• Mío •

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A Renjun se le ocurrían en ese momento un millón de lugares donde preferiría estar, pero se dijo que si ya había dado el primer paso lo mejor sería terminar.

- ¿De qué quieres hablar, Lonyin?- preguntó su padre, mirándolo preocupado.

- ¿Te acuerdas de que siempre me decías que no debía tener miedo de participar en clase? Si sabía la respuesta, podía decirla con confianza.- dijo Renjun.

- Sí. No quería que la timidez te impidiera expresarte.- dijo Zhao.

- Creo que ese es problema, papá... Has dicho que ya no hablamos como antes y es cierto, pero a veces siento que ya no puedo decírtelo todo.- confesó.- Hay cosas que me da miedo decirte por cómo puedas reaccionar.-

-¿Temes que vaya a molestarme contigo?-

- Quizá lo hagas, eso es asunto tuyo. Lo que me da miedo es cómo voy a sentirme por tu reacción.- dijo Renjun.- Y me causa conflicto porque tú querías que tuviera confianza para expresarme, pero cuando lo hago a veces desmeritas lo que siento.-

- ¿Qué? Vamos, Renjun, eso es ridículo. No sé a dónde vas con eso.-

- A que lo estás haciendo otra vez... Te dije que a veces restas importancia a lo que siento y digo, pero tú primera respuesta es decir que es una idea ridícula.- dijo el menor.- Quiero saber que si hablamos, vas a tratar de entenderme. Lo que yo siento importa.-

Zhao lo miró sorprendido y dejó la taza de café en el escritorio, olvidando totalmente sus exámenes.

- Claro que sí, Renjun.-

- Pero importa incluso aunque no estés de acuerdo.- dijo.- Si yo pienso algo, tengo sentimientos diferentes a lo que tú quieres para mi... Aún así importa.-

- Por supuesto que me importa, quiero que tengas la confianza para decirme las cosas...- dijo Zhao.

Observó a Renjun bajar la mirada a sus manos, guardando silencio sin saber qué decir. Jamás se le había ocurrido que había llegado a hacer daño a su propio hijo o hacerle sentir que no le importaba cómo se sentía.
Siempre había tratado de cuidar de él, de no permitir que nadie hiciera a Renjun sentirse pequeño, y en ese momento le dolía y desconcertaba escuchar que había sido él mismo quien le provocaba esos sentimientos.

-¿Te he hecho sentir que no tomo en cuenta tus emociones, Lonyin?- preguntó, suavemente.

- Sé que no lo haces a propósito.- susurró Renjun.- Sólo estás tratando de cuidarme, pero a veces al hacerlo dejas de escucharme. Ya no soy un niño, en unos meses iré a la Universidad... Quisiera que lo recordaras, porque ya no puedo seguir quedándome callado. Quiero poder decirte cómo me siento sin que respondas que exagero y cierres el tema... Y si no estás dispuesto a escucharme, mejor dilo de una vez, porque esta conversación es importante para mí y quiero tenerla sólo sabiendo que vas a intentarlo sin regañarme por cómo me siento.-

El menor alzó la mirada finalmente, observándolo con los labios apretados en una línea. Tenía los ojos cristalinos, pero su expresión era bastante determinada.
Zhao entendió que Renjun hablaba en serio, que si en ese momento le decía que no iba a escuchar, su hijo dejaría de hablar. Le dio miedo pensar que si tomaba ese camino, Renjun no sólo dejaría aquella conversación, estaría marcando una línea a partir de la cual ya no sentía confianza para decirle nada más.
Le pareció tan real la posibilidad, porque eso significaba que estaría perdiendo a su hijo.

- Sé que he sido inflexible, pero eres importante para mí. Y me gustaría tener esta conversación... Siempre puedes hablar conmigo.- dijo.

Renjun lo midió en silencio, considerando si su padre hablaba en serio. Cuando encontró la franqueza es sus ojos, decidió que podía empezar a hablarle.

Mine ▪︎ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora