26(.-.)

110 14 1
                                    


(maratón 2/2)



NY.-.


Fue antes de que saliera por un paquete que quise comprar, fue antes de que hablara con Yoo por llamada y fue antes de todo.

No sé qué es lo que quiero decir con esto, pero lo que puedo explicar es que no sé cómo sentirme.

Sana es una persona que me cae bien, que me tiene confianza y lo apreció, pero esto no me agrada para nada.

No me gusta que me hagan conocer gente y le pienso decir en el momento justo, pero ahora solo quiero tirarme en el puente del rió Han o que me dejen en un desierto para siempre.

Ver a Jungkook solo me hizo querer dar la vuelta, porque suponía que era él aquel sujetó que tengo que conocer al divisarlo de lejos, ¿Por qué no me di cuenta?, Sana me iba contando en el carro, cosas como que era un nutricionista, tenía 23 años, es divertido. Y yo bueno no me di cuenta por que ando más metida en mi celular que nadie más.

— Nayeon, mi primo no va a poder venir.

Parpadeé al escuchar mi nombre y sus palabras, viendo por última vez al susodicho y sonreír a Sana.

Estoy feliz.

Porque si tenía que estar al lado Jungkook las horas que no sé cuántas son, podría decirse que estaría incómoda y me llega un huevo lo que el piense o como se sienta.

Simplemente prefiero pensar que no lo vi, él no me vio y felices, y pienso que él lo ve así también.

— Es una pena — agarré mi pecho — pero bueno, creo que...

— ¡SANI!

Los tres volteamos a la vez, viendo a espaldas de Sana a un estúpido que corría hasta estar a nuestra altura.

¿Qué mierda le sucede a éste?

Rodeó los ojos y hago una mueca, ¿Por qué rayos vino?, ¿Qué le pasa a este ser tan bruto?

Me crucé de brazos y saqué mi celular de mi bolsillo trasero, intentado distraerme.

— ¿Qué pasa JK? — miré de reojo a los dos.

— No tengo nada que hacer — abrí mis ojos de par en par, ¿Que está tramando? — y bueno...

— Sana tengo algo urgente — llamé la atención de los tres ahora en mi — mi amiga Yoo se acaba de caer de las escaleras y bueno — mostré mi celular — me tengo que ir, me necesita, sus padres están en el extranjero...

— Jimin me dijo que está bien.

Y me salía humo por la nariz, sentía que mi vena se saldría de mi cabeza si el no cooperaba, lo intento salvar de su propia tumba que está haciendo.

— ¿Ustedes... — mire a Sana que señalaba a Jeon y luego a mí — se conocen?

— ¡No~! — dijimos al mismo tiempo, mirándonos, a lo que chasqueé mi lengua.

— Bueno, vamos de una vez, Mi Tae esta invitando y no ha hablado en todo el rato — miro al mencionado — TaeTae reacciona — movió una mano en su rostro, sacando del trance al chico.

— Lo siento, vamos — le extendió su mano a la japonesa que recibió sin dudar.

Ellos empezaron a avanzar dejándome con el tarado de su primo que al tener un metro y medio a ambos me gire a ver al antes nombrado, señalándolo.

LO QUE PESA EL AMOR // NayKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora