El día estaba gris, había llovido hace unas horas y ahora estaban todos en la cabaña. Leah tocó la puerta y Matthew la abrió, en ese momento un gran viento invadió el espacio hasta que se cerró la puerta.
-¿Dónde estabas?- Clarisse se levanta del asiento.
-ConnieHill.- Responde Leah dejando su bolso en la mesa al lado de una cocina.
-Claro, tenías que ir a buscar a tu Jeremy, ¿no crees que ya te hizo suficiente como para que lo sigas buscando?- Clarisse voltea sus ojos y se sienta.
-¿Jeremy? - Matthew pregunta con sus labios a Charles y se miran extrañados.
-La última vez que lo vi estaba hablando con Laurie, fui a preguntar que era lo que sabía. Me dijo que le preguntara a Nate. Al parecer nunca lo dejó.
En ese momento Clarisse cambia su cara.
-Oh, entonces hay que hablar con Nate. Pero primero escucha lo que Matthew tiene que decir.- Matthew no es capaz de mirar a Leah a los ojos aún se sentía culpable por lo que había sucedido hace unas horas. Charles lo notó y decidió tomar la palabra.
-Matt dijo que el día anterior a la desaparición de Laurie la escuchó discutiendo con su padre. Ese día estábamos en la laguna, ¿te acuerdas? Hubo un momento donde Laurie contestó el teléfono y se alejó de todos. –Termina Charles y Matthew retoma la palabra.
-Yo estaba fumando en la calle, y ahí salió ella. No recuerdo muy bien de que hablaba pero sí escuché un nombre... y fue el de Jeremy. –Matthew miró a los ojos a Leah y ella le devolvió la mirada. Era del tipo de miradas nostálgicas, fue como si se hubiesen pedido perdón por lo de hace unas horas, Leah afirmó con su cabeza y sonrió de forma pensativa.
-Hay algo que no me cuadra, ¿por qué estaría hablando de él con su padre?- Michael pregunta.
-Era obvio que Laurie estaba saliendo con él.-Responde Clarisse.
-No, no es eso Clarisse, nunca sucedió nada entre ellos. Yo los vi una vez muy unidos, y pensé lo mismo. Así que le pregunté a Jeremy, pero fue como si le hubiese disgustado mucho el hecho de si quiera imaginarlo.- Dice Leah. En ese momento todos se quedaron en silencio y mirándose. Todos sentían que habían muchas cosas en sus cabezas para poder pensar claramente en algo tan importante... Así que Charles dijo:
-Creo que podemos terminar la reunión, excepto que alguien tenga algo que aportar- dice Charles recogiendo su saco de un sofá donde estaba sentada Clarisse. Nadie hace ningún comentario así que Charles se despide.
-Clarisse, ¿te llevo?- Pregunta Charles.
-No, Leah me puede llevar.
-Hoy no Clarisse, debo ir a la oficina de mi mamá.- Leah dice sin hacer contacto visual, se despide y sale de la cabaña, Clarisse la sigue y la detiene.
-¿Cuál es tu problema? No trates de evadir las cosas como siempre lo haces, habla.- Clarisse le dice esperando que Leah se voltee.
-Hoy no puedo Clarisse, no me voy a disculpar porque un día no te pueda llevar a tu casa, debo resolver asuntos familiares.
-No Leah, eso nunca solía pasar, yo soy asuntos familiares, porque eso es lo que somos. No entiendo qué he hecho para que vengas a tratarme de la forma en que lo estás haciendo.
-Clarisse, no estoy de ánimo para discutir el día de hoy. Hablamos otro día.- Leah se voltea y abre la puerta del carro, en ese momento los chicos salen de la cabaña a presenciar la discusión.
-Por primera vez en tu vida deja de ser una cobarde Green.- Clarisse dice.
-¿Yo? ¿Cobarde? ¿De verdad quieres ir allá? Porque a lo que a mi concierne yo no soy la que anda de boca en boca llenando vacíos emocionales. Porque yo no soy la que justifica sus relaciones fallidas con sus traumas emocionales. Porque yo no soy la que está huyendo de la persona que realmente me gusta, y lo peor de todo que también le gusto! Entonces no Clarisse, yo no soy la cobarde aquí. Mira, estoy cansada de verte desgastándote por personas que sabes perfectamente que no te merecen, de jugar con los sentimientos de cada uno de ellos. Y yo sé que nunca te he dicho nada, pero son nuestros amigos Clarisse, ¡nuestros amigos! Y estás poniendo en riesgo nuestra amistad.
-¿De qué hablas Leah?
-¿Crees qué no sé todo lo que haces? Clarisse estás jugando con sus sentimientos, te da miedo admitir que te gusta. Pero eso no es lo peor de todo. Yo te vi, los vi a ambos detrás del bar. Y no tuviste la decencia de decirme ni de él, ni del otro. Estoy cansada de que siempre tengas que hacer esto y yo deba actuar como si estuviese bien, pero no. Ya no más. - Leah alzaba la voz de vez en cuando pero aunque estaba enojada no sería capaz de decir cosas muy hirientes a su mejor amiga, pero Clarisse siempre se llevaba por sus emociones, y las siguientes palabras fueron testigo de ello.
-Pues a mi tampoco me agrada que te mantengas haciendo la santa, la que ayuda a todo el mundo, aunque todos sabemos lo egoísta que puedes llegar a ser. Dices que te preocupas por todos, cuándo lo único que te importa es quedar bien con los demás, eres idéntica a tus padres. Pero no te preocupes, eso ya todos lo sabemos.
En ese momento Leah empujó a Clarisse y ella se cae, ahí Matthew y Charles llegan a detenerlas. Charles coge a Clarisse y Matthew a Leah. Pero en el momento que las detuvieron Clarisse decide añadir más palabras.
-Oye, y si estás haciendo lista de todas las personas con las que me he besado no se te olvide agregar a la más importante de todas.- Clarisse lo voltea a mirar y Leah se queda completamente quieta, sorprendida e igual que Charles
-¡CLARISSE!- Grita el chico que sostenía a Leah. Leah no podía decir nada, estaba sorprendida, lastimada, decepcionada, y aunque Charles tenía la misma mirada, él había soltado a Clarisse y sacado las llaves del carro. En ese momento Clarisse vio a Charles alejarse y a Leah sin nada que decir, había entendido el precio de sus palabras, pero ya era demasiado tarde.
Matthew se voltea hacia Leah, su cara cambia de semblante completamente, siente que va a perder a la única persona que realmente le importa. Pone sus brazos hacia atrás y después a su cara, preocupado al no escuchar ni una palabra de esa persona que quería tanto, dice unas últimas palabras.
-Leah... oye, necesito que me mires. Necesito que me digas algo, por favor.- Dice Matthew alejandose un poco de ella para darle su espacio. Leah no es capaz de mirarlo o de decir algo, pero antes de irse mira a Matthew por un segundo y aquella mirada se queda con él por mucho tiempo, Leah entra al carro y cierra la puerta, se aleja y no voltea hacia atrás.
Michael, Matthew y Clarisse se quedan solos, viendo como sus dos amigos se van alejando.
-No tenías el derecho de decir eso Clarisse, por una vez en la vida tienes que aprender cuando cerrar la boca.- Dice Michael.
-Claro que no, ahora él sabe como ella se siente realmente.- Habla refiriéndose a Matthew.
-Nunca en la vida Clarisse, me vuelvas a dirigir la palabra, ten mucha suerte en que ella te perdone esta, porque yo no lo haría.- Dice Matthew.
-Solari, no actúes como si yo hubiese sido la única responsable de ese beso.
-Yo no digo eso Clarisse, claro que soy responsable, pero el hecho de que ella te haya puesto en tu lugar no te daba el derecho a revelar tal cosa. Cosa que nos involucra a ambos.-Dice Matthew muy enojado, poniendo sus manos detrás de su cabeza.
-Definitivamente no hay nadie más jodido en este mundo que ustedes dos. Mucha suerte intentando que ambos los perdonen.- Dice Michael alejándose de ellos y montándose en su motocicleta. Matthew se aleja de Clarisse y se va camino a su casa. Por primera vez, en 10 años, Clarisse se sentía completamente sola.
Clarisse nunca había encontrado necesario medir sus palabras, nunca se arrepentía de las cosas que hacía o decía, sin embargo, esta vez era completamente distinto. Clarisse y Leah no solían discutir mucho, sus peleas consistían en ¿quién quiere manejar hoy? , cuál de las dos va a elegir una película, si quieren ir a una fiesta o no. Pero en su larga amistad nunca se había involucrado un chico, o momentos gigantes que determinarían el rumbo de su amistad. Este era un momento gigante, y ninguna sabía que seguía ahora para ellas. Clarisse no solía disculparse por "ser quien era", no le importaba lastimar a las personas con su forma de actuar, decía que así era ella y no había nada que hacer. Aunque siempre justificara sus malos comportamientos con estas palabras, ya no podía esconderse tras ellas, pues la persona más afectada era su mejor amiga y ella sabía que no iba a ser suficiente. Y fue ese día donde encontró límites en sus actos, y se arrepintió de cada cosa que una vez hizo y no se responsabilizó de ello.
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Una de las leyes de Newton
Jugendliteratur¿Qué hacen unos adolescentes de 17 años preocupados por las consecuencias de sus acciones? Una de las leyes de Newton, toda acción tiene una reacción. Física. No tiene nada que ver con la siguiente historia, pero al mismo tiempo, mucho. Las consecue...