Puntos de vista

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Jane: Era el trabajo más deseado y temido por todos aquí, yo nunca le hice caso a los rumores, era solo un niño, no podía ser tan difícil. Por alguna razón lo primero que hizo al verme fue preguntarme que jugaríamos, se respondió a él mismo y decidió que jugaríamos a las escondidas, así que aquí estoy, buscando.

El pequeño Jimmy: Este escondite es realmente genial, nunca me encuentran aquí, sin duda soy el campeón. Ya he visto a la chica pasar varias veces por donde estoy, siempre ignorando por completo el cuarto, parece que no lo viera.

Jane: Me empecé a preocupar a la media hora de no encontrarlo, luego pasó una hora y luego dos y tres, corría por toda la casa y la encontré, la llave de la puerta que se me prohibió abrir. Si estaba allí sería extraño, la única llave la tengo en mis manos, el niño ni sabría cómo usarla. Era mi única opción tenía que entrar.

El pequeño Jimmy: Vi cómo se acercaba, pero era trampa. Ella no podía venir aquí, es una tramposa, mi padre se lo dijo, ES UNA TRAMPOSA y ahora tendrá que pagar las consecuencias por desobediente.

Satán: Llegamos, no había nadie en la sala, no encontré la llave de su habitación donde se supone que estaba, sabiendo lo que encontraría subí lentamente, abrí la puerta y allí estaba.

- ¡Jimmy! ¿Qué te he dicho de comerte a tus niñeras?

Mi hijo dejó de ser el lobo al que le gustaba convertirse, lo acosté en su cama y durmió, luego de eso solo me quedo guardar los restos de la niñera en el refrigerador, en el infierno las cosas se pudren más rápido.

Relatos cortos de una mente sin imaginaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora