Si, tenía los mejores amigos del mundo, definitivamente.
Esa mirada platinada llena de placer no pudo salir de su mente en todo el día le dijo que su nombre era Ying ¿era su verdadero nombre? Esos ojos llenos de lujuria, no. Ese era su trabajo por lo que habían dicho sus amigos, a veces deseaba que Song Lan no fueran tan honesto. Pero le había pedido que guardara su número eso debía ser especial.
Aun con mil preguntas en su mente se permitía divertirse esa noche, su noche. Bailando entre un mar de cuerpos, bebiendo hasta casi propasar sus límites riendo y gozando la fiesta. Y aun así esa mirada, esa sonrisa jamás dejo su cabeza.
Cuando por fin volvían a la casa que solían compartir cuando los tres se quedaban en la ciudad sus amigos estaba demasiado ebrios como para ir por su propio pie a sus habitaciones. Mientras sus amigos estaban desplomados en el suelo una batalla entre su estado y su razón inicio en su cabeza.
Estaba ebrio y caliente pero no era solo esa parte de su anatomía la que le llamaba a escribirle.
La oportunidad estaba allí ¿realmente había algo que perder?
Antes que el tomara el valor el escribió primero.
Ying: “es un poco tarde pero, feliz cumpleaños”
Zhan: “Aún es temprano”
Ying: “¿Saliste de fiesta?”
Zhan: “si, recién volvimos a casa. Mis amigos están muy ebrios”
No hubo más respuesta durante unos segundos, Zhan asumió que debía de haberse quedado dormido, eran casi las dos de la madrugada. Con cuidado llevo a sus amigos a sus habitaciones Sang era pequeño y ligero así que fue fácil, Lan era más pesado y más alto que él, decir que prácticamente lo arrastro a la cama sería bastante correcto.
Para cuando por fin se pudo acostar en la suya había nuevos mensajes, algunos de su madre y padre felicitándolo por su cumpleaños que debían de haber llegado hace algunas horas. Otro de su tío recordándole que el viernes había una fiesta en casa y otro de su hermano. Pero uno mas, uno realmente esperado.
Ying: “¿estas ebrio?”
Zhan: “no”
No era del todo cierto pero aún era bastante consiente como para pensar claramente.
Ying: “¿entonces si llamo contestaras?”
Zhan: “siempre”
Su corazón latía emocionado, no era simple excitación. Realmente quería escucharlo.
Cuando el icono de llamada ilumino el teléfono no dudo en contestar, unos segundos de silencio lo recibieron seguidos de una suave risa que a sus odios fue como el canto de los ángeles.
“no creí que contestarías, en realidad aún no se porque te llame…”
“no pude dejar de pensar en ti”
No sabía de donde había sacado el valor de ser tan honesto como para decir eso tan libremente, solo fue honesto y no se arrepintió.
“yo tampoco”
“me gusta tu risa, es linda. Eres lindo”
No hubo respuesta solo la suave respiración del otro lado del teléfono lenta y acompasada. Pero era más que suficiente, la amaba definitivamente.
“Eres un tonto”
“Quizás si lo sea”
La charla siguió, cosas sin sentido alguno solo una charla entre dos personas que desean conocerse.
“A-Zhan”
Su corazón salto.
“A-Ying”
Su cuerpo se calentó.
“dijiste que te gusta mi voz ¿quieres escucharme hacerlo?”
“quiero escuchar todo lo que quiera que escuche”
Un jadeó de sorpresa llego del otro lado de la línea. El ruido remplazo su respiración un segundo.
Su propia mano bajo hasta sus pantalones rosando la semi erección por encima de la tela. Los jadeos del otro lado de la línea le indicaron que el otro había empezado, su respiración no tardó en hacerse pesado. Podía imaginarlo tomar su erección entre sus manos y sacudirla suavemente, su ceño ligeramente fruncido ante el placer, sus dedos subiendo hasta sus pezones.
“¿Qué estas haciendo A-Ying? Dime como te estas tocando”
Los suaves jadeos se volvieron gemidos a toda regla.
“Estoy tocando mi…mi miembro. Se siente bien hacerlo mientras imagino…”
Silencio, se arrepentía de esa frase, un gemido llego del otro lado.
“Imaginando ¿Qué imaginas?¿que soy yo quien te está tocando, A-Ying?”
“Si. A-Zhan imagino que eres tú, que son tus manos las que tocan mi miembro, que son tus dientes los que muerden mis pezones. Eres tu quien me hace gemir, A-Zhan, A-Zhan te necesito”
Los movimientos sobre su propio miembro empezaron a aumentar de intensidad, realmente deseaba que no fuera una simple imagen mental sino ser el quien le hiciera gemir tan dulcemente.
“A-Zhan esto no es… no es trabajo, yo realmente te deseo”
“Gracias, gracias A-Ying” ”quiero verte, quiero ser yo quien te haga llorar de placer, quiero verte ahogarte en éxtasis, quiero hundirme en tu interior y escuchar mi nombre en tus labios”
Su propio clímax estaba cerca su miembro palpitaba con antelación. Los jadeos del otro lado ¿los suaves susurros llamando su nombre eran adictivos quería escucharlos y no por un teléfono quería escucharlo gritar su nombre cuando se viniera.
“Voy, voy a acabar”
“Yo también”
“Quiero…quiero verte por favor por favor déjame verte” la voz al borde del llanto era demasiado como para negarse, colocando el teléfono a modo que viera su rostro al borde del colapso esos ojos plata se abrían y cerraban con antelación hasta que se apretaron fuertemente.
Su nombre salió de su garganta fuertemente, el orgasmo golpeo de tal modo al chico que el teléfono amenazo con caer de sus manos. Lan Zhan no tardo más en venirse manchando sus ropas por segunda vez en el día mientras gruñía el nombre del chico.
Apenas ambas respiraciones se normalizaron ambas miradas se volvieron a encontrar, cansadas y satisfechas pero no arrepentidas.
“Zhanzhan”
“Quiero verte, sal conmigo”
“si”
Ambos rieron en, Ying fue el primero en caer dormido, su rostro reflejaba inocencia pura tras la pantalla, el hombre que antes había estado tocándose para el ahora dormía como un ángel, admiro un poco la imagen hasta que colgó dejándole dormir tranquilo.
Zhan: “Lo dije enserio, quiero conocerte”
Son una sonrisa en la cara y una extraña sensación de felicidad por fin callo dormido el también.
