→ Extraño

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Hoy era el día en el que Hyejoo podía ir a recoger a Chaewon y a su hija, SooJin, al hospital para traerlas de vuelta a casa.

El doctor le había indicado que luego de algunas días del nacimiento de la pequeña, Chaewon ya podría irse. Además de esto les dió a ambas algunas recomendaciones que podían seguir.

Así que aquel día Hyejoo se levantó muy temprano por la mañana para poder llegar a tiempo y así observar lo más pronto posible a las dos mujeres más hermosas que la vida le había podido conceder.

Para su fortuna, la pequeña SooJin había nacido muy saludable. "Se nota que será una niña muy fuerte", fueron los palabras que aún provocaban en Hyejoo, una gran sonrisa al recordarlo.

— ¿Amor? — llamó Hyejoo a la par que entraba a la habitación en donde estaba Chaewon y Soojin, esta última se encontraba dormida sobre el pecho de su madre.

— Buenos días — Fue lo que dijo Chaewon en un casi susurro.

Hyejoo entendió que debía hacer silencio para no despertar a Soojin, así que comenzó a acercarse a ella con cuidado de no hacer ruido. Chaewon no pudo evitar sonreír al observarla.

— ¿Ya podemos ir a casa? — Preguntó la más baja y Hyejoo asintió sonriendo

— Si, ya podemos ir a casa.

La más alta de ambas tomó el bolso que Chaewon había estado utilizando durante su estadía en el hospital y se lo puso al hombro junto con la mochila que contenía algunas prendas y cosas de la pequeña; como baberos, pantalones y politos.

Ambas se miraron y luego salieron con una sonrisa inigualable, ¿y es que quién no? si ahora ya tenían a una pequeña hija la cual amarían y cuidarían toda su vida.

Cuando salieron del hospital, Hyejoo corrió hacia el auto y guardó rápidamente las cosas en la parte trasera de este para luego ayudar a Chaewon quien sostenía aún a SooJin en sus brazos.

— Sujétala mientras subo y luego me la das, ¿si? — Indicó la mayor intentando entregarle la pequeña a Hyejoo, la cual negó rápidamente — ¿Que ocurre? — preguntó confundida

—¿ Y-Y s-si la de-dejo c-caer? — Chaewon sonrió por lo tierna que sonó Hyejoo.

— Amor, no lo harás — trató de persuadirla, pero Hyejoo siguió negando — Bien, solo abre la puerta —la coreana esta vez asintió y abrió la puerta para que Chaewon y su hija subiesen al auto.

Cuando hicieron esto, la menor se aseguró de que Chaewon estuviera cómoda y luego cerró la puerta para poder rodear el auto y subir al asiento del conductor.

Durante el transcurso de regreso a casa,  Chaewon podía jurar que Hyejoo, cada vez que se le daba la oportunidad, volteaba a observar por breves segundos a ella o a su pequeña hija.

Sin embargo no dijo nada porque ella también hacía eso.

Cuando cuando llegaron a casa, Hyejoo no pudo evitar el sentirse algo extraña, sensación que Chaewon logró percibir cuando la vió.

— ¿Hye? — la llamó y la menor la miró esperando a que continuara — ¿Todo bien?

Las repentinos cambios de actitud que la coreana había estado teniendo, lograron despertar una cierta inseguridad y miedo en Chaewon.

Temía mucho el que a esas alturas, tal vez, Hyejoo ya estuviera arrepintiéndose de todo, era demasiado tarde pero, el sentimiento era inevitable.

— Es extraño Wonnie — la voz de Hyejoo hizo que posara su total atención en ella.

La coreana siguió mirando hacia adelante, si bien era cierto que el auto ya se había detenido, ninguna de las dos había abandonado el vehículo

— ¿Que es extraño? — Preguntó temerosa.

— Todo esto es extraño. ¿Te das cuenta que ahora somos una familia?— Chaewon la miró confusa — Tenemos una hija, Chae. ¡Y aún me resulta increíble!

La forma en que lo dijo, tan sincera, su alegría y entusiasmo notorio en su voz, sus expresiones; todo indicaba lo increíble y fascinada que se sentía Son Hyejoo.

— Ahora somos, y siempre seremos una familia, Hye — Dijo la mayor — Tú, Yo y por supuesto este angelito — miró a SooJin la cual estaba dormida y acurrucada entre la manta amarilla.

Luego de juntar sus labios en un cálido pero corto beso, y sin borrar sus sonrisas, ambas bajaron del auto para luego entrar a su casa.

Hyejoo dejó las cosas utilizadas a un lado, y siguió a Chaewon la cual se dirigía a la habitación, caminando con mucho cuidado de no tropezar.

— Vaya, es increíble que esté todo en su sitio — Chaewon no pudo evitar soltar aquella frase al ver que la persona más desordenada que conocida, Son Hyejoo, tenía todo perfectamente ordenado y acomodado.

— Que te puedo decir amor — sonrió y elevó sus hombros presumiendo

Chaewon iba a seguirla molestando de no ser por el llanto de la pequeña SooJin, la cual las sacó de aquel grato momento.

Hyejoo se acercó a ellas dos mientras Chaewon mecía a la menor en un fallido intento por intentar que dejara de llorar

— ¿Que hacemos Chae?

La voz tan angustiada y su ceño fruncido, le indicaban a Chaewon que Hyejoo estaba realmente preocupada.

— Cárgala, amor — fue la respuesta de Chaewon — Vamos pequeño lobito, es tu hija y no podrás evitarla para siempre — La nipona rodó los ojos de una manera divertida al ver cómo Hyejoo abría los ojos ante la sorpresa.

La coreana, sin más alternativa, asintió, y se acercó a su hija con pasos muy lentos, para luego, con mucho cuidado y con ayuda de Chaewon, poder cargar por fin a su pequeña y hermosa princesa.

Hyejoo aún no estaba muy segura de cómo sostenerla, así que se movía de vez en cuando para poder encontrar la posición más cómoda para su hija, sin embargo, lo que no sabía era que Chaewon acertó; la bebé había parado de llorar.

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Si notan algún error no duden en avisarme, no me molestaré ni nada, es más, me ayudarían mucho. ❣️❣️

❝Madres❞ || Hyewon [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora