- ¿Cuanto quieres por esto?¿5 dólares? - Pregunto con el billete en la mano.
- No es suficiente. Dame 25 dólares y te haré la actuación. Es lo máximo que puedo aceptar.
-Hecho, pero si no se la cree me devuelves mi dinero.
Abrí mi billetera y busqué los otros 20 dólares. Le tendí 25 a Blake y el los guarda en su bolsillo satisfecho.
Ojalá Eugene se crea esto. Mi plan es el siguiente: Blake pasará en frente de la biblioteca con una carta que yo hice que era para mamá. Mientras que Eugene no está, Blake tirará la carta debajo de la puerta. Mi hermano llorará falsamente y Eugene vendrá. El mayordomo tendrá que abrir obligatoriamente la puerta con contraseña para recuperar la carta. Grabaré la contraseña con mi celular y esta noche entraré a la biblioteca, ¿Qué puede salir mal?
Bajamos las escaleras, yo iba detrás de él.
- No hay monos en la costa, Kait.
-Es "No hay moros en la costa", tarado-Le dije rodando los ojos.
Sigilosamente caminamos hacia la biblioteca, mirando a todos lados para ver si había rastros del mayordomo. Blake se agachó y lanzo la tarjeta, ni tan cerca ni tan lejos para que luego la encuentre fácilmente.
Me escondí detrás de una planta y desbloqueé mi celular, lo puse en vídeo y le mostré el pulgar a Blake, el se levantó y se pinchó su brazo por al menos un minuto. Sus ojos azules se empezaron a cristalizar y ahí fue cuando la actuación comenzó. Blake lloraba, muy fuerte. Podía jurar que se había escuchado por toda la casa. Escuché unos pasos con prisa. Eugene vino corriendo, se veía algo preocupado, se lo había creído. ¿A quién engaño? Hasta yo me lo hubiera creido con esos cachetes rojos y las lágrimas bajo sus ojos.
-¿Qué te pasa?- Le preguntó el mayordomo agachandose a su altura.
-M-mi...-sollozó-...ta-tarjeta s-se..
-Tranquilo, te traeré un vaso de agua asi me explicas lo que pasó, ¿si?
Blake asintió y Eugene fue practicamente corriendo a traerle el vaso con agua. Luego de un minuto el mayordomo volvió con un vaso de agua con un un cubito de hielo dentro.
Blake se lo tomó lentamente y fingió tranquilizarse.
- Mi.. tarjeta se cayó y.. - hipó. Vaya, era un gran actor - fué allá adentro. - Señaló la puerta y fingió limpiarse una lágrima. Me tenía que tapar la boca para no reirme.
- ¿Estás seguro que entró ahí? - Dijo algo nervioso, señalando la Biblioteca.
- Sí. Abre la puerta p-por favor - Puso los ojos como el gato con botas.
- Lo siento, pero está prohibido entrar en la biblioteca - Eugene se rascó la nuca algo incómodo.
- Pe-pero - Ví como las mejillas de Blake empezaban a empaparse de lagrimas - E-esa carta e-era para m-mi mamá. - Blake empezó a sollozar, cada vez más fuerte.
- Está bien. - Eugene suspiró algo molesto y se paro. Con mi cámara hice un zoom. Empezé a grabar mientrás Eugene ponia la contraseña. Pero hubo un problema, Eugene se puso en un ángulo donde mi cámara no podía captar la contraseña, asi que lo único que grabé fue su ancha espalda.
De repente la puerta emitió un pequeño "Beep" y Eugene abrió la puerta y Blake entró detrás de él. Mi hermano lo hizo excelente, pero yo había fallado.
- Ahí está. - Lo escuché decir. Luego de unos segundos, Blake salió con la tarjeta en mano, estaba sonriente. Eugene salió detrás de él, se veía algo molesto. Blake se fue a su habitación y Eugene cerró la puerta, poniéndole la contraseña de nuevo. Luego de eso no se adonde se fué. Me levanté, y caminé sigilosamente. Fui a la habitación de Blake, quién me esperaba acostado su cama.
- ¿Y la tarjeta? - Pregunté algo molesta.
- Se la dí a mamá, o sino Eugene podría sospechar.
- Lo hiciste muy bien, serás un gran actor. - Dije sincera.
- Gracias. - Y me sonrió.
Asentí con la cabeza y me dirigí a mi habitación. Mañana comenzaran las clases, y aún no preparé nada. Suspiré cansada y agarré mi mochila y guardé todos mis útiles. Ví la hora, eran las 6 y media de la tarde. Entré al baño y me bañé rápidamente. Me puse algo cómodo y me acosté. Estaba realmente cansada, cerré mis ojos y sin darme cuenta me quedé dormida.
Sentí que alguien me sacudía el hombro, abrí lentamente los ojos y me encontré con Blake, practicamente encima mío.
- Hey, ya es hora de la cena. - Dijo levantandose de mi cama.
- Ya voy.. - Dije con la voz adormilada. Me levanté lentamente, me puse los zapatos y me dirigí al comedor.
Saludé con un beso en la mejilla a mi mamá y me senté a lado de Blake.
Una de las empleadas me dió un plato y me sirvió lasagna con ensalada. Llenó mi vaso de un jugo color púrpura. Pero no tenía hambre, mi misión fallida me había quitado el apetito. Me retiré de la mesa lo más elegante posible para irme a dormir. En realidad estaba muy cansada, y no tenía ganas de hacer nada.
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Hola ♡ Aquí otro nuevo capítulo. Si les gustó por favor denle like y comenten. No nos gustan las lectoras fantasmas -.-
~ Ame & Sofi ♡
