Gaby era una persona sumamente hermosa. En todos los sentidos de la palabra.
No era hasta que iba en 5to año de la secundaria que la conocí, ella era de esas personas que entran algún lugar y todos se dan vuelta a mirarla, porque como ya dije era hermosa.
Gaby, venía de otra ciudad y se había mudado hacia poquito a California que es donde esta mi colegio. Recuerdo que tenía un asento medio raro pero me encantaba escucharla hablar.
Ella llego un viernes al colegio y se sentó justo delante de mi, recuerdo su hermoso pelo castaño que no me permitía prestar atención de lo que estaba pasando al frente.
Quería hablarle, pero ¿de que? Yo no era precisamente de esas personas que resaltaban en las clases.
Pasaron 7 días. Ya era viernes de nuevo y yo no me había animado a hablarle más de dos palabras, pero no podía dejar de pensar la vez que le pedí un lápiz y me dijo si toma... la manera que dijo toma fue tan hermosa.
Ese viernes llegue a casa deje los útiles en el escritorio, me acoste en la cama mire al techo ... abri los ojos y dije...
¡QUE ME ESTA PASANDO!
Que es eso ¿que siento adentro en mi estómago? Nunca me paso antes, sera ¿hambre? ¿Amor? Apuesto a que es hambre.
Fui corriendo a la heladera me hice algo de comer y aún seguía sintiendo eso en mi estómago, hambre no es me dije. ¿Entonces? El aire se quedo en silencio por unos segundos y de pronto se me escapó; POR DIOS ME GUSTA GABY.
Ni se imaginan la cantidad de preguntas que se cruzaban por la cabeza, y hasta muchas afirmaciones. ¡COMO ME VA A GUSTAR UNA MUJER!
¡PERO SI YO NO SOY LESBIANA! ¿O si?
Eso explicaría mucho , pero si nunca antes me había pasado con otra mujer. ¡Tal vez es solo ella! ¡Si eso debe ser!.
Todas estas cosas y más no me dejaron dormir este fin de semana que para mi gusto fue el peor de mi vida.
Llego el lunes, de vuelta al colegio:
Entre corriendo a sentarme, pense si miro para otro lado tal vez en unos días se me pase.
De pronto sentí que me tocaron el hombro y adivinen ¿quien era? ¡Si! Gaby diciéndome hola, automáticamente me puse a tartamudear ... no me salían las palabras quedé como una estupida.
Gaby sonrió como si ese papel lamentable no hubiera importado, me dijo si se podía sentar y solo asentí con la cabeza.
¡LA CHICA MAS BONITA DEL COLEGIO ESTABA SENTADA AL LADO MIO Y YO NO PODIA FORMAR UNA PALABRA SIN TARTAMUDEAR!
El corazón me latía a mil, mi cabeza parecía una sopa de letras y un juego de preguntas y respuestas. Miraba al profesor y solo lo veía haciendo mímica, retumbaba en mi cabeza la respiración de ella o como mordia el lápiz cada vez que estaba pensando.
No podía dejar de mirarla.
Toco el timbre para retirarnos, gaby me saluda y me dice -¿Mañana nos vemos? Como afirmando que mañana se volvería a sentar conmigo.
-Claro gaby nos vemos mañana. Respondí.
Esa noche me morí de la ansiedad quería ya que se haga de día para verla, el reloj pasaba sumamente lento.
Llegue temprano al colegio todavía faltaba para que arranquen las clases entonces no había muchas personas deambulando en el establecimiento, decidí pasar por el baño antes de que llegaran todos. Entre al baño y estaba Gaby mirándose al espejo acomodándose el maquillaje , se veía hermosa.
-¡Hola buen día gaby!. Le dije y ella muy amablemente como era me saludó.
Entre al baño, cerré la puerta sin traba y me quede parada contra la pared tocándome el pecho tratando de controlar mi respiración.
De repente alguien abre la puerta y se mete a mi baño, pegue un salto y me asusté quede cara a cara con ella.
-Gaby ¿que haces?. Le pregunte.
No podía dejar de mirarle esos labios que estaban tan cerca de los míos, ella no hablaba solo me miraba.
La tensión subía y subía, le volvi a preguntar - ¿Que pa..
Puso su mano en mi boca, mientras con la otra me tomaba de la cintura.
La sensación en mi estómago había desbordado mi cuerpo, estaba extasiada de algo que no conocía.
Gaby y yo estaba a centímetros, nuestras respiración hablaba por si sola. Nuestros labios casi se chocaban, y luego sonó el timbre del colegio... ella salió rápido del baño y yo me quede ahí, tratando de volver a tener control sobre mi cuerpo porque definitivamente ese control ya lo tenía ella.
