• Enamorado •

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El tiempo después de Chuseok transcurrió con normalidad, sin ningún tipo de sorpresa al acecho. Renjun y Jeno seguían sus tutorías como era acostumbrado.
Sin embargo, la primera semana de noviembre, al coreano lo prohibieron en la biblioteca escolar.

- Aún no entiendo cómo hiciste para que te vetaran de por vida.- comentó Renjun, sentándose en su cama mientras abrazaba su peluche de Moomin, contra el pecho.

Jeno sonrió presumiendo su eyesmile. Estaba recostado cuán largo era, en la cama del chino, con los brazos cruzados tras la cabeza.

- Te dije que no fue de por vida... Sólo hasta el próximo semestre.-

- Jeno, este es tu último semestre, fue de por vida.-

- Bueno sí, pero insisto en que ese librero ya estaba así cuando yo llegué.-

Renjun se rió con resignación. Quizá Jeno hubiera mejorado en sus materias, pero habían cosas que jamás cambiarían, como su habilidad para meterse en problemas o su facilidad para irritar profesores.

A vista de que no podrían seguir usando la biblioteca, las tutorías se habían movido a la habitación de Renjun.

- Además, el nuevo sitio de estudio es mucho más cómodo, Ángel.- comentó Jeno, acomodándose en la cama.

- No sabía que venías a las tutorías por la comodidad.- le dijo Renjun.

- Nah, es por el tutor. Está guapísimo.-

Jeno sonrió cuando Renjun se estiró para besarlo, le paso las manos por las mejillas para profundizar el contacto, tirando de él hasta que el chino quedo semirecostado en su pecho, sólo con Moomin separándolos.
Renjun se alejó un poco, apartándole el cabello de la frente mientras le dedicaba una sonrisa.

- Vamos, bebé, hoy nos tocan Integrales definidas.- le dijo y luego dejó un beso fugaz en sus labios.

- A tus ordenes, Ángel.-

•••

Huang Zhao llegó a su casa con mal humor, desde un inicio.
Estaba especialmente irritable porque en la clase del día había tenido nuevo tema con sus grupos, y parecía que cada vez que abrían un tema distinto, los chavales llegaban totalmente reseteados, ni siquiera recordaban cómo dividir.

Entonces reparó en los zapatos en la entrada, las zapatillas Converse blancas que desconocía junto a los tenis de Renjun.

-¡¿Lonyin?! Estoy en casa.- anunció.

Renjun se tomó su tiempo pero pronto lo escuchó salir de su habitación y bajar corriendo las escaleras.
Tenía el cabello revuelto y parecía un poquito apurado, pero le sonrió con normalidad.

-¡Hey, papá! Creí que llegarías más tarde hoy.- comentó.

- Cancelé todo, estoy decepcionado y no quería quedarme un minuto más.- dijo Zhao.- Vi los zapatos en la entrada, ¿estás acompañado?-

- Sí, estoy en mi habitación con un chico. Estamos estudiando.- explicó a toda prisa.

- Oh... ¿Jaemin o YangYang?-

- Ninguno.-

Zhao lo miró alzando las cejas, así que Renjun le contestó con una mirada de fría seriedad.

- Tengo más amigos, ¿vale?- dijo.- Estaré arriba, hoy es tu turno de hacer la comida.-

-¿Y entonces con quién...?-

-¡Estaré arriba, me gritas para bajar!- anunció Renjun y huyó corriendo escaleras arriba.

La actitud extraña de Renjun tampoco ayudó al mal humor de Zhao, sirvió más para empeorarlo.
El menor a veces llevaba a sus amigos a la casa, veían películas o se quedaban a cenar. Jaemin y YangYang eran chiquillos simpáticos y muy amables, se acercaban a saludar y se despedían. Que el misterioso amigo de Renjun no se asomara ni siquiera, lo hizo pensar que no podía ser un buen amigo.

Mine ▪︎ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora