Capítulo 3

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(Narra Anne)

_Gilbert, devuélveme mí lápiz. -dije en silencio ya que el señor Philips estaba leyendo y si me escuchaba me regañaría.

Era viernes por fin. Estábamos en la tercer hora. Pude sobrevivir una semana sentándome con Gilbert. Por poco.

Se esmera en hacerme la vida imposible con sus estúpidas bromas. A las que él llama "bromas con cariño"

_No lo tengo yo. -contestó el idiota de Blythe con una sonrisa burlona.

_Sé que lo tienes, ¡dámelo ahora!

_No, no te lo voy a dar.

_Devuélveme MI lápiz -dije haciendo énfasis en MI.

_No

_Si

_No

_¡Que sí!

Gilbert sonrió arrogante y saco mí lapiz de su bolsillo.

Se lo arrebaté de su mano y le saque mí dedo en medio. A lo que el saco su lengua.

Largó una carcajada baja para que el profesor no escuchara tapándose la boca

Me dí la vuelta para que el no me viera ya que estaba usando todas mis fuerzas para no reír también.

No me gustaba estar con Gilbert. Pero, debo admitir que hay una parte en mí. Dentro, muy dentro, que no le molesta estar con él.

Pasaron unos minutos cuándo el señor Philips de distrago.

_Anne. -susurró Gilbert mirándome.

+Que ni siquiera lo piense.

Y no se me ocurrió mejor idea que ignorarlo.

_¡Anne! -tocó mí brazo suavemente.

_¡Zanahorias! -dijo en un tono más fuerte jalándome el cabello.

No sé cómo ni por qué, pero un impulso hizo que la carpeta en la que estaba escribiendo quedará estampada en su cachete izquierdo.

_¡Shirley! A la oficina del director ¡AHORA! -gritó el señor Philips.

Miré a Gilbert que estaba igual de sorprendido que yo por lo que acaba de hacer. Tenía su mano en su cachete. Creo que le dolió. Pero se lo merecía.

+Ooh Blythe, juro, juro que voy a matarte con mis propias manos.

Miré hacia abajo mientras recibía el reto del profesor.

_Señor Philips -dijo Gilbert parándose de su asiento- Y-yo fuí quién la molesto. Yo debo ir a la oficina del director. -terminó de decir firme y seguro de sus palabras.

La mirada del señor Philips se fue de mí había el.

_En ese caso... ¡Los dos a la oficina del director ahora mismo!

(Narra Gilbert)

Lo sé, lo sé es mí culpa y lo acepto

Nos paramos de nuestros asientos recogiendo nuestras cosas.

Podía escuchar pequeña risas risas de parte de nuestros compañeros.

Miré a Anne quién me dedicó una mirada para nada, absolutamente nada amigable.

Es decir, me gusta molestarla, además no hago nada grave. Me gusta la cara de enojo que hace o cuando arruga la nariz para insultarme o sacarme su dedo del medio. Creo que la palabra "idiota" ya se volvió parte de mí nombre, ya que este semana la he recibido muchas veces por parte de Anne. Pero, cuándo tiene esa mirada, justamente esa. Significa que corras o te tirá una silla en la cabeza o lo primero que tenga a su alcance. Y la segunda, corre porque te mata.

Por un lado me merecía que me pegara con su carpeta.

No tengo idea que es, pero sentí un sentimiento raro en mí estómago, ¿Mariposas? Nah, no me hagan caso, ya se me pasará.

El profesor se levantó de su asiento para abrirnos la puerta y que nosotros salgamos.

Ya a fuera, nos dirigímos a la oficina del director.

_¿Eres estúpido?

_¿Es una pregunta o una afirmación?

_Gilbert, en serio. No es momento de bromas.

_Y es una afirmación, solo que debía preguntarlo para ver si admites lo tonto que fuiste. -terminó de decir Anne cruzándose de brazos.

_Lo sé, y en verdad lo siento mucho. No quería causar problemas.

_Espera -paró en seco-

_Gilbert Blythe acaba de pedirme perdón por primera vez en la vida

_Que sorpresa. -dijo con una sonrisa.

_Ya ya, no toques mí lado de vulnerabilidad por favor. -dije y ambos reímos levemente.

Llegamos a la oficina y me apresuré para llegar antes que Anne y así abrirle la puerta.

Soy molesto lo sé, pero todo lo que hago es en juego y nada más, solo, bromas tontas. Mi padre me enseñó a respetar a las mujeres, a las personas en sí. Pero siempre estaban esos consejos en los que siempre me recordaba. "Jamás debes forzar a alguien hacer algo", ect.

Y eso es algo que siempre tengo muy en claro.

Abrí la puerta y ella pasó.

Me dedicó una media sonrisa a la cuál yo le devolví con otra.

Estaba la secretaria tecleando en la computadora.

Nosotros esperábamos que nos prestara atención pero ni siquiera se dió cuenta nuestra presencia.

Anne aclaró su garganta para que al fin la señora Rosswod, de 70 años de edad y secretaria de esta escuela hace 30 años nos mirara al fin.

_¿Que pasa niños? -preguntó sacándose los lentes y colocándolos en su cabeza.

_Emm... El Señor Philips, pidió que nos dirigieramos aquí por hablar en su clase. -contesté rascándome la nuca.

_Ya veo. -se levantó de su siento e hizo una seña para que la seguiremos mientras murmuraba algo que no alcanzaba a escuchar.

_Sientense aquí. El Director aún no llega por lo tanto tendrán que esperarlo.

Estuvimos un rato hablando de cosas para nada importantes.

_Reconozco esa voz. -le dije Anne tomandola del brazo.

_No puede ser....

_¿¡Paul?!

Te Eligo A Tí -Anne y Gilbert-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora