Capitulo 18

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En la Tierra. Darien pov's

Seguía recordando el momento exacto en que Serena se desapareció delante de mis ojos, era médico y sabía que las heridas que le había causado podrían provocar un aborto. Es más, había apuntado directamente a su vientre con esa intención, pero cuando la irá de sentirme traicionado empezó a diluirse un poco... pude pensar con la cabeza.

Quería recuperarla y si la había hecho perder a ese bebe, sería imposible que ella me perdonará. Debía averiguar a donde había ido y conseguir hablar con ella, le haría creer que la perdonaba e incluso le diría que me haría cargo del bebe y cuando este naciera conseguiría que le diera en adopción.

Esa idea iba creciendo con fuerza en mi mente y la veía como lo más factible. Así que, con esa idea en la cabeza, me fui a casa de Serena con la intención de hablar con ella. Había pasado más de un día y sabía que ella me dejaría hablar, le diría que no sabía que me había pasado y que de alguna forma había sido influenciado por el odio.

Estaba seguro de que ella me creería, Serena jamás dudaba de mí y esta no sería la excepción. Ella me había salvado del control del enemigo muchas veces como para no saber que haría hasta lo imposible para que yo me encontrará bien.

Sonreí feliz, encontraría la forma de que me perdonará y volviera a mi lado, con el tiempo me libraría del estorbo y crearíamos nuestra preciosa familia junto con Rini.

Había decidido caminar para ir a la casa de Serena, pues quería tener tiempo para pensar, pero cuando llegué me sorprendí de ver todas las persianas cerradas. 

Extraño.

¿Por qué Ikuko no había abierto las persianas? Serena solía ser una perezosa y dormir mucho, pero eran las 12:30 pm. Su mama debería estar haciendo la comida e incluso Serena debería estar despierta para esta hora... ¿Quizás le había hecho más daño del que pensaba y había acabado en el hospital?

Toqué a la puerta, pero después de casi 20 minutos esperando desistí. ¿Dónde podían estar?

Aprovechando mis estudios y que hacía prácticas a veces en el hospital, fui hasta allí y revisé los ingresos en urgencias con ayuda de una compañera muy agradable pero no había ninguna Tsukino en la lista.

Fruncí el ceño y después de dar las gracias, salí del hospital. No podía decir que estaba tranquilo, pero tampoco estaba angustiado, la verdad que solo en una ocasión había llegado a angustiarme y fue cuando aquel enemigo hizo que Serena casi muriese. Por lo demás siempre había estado bastante indiferente a cuando ella era herida, le preguntaba cómo se encontraba y listo.

Pero ahora me recriminaba no prestar atención, fui al templo pues Rei era la única de sus amigas que siempre me informaba de todo e inclusive me había ayudado a enterarme del engaño, aunque su intención había sido que yo le diera una sorpresa a Serena apareciendo como que era una casualidad.

La sorpresa me la llevé yo, gruñí. Maldita. Aún no lograba entender con quién me había sido infiel, pero esas últimas palabras que me había dicho... sobre que el bebe era hijo de su marido y también la defensa que había hecho de Seiya. ¿Acaso era la guardiana de la otra princesa, el padre de su bebe?

Si ese fuera el caso sería aún más sencillo de deshacerse de ese bebe, lograría que lo enviará con su padre o que su padre viniera a por él y ese estorbo desaparecería de mi vida. 

Me sorprendía a mí mismo por la cantidad de odio que contenía mis palabras, pero no podía perdonar a Serena, se suponía que me amaría a mí y solo a mi para siempre, y me había abandonado por alguien más. Igual que mi familia me abandonó.

Lagrimas del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora