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Recordaba la primera vez que tuvo una de esas llamadas, cuando por fin pudo colgar no se reconoció a si mismo, su pasión siempre había sido ayudar a los demás, hacerlos felices por eso estudio medicina. El había sufrido depresión y ansiedad la mayor parte de su vida y ahora ayudar a esas personas con el mismo problema era algo maravilloso pero aparte de eso al ayudar a las personas a tener una mejor vida el quería hacer feliz a mucha más gente curiosamente descubrió que el sexo hacia feliz a las personas. Entonces el segundo negocio inicio, nunca se encontró con sus clientes, al igual que en su primer empleo la gente se sentia mas comoda del otro lado de la pantalla, sintiéndose seguros de que no eran vistos y juzgados, Wei Ying los hacia sentir felices, deseados. Amaba su trabajo, ese mismo trabajo que lo había llevado a encontrarse con esos ojos dorados que tanto lo habian hipnotizado, era hermoso, aun a través de una pantalla pudo ver pureza y nobleza en su mirada. No eran las mejores condiciones para conocerlo.

En ese momento solo había placer de por medio el instinto humano de satisfacerse pero aun en esas condiciones se sentía realmente agradecido de haber aceptado ese trabajo.

Nunca había sentido tal necesidad de encontrarse cara a cara con nadie pero ahora anhelaba el día de la fiesta de su nuevo amigo, no se había avergonzado nunca de su trabajo. Su Qing-jie y Li-jie lo apoyaban pero justo ahora frente a un chico como el por primera vez se preguntó si el sería suficiente.

Las enfermeras le saludaron como siempre, riendo ante su apariencia que aunque según todos el trataba a los locos era el doctor quien parecía loco. Pantalones ridículamente ajustados de color negro apreciaban sus piernas resaltando las suaves curvas de su cuerpo, el top de malla que llevaba puesto tampoco ayudaba mucho a dar una idea de que era un medico y no un paciente.

-Alguien hágame el favor de repetir por que dejo a este idiota trabajar aquí cuando parece loco

-Por que me amas.-Wei Ying saludo como de costumbre a su primo mayor, Wen Xu solía ser el más serio de todos siempre sonriendo democráticamente como si hubiera tomado un curso para eso, pero ahora era una sonrisa más real como siempre cuando estaba con alguno de sus hermanos.- ¿Como esta Chao?

-Mejor que antes.

Ambos hombres recorrieron los pasillos del hospital charlando de cosas sin sentido, Xu preguntaba del otro trabajo de su primo y Ying conversaba alegremente sobre su nuevo amigo.

Los Wen siempre habían sido liberales así que no les importaba pero ahora era complicado, los Lan eran los abogados de confianza del hospital y por lo poco que había conocido a Lan Zhan era complicado decir que una llamaba había cambiado tanto al chico serio que había conocido siempre.

Entonces recordó la mirada tierna de su primo  un tierno ninfómano, si que era posible. Las apariencias engañan.

-Estare en mi oficina, ve a redactar tus informes y pasaré a buscarte al almuerzo iremos a comer con papá ¿te parece?

-Sip, nos vemos luego Xu Ge
Apenas puso un pie en su oficina la nostalgia lo recorrió trabajando rápido se acabó por aburrir muy pronto.
La idea brillo maliciosa en su cabeza.

Ying:"Zhan-ge ¿ocupado?"

Zhan:"Reunión, aburrida"

Ying:"¿que te párese si te saco se allí?"

Zhan:"estaría eternamente agradecido"

Ying:"Pon el alta voz"

Cuando la llamada entró no dudo en contestar, Wei Ying se dio cuenta que las clases de actuación que tomo con Chao años antes realmente eran útiles.

"LAN ZHAN AYUDAME POR FAVOR, ENTRARON A LA CASA POR FAVOR AYUDAME NO LOGRO ENCONTRAR A MIS HERMANOS ESTOY ASUSTADO"

Cuando su tío escuchó los gritos aterrorizados del teléfono de su sobrino no dudó en dejarlo ir, Lan Zhan también era buen actor, la preocupación por su amigo estaba pintada en su rostro de tal modo que ni su propio hermano quien parecía leer su mente todo el tiempo creyó su mentira. Bajando a tropezones al parqueadero y emprendiendo el camino a casa devolvió la llamada.

-No volvamos a hacer esto.

-Una al año no hace daño.

La charla sigui todo el camino hablando de cualquier cosa sin sentido.

-A-Zhan

Un escalofrío le recorrió la espalda de pronto, ese tono en su nombre era embriagante.

-Quiero verte.

Apenas pudo entrar a la casa antes de activar la función de video llamada

La imagen del cuerpo de Wei Ying apenas cubierto por sus ropas lo emociono, sus pequeños botoncitos rosados estaban duros tras la tela de malla, sus largas y plenas piernas estaban abrazadas por el cuero negro y su redondo y generoso trasero era una tentación del infierno. La exposición de Wei Ying duro unos minutos mas en los que posaba frente a la camara, minutos en lo que lo unico que podia hacer era ver con anhelo a la pantalla pero no solo era deseo lo que habia en el, tambien habia admiracion en sus ojos, las suaves y pequeñas curvas de su cuerpos, la forma en que se arqueaba y sonreia, noto una pequeña cicatriz en su pecho justo en el lugar donde el mismo tenía el tatuaje del sol que se hizo en la facultad. Pequeñas cicatrices que deseaba tocar, cada rincon de su cuerpo era un templo que quería adorar.

-Eres hermoso.- susurro apenas logrando sonrojar a Wei Ying, pronto el sonrojo en su inocente rostro se transformó en una expresión de total lujuria, apretando sus pequeños botoncitos al punto de dejarlos rojos Lan Zhan deseaba mandar todo al carajo y conducir a Yiling nada mas para besarlo, sus rojos labios se separaban entre gemidos tentandole, deseaba ser el quien recorría su piel dejándola roja por sus marcas, deseaba ser el quien lo hiciera gemir.  Antes de que pudiera procesarlo el pantalón del chico habia caido hasta sus tobillos dejando en claro que no habia ninguna prenda bajo el cuero.

-A-Zhan

Sus pequeñas manos subían y bajaban acariciando su miembro pero a Lan Zhan no le importaba eso en absoluto, el mantenía la vista fija en su rostro en como aquel bello rostro cambiaba lleno de sensaciones nuevas a cada instante, como parecía tensarse y relajarse poco a poco como su rostro pasaba de plenitud a completo desvarío. Podía enamorarse de esa vista, el nunca había tenido gran apetito sexual pero con ese chico todo lo que creia conocer de el mismo se fue al carajo. Los gemidos de Wei Ying llamandolo tan necesitado hicieron efecto sobre su propio cuerpo, su mano busco aliviar a su miembro, subiendo y bajando hasta el punto de ver estrellas.

-A-Zhan no puedo mas

-Yo tampoco A-Ying voy a acabar

Casi como si se hubieron puesto de acuerdo el orgasmo los golpeo al mismo tiempo dejándolos exhaustos y perdidos unos minutos, ninguno de los dos podía esperar para compartir ese momento frente a frente, Zhan sonrio a la cámara cuando se pudo recuperar mejor, sus labios se separaron para hablar pero antes de esto el ruido externo llego.

-SEA LO QUE SEA QUE HICISTE EN ESE LUGAR MAS TE VALE QUE TE ARREGLES PRONTO QUE PAPÁ NOS ESPERA, DESVERGONZADO

Una carcajada fue lo último que escucho antes que la imagen se quedara congelada lanzando un beso, la llamada termino.

Tras la vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora