Oon II

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N/A: Todas las palabras en coreano usadas a lo largo de la historia son de traductor google, no tengo conocimiento del idioma, así que perdón por lo posibles errores.

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El mayor rechinó sus dientes, perforando los ojos de Arthit con sus ojos. Sostuvo ambos hombros de Arthit fuertemente. El menor se encogió de la fuerza y trató de zafarse.

"M-m-me estás lastimando" Arthit murmuró.

Instantáneamente, Kongpop lo dejó ir, pero aun lo miraba fijamente.

"Aun te estoy hablando"

"¡Jamkkanmanyo*! ¿Hablándome? ¿A eso le llamas hablar?" [*espera un minuto]

"¡Mianhae, jalmothaetseumnida!*" [Perdón, es mi culpa]

Arthit se burló antes de dar la vuelta con sus tacones y caminar rápidamente hacia la habitación, cuando llegó, empujó su cara sobre la almohada y comenzó a llorar a mares.

El hueco en su corazón empezó a hacerse más grande y más vacío cada maldito día. Pasaron innumerables días ignorándose y pasándose por alto. Era muy doloroso para él. Podía sentir como cada día se volvía más y más débil y eso lo estaba matando.

Una parte de él quería que Kongpop le hablara y lo sostuviera. Pero sabía muy bien que eso nunca pasaría. Era muy consciente de que después de todo este caos, se levantaría por la mañana y atendería al hombre, sólo para satisfacer la necesidad de su amor no correspondido hacia él.

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Arthit suspiró mientras se veía a sí mismo en el espejo. El vestido que tenía puesto actualmente fue comprado por Kongpop para la reunión familiar de la familia de Kongpop. Cada año los Suthiluck reunirían a la familia. Siempre lo han forzado a asistir, desde joven, ya que era considerado como parte de la familia. Este año, asistiría como la esposa del hombre.

Kongpop nunca lo deja elegir su propio vestido cuando se trata de ciertas ocasiones o fiestas. Le elegiría un vestido y esperaría que Arthit lo obedeciera como se debía. Los vestidos eran nada menos que lujosos y hermosos. Pero eran muy exagerados para Arthit. Él mismo era una persona más o menos llamativa.

Como siempre se le enseñó a ser humilde toda su vida, anhelaba la sencillez. Vivir una vida de ricos era algo que nunca le gustó. A pesar de estar rodeado de esta desde hace tiempo, Arthit nunca se lograría a acostumbrar.

Se vio otra vez en el espejo y analizó hasta la más mínima especificación. Era un hermoso vestido color vino que se ajustaba perfectamente sobre su figura, abrazando cada una de sus curvas hermosamente y hacía que su trasero se viera tan alegre y regordete, ya que había perdido mucho peso.

Pero estaba lejos de ser simple en realidad. La cola de sirena de la parte baja estaba completamente cubierta de brillosos diamantes. Lo mismo ocurrió con la parte lateral de la cadera de Arthit, un patrón que se arqueaba en un semicírculo hacia adentro estaba cubierto de diamantes. Las correas eran delgadas y tenían pequeños diamantes en cada centímetro.

Simplemente era mucho para Arthit. Amó el vestido, pero no era feliz en este. No se sentía él mismo. Él personalmente hubiera preferido un vestido corto de cóctel, pero su esposo tenía que ser muy exagerado.

Los diamantes son, sin duda, reales. El vestido debió costar una fortuna.

Arthit acomodó su cabello ondulado que acababa de terminar de hacer y colocó un broche brillante de media luna sobre este. Amaba todas las cosas que tenía una luna en estos. La luna era su favorita, ya que era su única compañera, aparte del té, en sus noches solitarias.

La puerta del baño, detrás de él, se abrió y salió Kongpop en un hermoso y ajustado esmoquin negro junto con una cadena colgando de su bolsillo. Su cabellera negra se encuentraba desordenada sobre su cabeza.

Arthit lo vio a través del espejo. A pesar de estar enojado y cabreado con el hombre, no podía negar lo guapo que era.

"¿Estás listo Arthit?"

Kongpop preguntó simplemente. Sus ojos estaban fijos ajustando sus mancuernillas. Una parte de Arthit deseaba que mirara hacia arriba y le sonriera, diciéndole lo hermoso que estaba o al menos al vestido que tenía puesto. Pero él sabía que eso nunca pasaría.

"¿De verdad tengo que ponerme esto P'Kong?"

El menor preguntó, haciendo un pequeño chequeo de su espalda en el espejo del piso. Kongpop miró hacia arriba esta vez e inspeccionó con sus ojos a Arthit en cuestión.

"¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?"

"Es demasiado ostentoso para mi gusto. ¿No tienes algo más simple para mí Phi?"

Arthit preguntó cautelosamente porque no quería volver a enojar a Kongpop una vez más. Habló demasiado pronto porque Kongpop se burló.

"Este es tu vestido. Te gustará y te lo pondrás. ¡Fin de la discusión!"

El mayor dijo fríamente antes de girarse para ponerse sus zapatos. Se sentó en una esquina de la cama y deslizó los zapatos, ignorando la mirada que estaba recibiendo.

"¡P'Kong! ¡Por qué no puedes entender o respetar que no me gusta! ¡Por qué-"

"¡Soy tu esposo! ¡Y tienes jodidamente que respetarme! ¡Mi esposa debería valorar las cosas que compro y estimarlas! ¡No quejarse y llorar! ¡Y definitivamente no discutir sobre estas!"

Kongpop, gritando con rabia, interrumpió a este último abruptamente. Los gritos repentinos hicieron que el menor se encogiera del miedo y diera un paso hacia atrás. Arthit se sentía muy herido, pero también estaba furioso al mismo tiempo.

Bajó su cabeza, apretó sus dientes del enojo mientras se lastimaba la mano al apretarla demasiado. Kongpop entonces agarró la barbilla del menor y lo forzó a verlo.

"Te comportaras de la mejor manera esta noche o la posición de tu padre estará en riesgo. ¡Creo que soy lo suficientemente claro!"

Kongpop dijo entre dientes y esto instantáneamente hizo que Arthit levantara su cabeza con miedo, su corazón latía rápidamente, estaba claramente intimidado, ya que toda la noche había transcurrido sin problemas, sin que el menor se pasara del límite.

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Gracias por leer y no olviden dejar su estrellita.

¡Mi querido Oon!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora