Una de las leyes de Newton

Capítulo 2

El Sol, la energía que mantiene la estabilidad de sus nueve planetas. Sí, Plutón es un planeta en esta historia, sigue adelante. Entonces les hablaré de unos en particular. Venus, Tierra, Marte, Saturno, Neptuno y Plutón. Se dice que cada planeta en el sistema solar es nombrado por un dios de la mitología romana, en poca palabras la misma mitología griega pero con distintos nombres. Venus, afrodita. La diosa de la belleza, lujuria, pasión y sexo. Se convirtió en la deseada por todos los dioses. Marte, Ares. Dios de la guerra, manifestación de fuerza bruta, ganaba todas las batallas menos contra su hermana Atenea. Tierra, Gaia. La madre de toda la creación, representaba la femineidad, el poder y la crianza. Nació del caos y era una gran fan de que las mujeres podían hacer todo lo que se propusiesen solas. Plutón, Hades. Suelen asociarlo con la maldad, gracias a que es el dios del inframundo, pero la verdad es que es altruista, equilibrado, sensato, nunca beneficia a una parte o a la otra. Saturno, Cronos. Dios del tiempo. Es quien conduce la rotación de la tierra, los cielos y el transcurrir del universo. Ayuda a la Tierra. Por último, Neptuno, Poseidón. Dios de los mares y océanos. Responsable de ocasionar los terremotos y los movimientos en la Tierra. La descontrola.

La mayor parte del tiempo no entendemos el hecho de que son los planetas quienes giran alrededor del Sol, la Tierra gira alrededor del Sol. A donde voy es, crecemos pensando que el mundo gira alrededor de nosotros, que nuestra vida es una película donde el personaje principal eres tú o yo, y quienes nos rodean son nuestros personajes secundarios. Pensamos que cada acción, movimiento o palabra tiene que ver con lo que estamos haciendo en la vida. Con nuestro papel en esta. Al menos así solía pensar Leah hasta que se enteró que nadie gira alrededor de ella, que aunque tenga una Luna en su órbita esta no es una persona, ese día entendió que su Luna eran los recuerdos que deseaba guardar, sus enseñanzas de hace diecisiete años, cada experiencia que había vivido y cada camino que iba a recorrer, esto era lo único que le iba a acompañar por el resto de su vida. Descubrió que, aunque los planetas no giraran entorno a ella, los planetas giraban con ella. Algo los unía, el Sol mismo era necesario para cada uno de ellos, entonces en ese momento dejó de sentirse mal. No estaba sola, cada uno rotaba a su manera, se tardaba lo que necesitara, y al final recorrerían el mismo camino, pero juntos.

-LeBlanc, enfocado, fuiste tú quien decidió hacer esta reunión a esta hora y en este lugar.- Dice Clarisse. Michael estaba observando la carretera, le recordaba al día que los había conocido.

Fue el primer día de vacaciones, y mientras intentaba subir a bicicleta la colina se topó con cinco personas calladas.

-Para ser el primer día de vacaciones no se ven muy felices.-Dijo Michael bajándose de la bicicleta e incorporándose al lado de aquellas personas que encontraba tan interesantes.

-Michael LeBlanc, interesante verte a bicicleta.- Dice Langford.

-Lo siento hijo de papi, no todos tenemos carro para transportarnos.-Michael le responde.

-Hoy definitivamente no le agrado a nadie...- Langford exclama y se incorpora al lado de Leah, dejando a Matthew atrás con el recién llegado.

-Entonces, ¿me podrían aceptar en su grupo de amigos?- LeBlanc habla deteniéndose y esperando una respuesta.

-¡NO SOMOS AMIGOS!- Gritan todos al mismo tiempo.

-Mira, capitán, la cosa es así. Por casualidad nos encontramos en el mismo lugar todos, y por casualidad vamos al mismo lugar, como todo habitante de este pueblo.- Dice Leah.-Ahora, muévanse que mi papá me va a matar por llegar tarde.- Leah empieza a caminar, pero nadie la sigue.

-Me estás diciendo que si no llegas a tiempo tu padre te va a regañar... Interesante. Tengo una propuesta.- Matthew dice parándose en la mitad de la calle. Todos lo voltean a ver y Solari le hace señales a Langford para que coja el maletín de Leah.