-¿Quien iba a imaginar que me ibas a tener así?.-susurro contra su oído Lan Zhan mientras sujetaba ese pequeño cuerpo que tanto había soñado con poder tocar, su pecho saltaba como aquellos conejos que solían ser sus mascotas en la infancia.
Los brazos de Wei Ying se aferraron a la ancha espalda de Lan Zhan, aquel evento que había esperado tanto por fin podía rendir frutos al encontrarse en los brazos del hombre que lo había estado atormentado en sueños, del hombre al que su alma parecía reconocer de otra vida. Con el mentón apoyado en su pecho su mirada de plata se encontró con el oro. Cálido. En ese instante solo existían ellos dos, el mundo que los rodeaba se desvaneció como pintura siendo lavada, solo ellos dos en el mundo hasta que ya no.
El sonido de una tos fingida los obligo a separarse. Wei Ying miro mal a Jiang Cheng por obligarlo a salir de su ensoñación.
-Lamentamos interrumpir su encuentro pero nos podrían explicar qué está pasando aquí.- pregunto el joven Jin que sujetaba la mano de Yanli.
Ambos hombres se vieron a los ojos sin saber por donde empezar.
-Disculpen la interrupción pero joven Lan ¿qué es usted de mi ahijado?.-pregunto Fengmian a pesar de la molestia de su esposa y sus hijos por meterse donde no le llamaban.
Lan Zhan bajo su mirada para encontrarse con la de Wei Ying, su mano se entrelazo con la ajena suavemente esperando el agarre ajeno, Ying apreto.
-Estamos saliendo.
Mucho tardaron en ponerse al día los de Yunmeng con el de Yiling pero aun así el ojisol no se fue de su lado, extasiado con cada palabra que salía de la boca ajena para el era como una melodía angelical que podría escuchar eternamente. La sonrisa tan radiante como el mismo sol, las micro-expresiones todo le parecía maravilloso.
Un cuadro que podría ver eternamente sin cansarse. Pero pronto tuvo que dejar de admirarlo, a lo lejos pudo ver a sus amigos llamándole discretamente, educadamente pidio permiso de retirarse y fue al encuentro de sus amigos.
-¿Es él?
-Si.
-Amigo, caíste.- sentenció Song Lan.
-Creo que si, caí.
(...)
Mientras Jiang Yanli cometaba la futura boda a la que estaba definitivamente invitado Wei Ying reía, habían pasado meses desde la ultima vez que fue parte de los hermanos loto y no había caído en cuenta de lo mucho que los había extrañado hasta ese momento. Ellos hablaron de sus relaciones y la empresa familiar, el hablaba de la familia los nuevos trabajos y el avance de sus pacientes, de la emoción de su futuro sobrino y del hombre que momentos antes había estado sujetando su mano como si fuera lo mas preciado que existía en el mundo.
-A-Ying.- llamó la matriarca dándole una sonrisa recatada y abriendo los brazos para el. No dudo en buscar el abrazo de su madrina. Yu Ziyuan acaricio los cabellos de su ahijado.- Mira cuanto has crecido, tan guapo como siempre y con buen gusto para los chicos por lo que veo. Pero sigo enojada contigo, no has venido a casa a comer.
-Ire pronto tía, lo prometo.
-Mas te vale idiota, ahora creo que tu novio te esta esperando.- dijo señalando al chico de traje blanco que bebía tranquilamente junto a un hombre mas alto y uno mucho mas pequeño que ellos dos, cuando Wangji se percató de las miradas sobre el dio una sonrisa.
-Voy por mi hombre, nos vemos luego.-dijo tratando de apresurarse al encuentro de su amigo hasta que una mano se posó sobre su hombro.
-Ellos estarían orgullosos del hombre que te haz vuelto.
