Sueños y cosas que pienso antes de dormir

Autosabotaje

Tiene mucho que no escribo.
No sé por qué. Solo sé que dejé de hacerlo y, ahora, vuelvo a ello.

Es un sentimiento extraño. Reconfortable, pero extraño. Supongo que es por qué hay cierto contraste en cuanto a los tiempos.

Hace ya un par de años, las noches eran largas, frías, a menudo ruidosas y, tal vez solo un poco agradables.
Era una época en la que no me desahogaba en la escritura. Una época llena de miedos, inseguridades, y uno que otro autosabotaje.
Hoy es diferente (me gustaría pensarlo así). En parte, el sentimiento es el mismo, solo que sin miedo. Igualmente, el ruido que ocasionaba mi autosabotaje, ahora es meramente mental (dejé de manifestarlo, pero sigue aquí). Hoy, encuentro refugio en la escritura.

Puede que las personas a mi alrededor notarán más de lo que se supone deberían; puede que hayan tomado acción de muchas de esas cosas que había en mi… pero lo mental (y elemental) sigue aquí, conmigo, en todo momento; dejó de ser un miedo, para convertirse en una parte de la verdad sobre mi, de quién soy y por qué lo soy.
Debo admitir que nunca deje de dañarme a mi misma; tal vez de manera física si, pero no mental. Hay veces que, incluso aunque yo no quiera hacerlo, una parte de mi decide hacerme sufrir. Como si lo demás no importara, como si nunca hubiera dejado de hacerlo, o como si el tiempo no hubiera pasado y volviera a tener 8 años. No me culpo; se que, algo así a esa edad no es algo ligero de digerir; se que siempre quedan secuelas, efectos secundarios, marcas, como quieran llamarlo.

Se también que, tal vez, nunca esté del todo bien. Aún así, después de pelearme conmigo misma por ser quién soy (mejor dicho, por ser *como* soy) decidí que QUIERO estar bien, para mí. Quiero dejar de sentirme insuficiente. No, no quiero dejar mis miedos, porque aprendí a no tenerles miedo, por absurdo que parezca; además, alguien me dijo un día la frase "tus miedos te tienen miedo"... En verdad quiero creermelo.

Quiero que al verme, me miren como alguien diferente.
Aunque tal vez, por dentro, solo sea yo.