Capítulo 14: Día caluroso—¿Es todo?— pregunta Levi viendo todo las cosas que llevaba en el carrito de compras, asegurando que compro todo lo que debía.
—Esa pregunta debería hacerla yo, estuviste como un cuarto de hora en la sección de limpieza.
Mikasa y Levi habían ido al centro comercial como era costumbre para reponer alimentos y productos necesarios para ellos cuando se dieron cuenta que estos empezaban a escasear. No era que les hubiera gustado hacerlo en ese día en particular con el insufrible y entrañable calor de primavera, pero como al azabache de ojos azules navales se quedó sin material de limpieza, fue una obligación ir. Levi no aguanta un día sin limpiar.
—Oi. ¿Qué es eso?— pregunto Levi al percatarse de la caja rectangular pequeña pero bastante ancha al final del carrito de comprar.
—Una pileta.
—Graciosa, mocosa. No tenemos espacio para poner una maldita pileta.
Mikasa se quejó con un sonido y poniendo los ojos en blanco.— Obviamente no es una pileta de 15 metros, enano. A penas ocupa un pequeño espacio. Pensé que podría agradarle a los niños refrescarse.
—Para eso tienen la bañera.
—No cuando necesariamente tengan que bañarse.
Levi bajo la mirada a los bebés sentados en los asientos del carrito, Reiji miraba todo el sitio con ojos brillantes de curiosidad y su hermana, Rachel, mordía su mordedero ahora completamente lleno de baba sin importarle lo de su alrededor. Ambos levantaron la cabeza al mismo tiempo, como sí fueran dos robots sincronizados, cuando notaron la mirada de su progenitor. Sin embargo, Levi siguió con su cara pensativa, consistiendo en su típico entrecejo pero con su boca haciendo una mueca.
Mikasa suspiró.— Traigo mi tarjeta sí es lo que te molesta.
—No es eso.— Levi avanza con el carrito mediante la fila para pagar lo hace.
—¿Entonces?
—No hace tanto calor.
—Creeme, te aseguro que va a hacer.
Mikasa había vivido una parte de su infancia en espacios rurales hasta que a los nueve se mudó a las ciudades. Ella había aprendido algo sobre predestinar el clima gracias a su padre. Y Levi confiaba en esa habilidad, más de una vez lo acertó aunque en ocasiones fallaba su instinto. El hombre de baja estatura suspiró.
—No tienen bañadores.
—No te preocupes, de eso me encargo.
Mikasa puso sus manos en cada uno de los hombros de Levi y dejó un pequeño beso en su mejilla. Luego se retiró, seguramente en busca de algo que haya olvidado.
Se aseguró que ella estuviera lo suficientemente lejos para hablarle a sus dos retoños que lo miraban curioso. Levi estaba sonrojado.—Es muy manipuladora con eso.
...
Tal como lo pronóstico Mikasa hace una semana, el calor se hizo insoportable en Shiganshina. Levi odiaba más el calor que el frío, la ciudad en la que vivían tendía a tener climas insufribles pero el hombre de cabellos azabache sufría aún más con las temperaturas altas. Odiaba sudar, los helados derretidos dejando pegajosos los dedos, no poder salir sin que le dé un leve mareo por el clima y más aún, odiaba no poder tomar su preciado té negro a temperatura cálida, como más le gustaba y sobre todo odiaba los insectos como los mosquitos y las cucarachas que aparecían en cualquier lugar remoto. El calor atentaban contra las —pocas— cosas que más le gustaba y provocaba circunstancias que no podía tolerar y hacían notar una vena de enojo en su frente.
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R & R
FanfictionANTES DE SEGUIR, aviso que esto es una secuela de mi anterior fanfic SMITH, sí no quieres spoilers te recomiendo leer la primera parte y después seguir acá. Después del nacimiento de los mellizos Ackerman, Levi y Mikasa aprenderán a lidiar con lo qu...