~Aquí Aparece mi Bendición~

Capítulo 4

-----------Flashback------------
-Cloe ella es Lisa, la sobrina de mi jefe-me dijo Zack un día que fui a dejarle su almuerzo a su oficina.
-hola mucho gusto-contesto es una chica muy linda, debe tener mi edad o casi.
-mucho gusto Cloe, eres muy bonita- me dice ella en tono despreocupado.
-muchas gracias lo mismo digo-contesto
-bueno-dice Zack soltándose el cuello de la camisa- yo debo salir un momento antes de comer, te acompaño al auto querida?
-por supuesto, bueno Lisa, fue un placer conocerte-digo estrechándole la mano nuevamente, pero ella me sorprende con un cálido abrazo, lo que me sorprende un poco.
Cuando vamos camino a la salida me soy media vuelta.
-Lisa?-ella se gira y me mira
-no tengo muchas amigas por aquí, te gustaría tomar un café o una copa algún día en nuestro departamento?
-claro cuando quieras, avísame a través de Zack o llámame a mi celular –se acerca a mí y me entrega una tarjeta con su número.
-claro te llamare- me dirijo con Zack a la salida.
-----------Fin Flashback-----------------
-Zorra- digo e inmediatamente me tapo la boca, miro hacia los lados, pero por suerte nadie está pendiente de mí, con esta nueva información me dirijo a mi casa, es mi primer día en mis nuevos trabajos, y ya no estoy con ese maldito infiel, así que decido dejarlo atrás.
Imposible, después de pasar una hora dando vueltas en la cama asumo que no podre dormir, no puedo creer que Lisa me hiciera algo así, pero lo más probable es que cuando nos conocimos ella ya estuviera enredada con Zack, pero si era así, que ganaba con hacerse mi amiga?, saber cómo llevaba las cosas con Zack?, si pensaba dejarme por ella?, bueno al final se salió con la suya y yo me quede aquí sola. 
A la mañana siguiente después de haber dormido una máxima de dos horas, me dirijo en modo Zombi y con un hambre imposible, así que me detengo en una pastelería y compro algunas galletas y un pastel. Cuando llego al Salón Soraya una de las masajistas se para frente a mí.
-Querida, pero que te paso acaso te atropello un camión?-llevándome a una silla cercana
-Lo siento, sé que no es la mejor cara para trabajar en un Salón de belleza de prestigio, pero solo he dormido dos horas
-Hay amor, ese otro trabajo tuyo te va a matar, y eso que solo llevas un día querida-me dice Paul acercándose y besándome ambas mejillas a modo de saludo.
-No es eso, el trabajo estuvo bien son otras cosas las que no me dejan dormir-digo desanimada.
-Pues cuenta niña, sé que no nos conocemos nadita, pero no siempre será así.-Dice Ben
-Creo que es algo demasiado deprimente para esta hora de la mañana-dice Pink- déjenla respirar, si tuvo una mala noche lo último que querrá será seguir pensando en lo mismo, al menos esperemos hasta a la hora de comer. Denle un rato para distraerse.
Y con eso todos nos levantamos a trabajar, la mañana paso casi volando entre atención a clientes y organización de agenda, para la hora de almuerzo Ben hizo lo impensable y cerro para que todos comiéramos juntos, obviamente con la intención de que todos estuvieran presentes para mi hora de cuentacuentos.
-Bueno chica., de esta no te escapas, ayer eras todo un sol, y hoy eres…no lo sé, una nube negra.
La siguiente media hora la pase contando hasta el más escabroso detalle de mi relación con Zack, hasta lo que paso anoche, se que quizá no era lo correcto contarle todo esto a personas que conozco desde ayer, pero por el momento no tengo a nadie con quien hablar, y se han mostrado preocupados, creo que es lo más cercano a amigos que tengo por el momento.
-Ese es un maldito Perro infiel-dijo Paul indignado
-lo sé, estabas enamorada, pero cómo pudiste dejar tus estudios por seguir a un corredor de bienes raíces. Eso es no pensar.-Dice Pink
-ay cariño, Creo que tus padres son un poco intensos.-Soraya decía agitando las manos
-Los padres no son problemas, muchos podemos vivir sin ellos, no te apures. Te entiendo-dice Ben
-tus padres también están enojados contigo?-digo confundida
-oh linda, si supieras quienes son mis padres te morirías, pero no los nombro, ellos no formas parte de mi vida ni yo de la de ellos hace muchos años, de hecho desde hace unos diez años, viven en la cuidad, siguen con su vida, pero no podemos coexistir en un mismo ambiente. Y créeme que no me molesta en lo mas mínimo, si ellos no me aceptan yo tampoco los acepto a ellos, punto.