XXIX

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-Estoy preocupado, Alexis...- miro asustada hacia la puerta. Sin ninguna otra alternativa escondo el papel en mi pecho. Coloco una de mis manos en mi cabeza, simulando mi mareo-...princesa - Escucho los pasos de los dos. Michael es el primero que llega a mi. Siento su manos en mi hombros, hacen que me mueva para quedar frente a él, se agacha y toma mi rostro.- Te llevaremos a la habitación, ¿okey?

Asiento.

Toma mis manos y me ayuda a levantarme. Con disimulo lo observo, su rostro se encuentra muy preocupado; casi quiero reír, ¿cómo puede estar así de preocupado por un simple mareo fingido? Cuando me golpeó y me vio llorar no se veía tan preocupado, sus rostro no se veía desesperado, porque según él, yo me lo había buscado. Trato de controlar mi respiración, la rabia comienza a invadirme, pero necesito controlarme, no puedo dejarme llevar por mis emociones.

-Creo que esto fue una mala idea -susurra mientras coloca mi brazo alrededor de sus hombros para que pueda apoyarme en él. Alexis se acerca para recoger las cosas de la mesa, su cabeza se mantiene baja en todo momento -...lo mejor es que no salgas.

Alzo mi rostro y lo miro.

-No...no es para tanto Michael...- me observa serio- es un simple mareo...ya estoy bien...

-Es la primera vez que te vi de esa manera- deja de mirarme, su vista pasa al frente -No quiero que nada te pase...llamaré un médico para que te revise.

-Esta bien...-contesto primero- si el médico dice que todo está bien, podré salir ¿verdad?

Lo miro expectante mientras seguimos caminando. No contesta.

-Michael...

-Cuidare de ti, no te preocupes.

Eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es que quede encerrada en esa habitación de nuevo. Lo que me preocupa es que no pueda inspeccionar el lugar para grabarlo en mi memoria, lo que me preocupa es que cuando tenga que huir, no sepa a donde ir.

A pesar de que he visitado este lugar muchas veces, es lógico que no puedo salir por la puerta de enfrente y de alguna manera tenía la esperanza que él me dejara un poco más de libertad.

No he jugado bien mis cartas.

Trato de detener a Michael de ir a la habitación, lo miro para tratar de decirle algo, pero no me presta atención. Hago todo lo posible para detener nuestra caminata.

-¡Michael! - exclamo de sorpresa. Toma mis piernas y me carga como si fuera una novia. Mi garganta se aprieta al imaginarme esa situación.

Decido dejar de luchar y quedarme tranquila en sus brazos, no vale la pena hablarle en estos momentos. Es preferible que siga con mi mentira un poco, o mejor me las ingenio para hacer otra cosas , o...la verdad ya no se ni que hacer. Solo quiero huir, escapar, cerrar mis ojos y no despertar.

Me recuesto en el pecho de Michael.

No se porque lo hago.

Él acaricia mi cabello lentamente, mientras cierro mis ojos. Las ideas se acaban, mi última esperanza es lo que sea que Esteban tenga en mente, no lo conozco, no debería confiar, pero si va ayudarme, si es la única manera de salir, no hay otra opción.

Cierro mi ojos al escuchar el sonido de la puerta siendo abierta, no quiero comerme la cabeza, pero no puedo evitar pensar en el pequeño momento de "libertad" que tuve y en el mísero respiro que tuve. A pesar que seguía en el edificio, se sintió muy bien haber tenido la oportunidad de ver otra cosas que no fueran las cuatros paredes en la que ahora me encuentro nuevamente.

Abro mis ojos al sentir el contacto de la cama en mis piernas, elevo mi rostro para mirar a Michael seriamente, él me mira de la misma manera, algo debe estar rondando por su cabeza. Luego veo a Alexis, ella entra con las cosas de la "cita" en su brazos, camina completamente en silencio, coloca todo sobre la mesita frente al sofá.

ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora