Reyna. - podía sentir las lágrimas recorrer mis mejillas. - Por fin... Siento que estoy vivo; no simplemente no muerto.
ESTÁS LEYENDO
Fragmentación Temporal | Percy Jackson + Harry Potter
FanficLos semidioses están en un momento de alta tensión. Griegos y romanos cara a cara por primera vez. Los griegos venían en paz. Pero los romanos esperaban la orden de desenfundar. No fue hasta que su actual y recién nombrado pretor diera un paso ade...