LOVE IN MAGIC I (LUMITY)(THE OWL HOUSE)

Cap 8: Reprimir

Amity

- "Las clases son súper aburridas :'(" – Luz.

Ella era extraña.

- "No deberías mensajear mientras estas en clase" – Amity.

- "Que aguafiestas eres :v" – Luz.

- "Pareces mi mamá" – Luz.

Me hacia reír.

- "Te van a quitar el móvil si te descubren" – Amity.

- "¿Te preocupa que me lo quiten porque así no podrás hablar más conmigo? UwU" – Luz

- "No eres tan importante, Noceda" – Amity.

- "Eso dolio" – Luz.

- "Que buena amiga eres :'v" – Luz.

¿Luz era mi amiga? ¿La debería de considerar como una?

- "Cambiando de tema, Eda y yo iremos a un lugar después de clases, por lo cual tal vez tarde en responder." – Luz

- "Espero que te diviertas" – Amity.

¿Ella me miraba de esa manera? – Mira, Ed, alguien tiene muy "entretenida" a nuestra hermanita. – Se burló Emira desde el asiento del copiloto.

Los tres nos dirigíamos a La Rodilla para pasar el rato en una camioneta de Ed, me invitaron a venir porque después de lo ocurrido en la biblioteca no han parado de perseguirme, disculpándose y "consintiéndome", solo acepte en parte porque quería despejar mi mente con la nieve, aunque eso implicara sentir el estúpido frio. - ¿Acaso un chiquillo hormonal le está mandado poemas cursis de los que tanto le gustan? ¿O tal vez ya le mando nudes? – Siguió Ed con una sonrisa burlona mientras manejaba.

Pero, claro, no dejarían de fastidiarme. – Jodanse. – Ambos rieron y vi la bandeja de mensajes. – Recuerdan a Luz ¿Cierto? – Ambos asintieron. - ¿Qué... ¿Qué opinan de ella?

- Es algo nerd, como tú. – Comento Edric. – Pero es divertida y linda.

- Si, es graciosa. – Le siguió Emira. – Parece buena chica. – Vi mi móvil. - ¿Por qué la pregunta, Mittens?

¿Podía asegurar que mi amistad con Luz no acabaría como la de Willow? – No, no es nada importante. – Ambos se encogieron de hombros, el resto del camino solo vi por la ventana como poco a poco que subíamos la colina el césped se iba volviendo nieve y los árboles se hacían desnudos mostrando sus ramas.

Antes de salir del auto nos abrigamos para no morir congelados. – Ah, nada como la acogedora sensación del invierno de La Rodilla. – Comento Emira apenas bajando de la camioneta. – Que bueno que aprovechamos que padre y madre no se encontraban.

- Espero encontrar algo como un alce. – Ambas miramos a Edric. – Solo quiero verlo, jamás le haría algo, antes me mata el a mí que yo a el. – Le dimos la razón.

Odiaba muchas cosas. - Si quieres puedes ir a explorar un poco, Mittens. – Comento Emira mientras abría la cajuela, pues habíamos transportado algo de comida y agua, entre otras cosas. – Ya ves que los inviernos pasados no venias con nosotros porque te quedabas con madre a practicar. – Por ejemplo, la música clásica, detestaba el sonido del violín.

Odiaba profundamente el frio, no porque me enfermaba o algo, si no por su sensación, lo odiaba porque podía sentir el frio hasta los huesos, de pequeña pensaba que aquello era una maldición, que el frio se deslizara por mis sabanas y perpetuaba mi piel aun con suéteres finos de lana, lo odiaba porque me hacía sentirme más sola de lo habitual, porque cuando hay frio cualquier niño necesita de un abrazo fraternal, pero esos solo los recibían Ed y Em.