LOVE IN MAGIC I (LUMITY)(THE OWL HOUSE)

Cap 2: Larva

Amity

Silencio y polvo. - ¿Qué tal van los exámenes para la Universidad Hexson? - O, mejor dicho, hipocresía y oro.

Aunque eso era una incongruencia ya que los cubiertos eran de porcelana y metal fino, con manteles de tela más costosa en un comedor de madera refinada, sentados como muñecos y comiendo como si fuéramos la realeza en ese salón-comedor tan innecesariamente enorme para nosotros cinco. - Igual de bien que siempre, padre. - Respondió Edric viendo a padre para después tomar un sorbo de su jugo natural elegantemente.

De seguro hiso que la señora de la comida le pusiera cocaína. - No entiendo porque los demás son tan paranoicos por no quedar, es como quitarle un dulce a un bebé. - Comento Emira luciendo impecable.

De seguro otra vez se contactó con esa estudiante problemática llamada Viney para tener "un encuentro", como ella les llama. - ¿Y a ti, Amity? ¿Cómo te va? - Pregunto madre con su típica voz neutra al igual que su mirada. - El profesor Eliot llamo el viernes para felicitarnos de que eras un ejemplo ante la clase.

Y de seguro yo guardaría compostura una vez más, como siempre, como todos los días de mi vida. - Perfecta como siempre, madre. - Respondí tranquila limpiándome con el pañuelo blanco para apurarme de acabar mi comida lo más pronto posible.

Las mismas platicas de siempre.

Cuando acabamos de desayunar, y una vez nuestras cosas en el maletero llevadas por la servidumbre, Edric, Emira y yo nos subimos al auto que sería conducido por nuestro chofer para llegar a Hexside a tiempo, mientras que padre y madre harían sus deberes laborales como cualquier otro día, sin muchos detalles, sin despedidas cariñosas como en las películas y sin siquiera un recordatorio de un "te amo" que sabía que alguno de nosotros nos hacía falta, pero nos habíamos acostumbrado a no tenerlo. - En serio, Mittens, no sabes fingir para nada. - Comento Edric una vez que los tres estuvimos solos en el auto y este empezó a andar saliendo de la mansión con rapidez escuchando como el gran puerton rechinaba para abrirse.

Había una especie de barrera entre el chofer y nosotros que solo la bajaba cuando avisaba que habíamos llegado o algo sobre el tráfico que nos sea relevante. - No sé de qué hablas. - Conteste.

Peor para mí, siempre recibiendo quejas de aquellas caras de espejos. - Le respondiste de forma cortante a madre. - Comento Emira mientras checaba su teléfono para luego sonreír. - Sabes que eso no se hace ni aunque padre te lo diga, Mittens.

Oh, como odiaba ese maldito y estúpido apodo de porquería. - Eso no será nada ante que su caballeroso hijo sea un drogadicto y su refinada hija se acueste con alguien de la edad de su hermana menor. - Los dos carraspearon molestos frunciendo el ceño.

A ambos no les gustaba que les dijera sus verdades, gemelos, tal para cual. - Como sea ¿Dónde te metiste todo el fin de semana? - Pregunto Edric viendo aburrido por la ventana polarizada, mientras que en el interior podías ver los grandes pinos y apenas notabas los locales del mercado y los departamentos junto con algunas casas alojadas en el bosque que se encontraban al exterior, a la inversa solo podías ver las ventanas oscuras, pues a padre y madre no le gustaba que nos distrajéramos con gente de menor estatus que nosotros. - Si no fuera porque madre y padre estaban en un viaje de negocios como cada fin de semana habrías estado de seguro en problemas.

Y no querían tampoco que ellos intentaran acercarse a nosotros. - Si ¿En dónde te escondes? - Pregunto Emira curiosa para luego sonreír burlonamente. - Sera que... ¿Te ves a escondidas con un chico y hacen cositas malas?

Edric la imito y ambos me miraron fijamente. - ¿Por qué debería de decirles? - Ellos alzaron sus cejas confundidos. - Por favor ¿En serio se preocupan por mí?