8° Como arena.

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―¿Qué hace él aquí?―

El sonido del viento chocando con la arena caliente del desierto, levantándola y pronto volviéndola pequeños remolinos era lo único que se lograba escuchar tras la pregunta de Set; su mirada no dejaba de enfocar a su hermano Osiris quien le mostraba una amplia sonrisa.

―Buenos días, hermano.―

Hoy se suponía iba a ser uno de los mejores días para Setesh. Por fin Jibade fue visto por el mismo Thot para ver si era aceptable que continuara con sus labores o por el contrario tendría una semana más para descansar sus heridas. Una de sus nanas avisó al joven Dios quien rápidamente comenzó a alistarse con su armadura, sin esperar a que las sirvientas si quiera la ayudaran en esa oportunidad, era la primera vez que veían al niño tan apresurado por hacer algo que regularmente harían ellas.

Una vez terminó de alistarse comenzó a correr para buscar a alguno de los guardias con los que regularmente entrenaba o estaba presente en sus entrenamientos. Al parecer todos ellos ya sabían que su líder, Jibade, estaba en pie nuevamente y listo para comenzar con sus labores regulares en la casa de Ra.

Un fuerte "¡Señor! ¡No puede salir sin escolta! ¡SEÑOR! ¡ESPERE!" fue lo que le acompañó estando corriendo por dunas hasta divisar un pequeño campamento sabiendo que estaba ahí Jibade de pie, esperándolo. Incluso sentía que la arena, en lugar de estorbarle, le ayudaba a seguir corriendo como si de suelo firme se tratara; los ojos de Set divisaron una amplia espalda junto con una venda que rodeaba una cabeza, era Jibade. Setesh incluso sintió sus ojos escocer por las lágrimas que comenzaban a bordear sus ojos, sin embargo toda alegría se vio frustrada cuando al estar mucho más cerca vio a su hermano Osiris parado mostrando una sonrisa amplia.

Su día se había arruinado.

Ese debió ser un momento solo de Set y Jibade, pero su hermano lo frustró todo.

No creyó que esa sería la primera de las muchas emboscadas de su querido hermano mayor.

―Buen día, señor. El Gran Ra pidió que el Señor Osiris nos acompañara en nuestros entrenamientos de hoy en adelante.―

―¿Por qué?―

Osiris no pensó que Set rápidamente estaría renuente a que él los acompañara en los adiestramientos, le dolió ver que su hermano lo quería lejos pero lo enmascaraba con aquella sonrisa amplia.

―Quiero practicar a tu lado, hermano.―

―Llevo mucho tiempo en esto, tu recién inicias, no estamos en un mismo nivel.―

―No es difícil.― Set arrugó el entrecejo ante la soberbia de su hermano mayor; Setesh mismo sabía lo duro que era trabajar bajo el abrasante sol del medio día, así como también someterse a una rutina de ejercicios para mantenerle siempre ligero. Su cuerpo soportó muchas caídas por mano de los soldados y el mismo Jibade.

Set se sintió tan subestimado por su propio hermano. El favorito de Ra.

El menor de los cuatro hermanos soltó una ligera risa y observó directamente los ojos de su mayor.

―Para ti lo será.―

―Señores, por favor, comencemos cuando antes, el sol de medio día les dará más trabajo.― Set suspiró sin dejar de ver a su hermano y cuando lo hizo, sus ojos vieron a Jibade; con él, el niño solo pudo asentir con la cabeza borrando toda molestia. Tenía que aprovechar el regreso del semi dios, su hermano no iba a arruinar ese momento.

―Bien. Dame algo para comenzar a pelear.―

Los soldados se miraron de reojo al escuchar las palabras de Osiris.

HOURGLASS [EmmSeth]Where stories live. Discover now