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El teléfono sonó llamando su atención, las juntas familiares resultaban terriblemente aburridas cuando su madre no participaba, verla hacer que su tío perdiera la paciencia era lo más interesante que podía tener en casa pero ahora solo era el, su hermana y su tío recitando los mil y un valores y cualidades de la empresa. No le importaba en lo absoluto así que contesto, no supo si esa había sido su mejor o su peor idea cuando desbloqueo la pantalla.

Una maravillosa vista lleno la pantalla, un joven de cuerpo tan blanco como la leche inmaculada piel sin lunar o bello alguno aparecía ahora en su chat, un contacto que nunca había registrado. Sus largas piernas semi abiertas frente al espejo dejando muy poco a su imaginación, un pequeño objetivo sobresalía de su entrada, un vibrador. Su cuerpo era una maravilla a sus ojos pero lo que lo hizo perderlos estribos fue el rostro que mostraba, sus bellos ojos plateados bañados en placer. Delicioso.

No tardo mucho en ponerse incómodo, solo gracias a su autocontrol no había hecho un desastre en sus pantalones. La pantalla se iluminó de nuevo.

"¿Quieres ver más? Me muero por escucharte"

Si, definitivamente quería ver más. Queira todo.

Agradecia a todos los dioses la intervención de su amigo.

La voz preocupada de Huaisang fue suficiente para que su tío y su hermano lo autorizarán a dejar el lugar, casi corriendo sus pies bajaron las escaleras del edificio camino al parqueadero, apenas entró al auto un nuevo mensaje calló en la bandeja.

"Agradece luego"

Si que lo iba a hacer.

La pantalla se vio interrumpida por una llamada, el numero del que le habían enviado ese maravilloso mensaje, no dudo ni un segundo en responder. Un dulce gemido fue la respuesta, un gemido que fue directo a su abultada entrepierna. Los suaves jadeos que llegaron del otro lado de la línea hicieron estragos en su mente y sus pantalones.

Apenas pudo desabrochar sus pantalones antes de empezar a masturbarse, la punta de su miembro ya goteaba pre semen.

"Quiero verte otra vez"

No sabía de dónde había sacado valor para pedir aquello pero ahora no era su cabeza la que pensaba, un jadeo sorprendido fue dado como respuesta, el clic de cambio de modo fue su respuesta. En la pantalla el mismo chico de la foto se movía hermosamente sobre un consolador, sus caderas temblando suavemente indicaba que lo estaba pasando maravillosamente.

"Dios no pensé que fueras tan hermoso" jadeaba apenas moviéndose más rápido sobre el juguete, sus largas piernas abiertas de par en par dejando ver el espectáculo que estaba sucediendo del otro lado, sus manos abandonaron el apoyo que tenían en la cama para recorrer tentativamente su torso hasta llegar a esos pequeños botones rosados ya erectos. Era sensible en esa parte por sus reacciones, su espalda arqueada perfectamente hundiendo más aquel juguete en su interior casi lo hace acabar.

"Quiero verte, quiero ver cómo lo haces" pidió entre jadeos, Lan Zhan no se pensaba negar antes tal petición.

Apenas pudo colocar el teléfono en un lugar apropiado para dejarle ver el  desastre que había hecho sobre el antes de volver a tomar su miembro entre sus manos y encargarse de si mismo.

"A-Zhan es muy grande ¿crees que pueda entrar aquí?" Pregunto hundiendo más aquel juguete del que el Lan empezaba a estar celoso.

"Definitivamente lo hare"

Los movimientos empezaron a ver más desenfrenados, el orgasmo estaba más cerca de lo que deseaba. Ambos querían ver más, el chico tras la pantalla empezaba a gritar su nombre, sus piernas temblaban con anticipación.

"Ying, mi nombre es Ying"

"A-Ying estoy cerca"

Jadeo el Lan sintiendo desfallecer pero antes de tener una respuesta del chico el orgasmo llego antes, verlo arqueandose ante la oleada de placer los enloqueció. En su pecho desnudo yacía su semilla, Ying se había corrido ante sus ojos y estaba seguro de nunca antes haber tenido una vista más hermosa que esa. Unos pocos movimientos de su mano fueron más que suficientes para hacerlo llegar también, los jadeos y gemidos mezclados en su cabeza lo confundían, ya no sabía cuáles ruidos eran suyos y cuales no.

"A-Zhan"

No le importaba el desastre o lo deshonroso que podía ser lo que había hecho, esos ojos de plata llenos de lágrimas de placer era lo único que existía ahora.

"No hago esto nunca pero, guarda mi numero por favor me gustaría repetir esto" jadeo Ying apenas con fuerza para crear palabras entendibles.

"Claro que lo hare" con una sonrisa cansada el chico colgó el teléfono dejando la pantalla negra.

Lan Zhan no solo planea repetir ese tipo de llamadas, no el se propuso hacer un encuentro donde no hubiera un teléfono de por medio y el fuera quien lo hiciera llorar de placer.

Apenas pudo limpiarse y cambiarse de ropa a tiempo para volver a casa cuando la pantalla se volvió a iluminar.

"Espero te gustará tu regalo, el otro te estará esperando en la fiesta"

Si, tenía los mejores amigos del mundo, definitivamente.

Tras la vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora