디에잇 / The8 PT1

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Solo daba ligeras pasadas, no muy marcadas ya que no quería que se perdiera la imagen que quería plasmar.

El color negro oscurecía la blancura del lienzo, mezclada con colores fríos, teniendo la viva imagen presente en mi memoria, no podía faltar absolutamente nada sin embargo aunque lo tenga plasmada siento que algo necesita. Una posible respuesta tal vez.

- Vaya linda, tus dotes artísticas son increíbles, te quedó muy bien - dijo Míng Hào cuando entro a la sala donde estaba, colocándose justo detrás de mi 

- Gracias Míng - respondí tomando otro color 

- ¿Cuál fue la inspiración del día de hoy? - pregunto colocando sus manos en mis hombros 

- No es inspiración, mas bien es un sueño. Son varias noches en las que sueño con este lugar y pensé que dejaría de suceder en cuanto lo plasmara en algo - 

- ¿Crees que sea algo malo? - 

- No lo se, puede que signifique algo o simplemente nada, tendría que averiguarlo - 

Solo podía mantener mi vista en el lienzo. Parecía como si esto fuera sacado de una película de terror, era un bosque, demasiados arboles, un lago en el fondo de la pintura, por los tonos del cielo es como si fuera un atardecer, lo que me inquieta es la pequeña silueta que se encuentra en medio de tantos arboles.

La primera vez que apareció en mis sueños lo consideré como uno mas, al despertar me sentía rara pero no le di tanta importancia y creí que lo olvidaría pero con esta es la quinta vez que aparece. Dudo que haya visitado un lugar así puesto que lo hubiera recordado a la primera, se ve algo escalofriante.

- ¿En qué piensas? - dijo Míng sacándome de mi trance 

- ¿Eh? ... nada, no pensaba nada. ¿Nos vamos ya? - me puse de pie para colocar todo en su lugar 

- ¿Te pasa algo? - tomo el lienzo y lo coloco en una esquina de la habitación, el soporte lo puso dentro de clóset 

- Estoy bien Míng - fui a lavar los pinceles para después ocuparlos, también mis manos ya que tenia pintura en ellas 

- ¿Nos vamos en mi auto? - pregunto Hào una vez que salimos del estudio 

- No, tu adelantate, yo iré a comprar unas cosas que me hacen faltan - respondí divisando mi auto, había olvidado que vine en el 

- Esta bien, ten mucho cuidado ¿si? - me dio un pico y se encamino a su auto 

- Tu también - 

El considero que seria bueno que comenzara con unas prácticas de arte, puesto que sabia que se me daba muy bien la pintura y un poco la escultura, según el seria una distracción a lo que he vivido recientemente. 

No di oposición alguna porque sabia que si o si vendría a este lugar y me a ayudado bastante, pero hubiese preferido quedarme en casa, en casa tengo todas estas cosas pero como el quería que despejara mi mente, tomo mis cosas y las trajo para acá. Que por cierto compro unas cuantas y las llevo a mi pieza. 

No hay problema alguno en mis asistencia acá ya que los que venimos solemos encerrarnos en nuestro lugar de trabajo, rara vez es cuando salimos al patio o vamos a la pequeña cafetería que esta atrás de este lugar pero siempre nos quedamos en nuestra sala.

Lo raro de esto es que en las salas solamente hay una persona, si invitas a otras pues obviamente estarán pero yo procuro ir sola, Míng Hào llega únicamente cuando pasara por mi, o a veces me va a dejar pero se regresa enseguida porque tiene que irse a su trabajo. Y es exactamente a la misma hora cuando siento que alguien me esta observando, pues cuando alguien esta viendo a una personas, las miradas suelen ser pesadas, y esta es así pero cuando la busco no hay nadie, me hace sentir incómoda.

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