→ Ultimos meses de embarazo (4-9)

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— ¿No crees que estás exagerando? —comentó riendo Chaewon hacia Hyejoo, la cual se encontraba nerviosa porque le habían informado que en menos de un mes ya podría tener a su pequeña bebé en brazos.

Durante los últimos meses, con ayuda de la doctora, Chaewon pudo observar cómo su pequeña princesa iba creciendo en su vientre de manera sana y agradable.
Sería mentirles si les dijera que Chaewon no estaba nerviosa, claro que lo estaba y mucho, pero comparada con Son Hyejoo, había mucha diferencia.

La más alta estaba demasiado intranquila con la llegada de su hija. Sentía que debía estar con Chaewon en el momento que su hija deseara salir y por eso no se apartaba mucho de su novia.
— Claro que no Chae — contestó acariciándole la mejilla.

— Sí lo es Hye. ¿Cómo vas a dejar a Hyunjin cargo de todo? Por dios, eres demasiado protectora — Respondió Chaewon logrando que Hyejoo riera — ¿Qué es tan gracioso?

—Chaewon, no estoy siendo exagerada como tú piensas. Si he decidido encargarle a Hyunjin la empresa es porque quiero estar en el momento que Soojin llegue al mundo — Se levantó y se apoyó en su brazo para observar mejor a Chaewon—Tú y Soojin son mi prioridad Wonnie. Por favor entiéndelo. Sé que por lo del embarazo tus hormonas están alteradas y-…¡Auch! — Se quejó en el momento que recibió un leve golpe de parte de Chaewon.

— Seguiré pensando que exageras Son Hyejoo. Y no cambiarás eso — Chaewon se giró para apagar la luz de la lámpara que era su única iluminación en aquella noche.

Hyejoo suspiró riendo y se acostó junto a Chaewon mirando hacia el techo de su habitación.
— ¿Sabes? Nunca pensé que tendría un bebé a mis 27 años de edad. Eso no estaba en mis planes — confesó Hyejoo logrando que Chaewon, aunque no la estuviera viendo frente a frente, posara toda su atención en la coreana.

—Pero, hace unos meses cuando me dijiste que estábamos esperando un bebé yo…yo me emocioné demasiado — sonrió al recordarlo — Siempre pensé que odiaría ese momento, pero por el simple hecho de que eres tú quien me ha dado tal sorpresa, todo se vuelve…hermoso. Es algo que nunca llegaré a entender; como tú puedes cambiar mis planes por completo, volviéndolos tan sencillamente perfectos — Chaewon también sonrió pero no se volteó a ver a Hyejoo. Sentía que la coreana aún tenía muchas cosas que decir.

— Te digo todo esto para que entiendas, Park Chaewon, que pase lo que pase siempre, pero siempre, te voy a amar porque es algo que tengo muy en claro. Tal vez ya te dormiste, o tal vez soy yo la que quería desahogarse y ser sincera consigo misma. Pero no podía dejar de pensar en que tú creías o crees que solo estoy contigo por compromiso o por Soojin. Jungeun me dijo que estabas insegura de lo que realmente sentía por tí. — Chaewon seguía escuchando todo sin decir nada.

— Por eso quería que supieras lo que significas en mi vida y ahora lo que Soojin también — Hyejoo suspiró —Estoy segura de que si alguna de ustedes decide dejarme yo…yo no lo soportaría Wonnie, simplemente no podría hacerlo

Chaewon supo que era momento de reaccionar así que se giró quedando su rostro cerca al de la coreana. Acarició su mejilla y luego habló.

— Yo no dudo de ti Hye…S-Solo que aún me es difícil creer que tú te hayas fijado en mí.— Agachó su cabeza. Hyejoo no era la única que se preocupaba.

— Pues que no lo sea. Porque yo realmente te amo, y mucho mi mariposita — aclaró acercando su rostro al de la más baja — Y perdón si alguna vez hice algo para que tú dudaras de la verdad.

— Esta bien, mejor olvidémoslo ¿si? —propuso Chaewon y Hyejoo asintió, la verdad no quería preocuparse por cosas inexistentes —, duerme, es tarde.

Chaewon dejó un corto beso en los labios de la coreana para luego ambas quedarse dormidas

Una semana después…

— R-Respira Chae. Falta poco para llegar — pidió Jungeun quien conducía hacia el hospital más cercano desde la casa de Chaewon.

La mayor había llegado a visitar a su fiel compatriota hace algunos minutos. Pero lo que ella no sabía era de que ese mismo día, aquel 08 de setiembre de ese mismo año, Son Soojin llegaría al mundo para complementar la vida de sus dos madres.

— Respira.

Volvió a pedir Jungeun en el momento que estacionó el auto frente al hospital.

Bajó rápido y ayudó a Chaewon a hacer lo mismo. Con la menor quejándose de dolor, Jungeun ingresó al hospital pidiendo ayuda a las enfermeras que estaban rondando cerca.
— Está teniendo contracciones, creo —habló con duda ya que no tenía ni la más mínima idea de lo que esa palabra significaba, simplemente escuchó a su madre decirle eso a su hermana.

— Esta bien. Espere aquí por favor — Pidió la enfermera dejando a Jungeun con los nervios de punta esperando en aquella sala de hospital sin tener información exacta de lo que ocurría allí dentro.

Apenas Chaewon ingresó a la sala, Jungeun decidió tomar su teléfono y llamar a Hyejoo.

Buscó entre sus contactos pero debido a la desesperación no podía encontrar el nombre de la coreana. Así que luego de unos minutos recién pudo encontrarla y le marcó.

— ¿Jungeun? — Preguntó Hyejoo en el momento que contestó aquella llamada.

— ¡El bebé! ¡El bebé! — Gritó logrando que todos los sentido de Hyejoo se pusieran alerta.

— ¿Qué pasa con el bebé? ¿Ocurrió algo? ¿Dónde está Chaewon? ¿Ella está bien? — Se apresuró a preguntar Hyejoo.

— ¡Ya viene! ¡Ya va a nacer Soojin!

— Oh por dios, voy para allá.

— ¡Espera! ¡Ni siquiera sabes que hospital es!

Pero Hyejoo colgó.  Debía llegar lo antes posible.

Ya iba a tener a su primera hija en brazos.

Ya iba a nacer su pequeña princesa: Son Soojin.

❝Madres❞ || Hyewon [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora