Halloween siempre ha sido mi festividad favorita, todos los años me disfrazó y maquillo para asustar a los niños de mi ciudad, este año, por supuesto, no fue la excepción; tenía planeado vestir con un gran traje de payaso, una de mis amigas estuvo maquillandome toda la tarde para ser lo más aterrador posible.
A eso de las 8 de la noche salimos con un par de amigos más, todos llevábamos hachas y mazos para molestar a la gente, pero algo raro pasaba.
Todos los niños caminaban por las calles con sus disfraces, pidiendo y comiendo dulces. Ignorando por completo a todos los sujetos vestidos de blanco, que estaban parados a mitad de la calle; eran 50 repartidos por todo el barrió, todos vestidos completamente de blanco, todos sin rostros y levitando
Nosotros nos acercamos a uno que se encontraba cerca, temerosos, protegiéndonos con los elementos que llevábamos. De pronto, mi amigo lo golpeó, pero el sujeto no hizo nada, no sé se quejó ni se movió, así que solo giramos y seguimos nuestro camino, ignorandolos toda la noche
Halloween paso normal y todos los niños se fueron a sus casas, mis amigos y yo nos quedamos a tomar en la mía, en un momento de la velada me dirigí al baño, mi cabeza explotaría en cualquier momento. Pero al salir, allí estaban.
50 hombres vestidos completamente de blanco y en el suelo la cabeza de todos ellos. Eran 45 hombres sin cabeza
Los otros cinco ya tenían las de mis amigos; vi sus cuerpos en el piso y luego solo sentí como tocaban mi cabeza por atrás.
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Relatos cortos de una mente sin imaginación
RandomColección de varias historias cortas de distintos géneros reunidos en un solo lugar.