19(.-.)

114 17 1
                                    



NY.-.


Burla.

Humillación.

¿Bullying? O más bien acoso. Y que cuenta con varias cosas.

Sufrí en la edad de 14 años sobrepeso, tenía varias amigas, pero se fueron con el paso de mis kilos subidos. No entendía en ese entonces nada, porque yo no veía ninguna diferencia en mí, seguía sonriendo a pesar de que ellas me miraban de arriba para abajo. ¿Fue mi culpa? Tal vez si, subí y solo yo tenía el control de esto, pero nunca lo supe manejar. Hasta cierto punto donde me gritaron en el salón frente a mis "compañeros"

— Gorda, eres una obesa...

Yo no hice nada en ese momento, porque pensé que le decían a otra persona atrás mío.

Si. Era una creída en la secundaria, acompañaba a mis amigas a burlarnos de personas que eran inferior o no tenía lo que le decíamos "hermosura como nosotras", algo estúpido, y me arrepiento mucho de ello. Porque ahora sé cómo se sentía una persona igual que yo. Con sobrepeso.

Jeongyeon se quedó conmigo desde que la conocí en un jardín de niños, ambas a veces teníamos mentalidad de adulta cuando una se portaba como adolescentes tonta o cometía un error que la otra no veía. Yoo, estuvo ahí en todo. Es ella una verdadera amiga y aún lo es.

Hubo un momento donde antes que pasara mi humillación, antes de que suba kilos, me acuerdo cuando, querían que no me juntara con ella, diciendo siempre que no tenía y no tendrá los niveles que nosotras, no la defendí ese día como debió de ser, no se lo comenté a Yoo para nada.

— Tienes una semana para dejar de hablarle, si no lo haces, te vas del grupo.

Era tan descarada. Al querer hacerles caso y mentí.

Dije que lo había hecho, empecé a hablar mal de Yoo y ella nunca lo supo, hasta cierto día, donde iba caminando con "mis amigas" y ella me saludó.

— Nayeon-Unnie — corrió y me abrazó, para separarse y ver a mis costados — hola — reverencio, con una sonrisa forzada. Sabía muy bien que no le agradan mis amistades.

— Que haces un sapo suelto — dijo Meirin, la que "liderada el grupo", haciendo reír a las demás.

— ¿Nayeon? — mire a Yoo, para bajar mi cabeza. ¿Arrepentida es poco?, porque siento que sí.

— Nayeon, elige — mire a Meirin, mis ojos querían compasión, pero su rostro no mostraba emoción.

— Nayeon, no es necesario... — alce mi cabeza a ver a Jeongyeon, sabía que sus ojos no tenía la alegría que me daba cuando yo pasaba por cosas malas. Necesitaba ser madura, pero no podía enfrentar el momento —Siempre seré tu amiga a pesar de las malas vibras — mis ojos me empezaron a arder, no había parpadeado en ningún momento — soy tu amiga Nayeon, siempre.

La vi irse y mi pecho lo sentí apretado.

— Vayámonos Im.

Y pensar de que, pensé que era eso amistad, que tenía << grandes amigas >>. Una porquería de gente.



(...)



No me había movido mucho. Bueno unas diez calles que no conocía, pero que me podían ubicar por los postes con su nombre en cada esquina.

El clima empezaba a sentirse pesado luego de la llamada con Jeon. Debería de agradecerle y luego ir al departamento, para buscar consuelo en cobijas.

No entiendo cuál es el sentido de hablar mal de una persona, les encanta al parecer sentirlos mal, les satisfacen verlos llorar, rotos por dentro.

— ¡Nayeon! —giré mi cuerpo para atrás, viendo a Jungkook, y tenerlo a unos siete pasos de distancia. Sonreí... intenté, pero fue más una mueca.

— Gracias —metí mis manos en los bolsillos de mi pollera, buscando calentarlas.

— ¿Estás bien?

— Te dije que si —baje y subí mi cabeza, mordiendo mi labio inferior.

— Es bueno preguntar por segunda vez —sonrió, haciendo sobre salir sus dientes.

— Bueno, ¿sabes para donde puedo salir de aquí? —señalé las calles.

— Oh... te guío por donde —se hizo a un lado y me puse a su altura, para empezar a caminar.

— Oye... —volteo su cabeza, alzando sus cejas para que proseguirá— ¿Mi chocolate? —mostré mi mano.

— Me lo tomé —se sobo su nuca, para deslizarse en su cuello — pero... —descolgó de un hombro la correa de su mochila, para posarla en su pecho y abrirla, buscando algo y ver como saca un paquete transparente con un queque dentro — toma —me extendió el paquete.

Lo tomé y abrí — ¿De qué es? — partí un pedazo de queque y lo pose en mi boca.

— De Zanahoria.

Abrí mis ojos rápidamente y saque de mis bolsillos una servilleta, dándole la espalda a Jeon y escupiendo en ella, lo lancé en un tacho de basura y le devolví el paquete a Jungkook.

— ¿Qué pasó? — puso cara de confundido, y agarro el paquete en su mano, con un mojin en sus labios.

— Odio, detesto... la zanahoria... —saqué mi lengua un sintiendo el queque en mi boca.

— ¿Qué te hizo la zanahoria ahora? — frunció sus cejas, guardando el queque en su mochila y cerrando éste, para luego cruzarse de brazos.

— Es asquerosa, no entiendo cómo puede gustarte.

— Haber Nayeon — se removió. Habíamos dejado de caminar y estábamos en... no se — Es rica en varios nutrientes como Vitamina A y Carotenoides. Son una fuente de minerales como potasio, fósforo, magnesio, yodo y calcio. — renombro cada uno en un dedo — También contiene Vitamina B3, Vitamina E y K y folatos — sonrió, al parecer le encanta la verdura, enamoradizo — es un excelente vigorizante para mente cansadas y restauradora de nervios — hizo una pausa, para ver como intentaba recordar algo y luego verlo chasquear sus dedos — fortalecen las uñas y el cabello.

— Oh~ — digo sarcástica abriendo mis ojos mostrando asombro por lo dicho, pero luego ponerlos normales — sé que ayuda en varias cosas Jungkook.

— ¿De niña no te gustaba la zanahoria? — hizo una mueca con la boca, dando vuelta para empezar a retomar el camino.

— Digamos que si... — me puse a su altura — a la edad de seis años no me gustaron y sigue ese desagrado.

— Ósea que antes si te gustaba — afirmó, no pregunto — ¿Por qué ah?



______________________________________________


_I am yellow for you

LO QUE PESA EL AMOR // NayKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora