Cuando por la mañana siguiente se levanta, está rodeado por el cálido cuerpo y el reconfortante aroma de su novio.
Entreabre los ojos y se queda unos segundos así, solo admirando la belleza de su pareja.
Yuji no era un modelo, ni poseía una belleza de otro mundo. Tenía la piel bronceada, rasgos típicos japoneses marcados y lo más distintivo en él sería su desordenado y algo descuidado cabello rojizo suave, rapado a los lados que le hacía tener un toque masculino y rebelde, como de chico malo.
Megumi sonríe por lo contradictorio que es su apariencia, con lo en realidad tan dulce y bueno que es Itadori por dentro. Es su rayito de sol.Suspira y alarga como puede una mano–en el apretado abrazo de su novio y la dirige hacia el rostro del alfa, acaricia su suave rostro, pasa los dedos por los rasgos ángulos y duros, la mandíbula cuadrada, las cejas arqueadas, los párpados cerrados.
Entonces el ronquido de Yuji se entrecorta hasta detenerse.
Suspira dándole una buena probada de su aliento matutino antes de abrir sus pequeños ojos hacia el, la oscura mirada posada en su rostro.
Yuji le sonríe brillantemente al instante.
-Mmm- Murmura perezoso antes de dejarse caer sobre el pecho de Fushiguro, rodeandole la pequeña cintura con sus fuertes brazos, mientras se aferra a él como un koala.-Buenos días- Le saluda el omega con una sonrisa cariñosa posada en su rostro. Solo Yuji le hacía sonreír así.
El moreno murmura algo aún con el rostro enterrado en el pecho del pelinegro.
Yuji era un poco perezoso, dormía bastante y tenía el sueño muy pesado, aunque es normal con todo lo que come y lo enérgico que es.El ojiverde suspira con cariño antes de comenzar a pasar sus dedos por el corto cabello de su novio, peinando con delicadeza las puntiagudas puntas claras.
-Ya es hora de levantarnos- Le recuerda con voz suave.
Itadori gruñe y niega aún con la cara enterrada en sus pechos.El omega no puede evitar suspirar con cariño, le gustaba tanto despertar junto a Yuji, el toque hogareño de estar entre sus brazos, pleno y cómodo en su cama. El cuarto con sus aromas mezclados, le hacía pensar por un segundo que eran una pareja casada y emparejada.
-Vamos Yuuji- Le dice esta vez más firme. El nombrado se separa un poco y estira su cuello para mirarle, puso ojos de cachorro mientras hace un puchero adorable.- Kugisaki nos estará esperando- Le recuerda, para que al menos le intimide un poco que su mejor amiga beta estará muy enfadada con ellos si demoran mucho.
-Solo un ratito más- Pide el moreno mientras se incorpora un poco, y deja cortos besos húmedos en el cuello del omega, que se estremece porque su cuello es su punto débil.
-Yuuji- Trata de quejarse, pero suena más como un gemido.
El alfa tararea contento, concentrándose en dejar besos por todo cu cuello mientras frota con la natiz la glándula olfativa del omega
Sus manos traviesas, bajan por la marcada curvatura de su cintura, hasta las caderas más anchas, agarrando la grasa extra ahí. Pero entonces sus dedos se posan fuertemente en un lugar que le hace estremecer y sisear del dolor.
¿Qué sería?Al instante Itadori se separa de su cuello y tira un poco de su pantalón de pijama para abajo, lo sufiente para ver moretones con marcas de gruesos dedos y las marcas de uñas en sus caderas, la piel pálida solo resaltandolo más como si fuera posible.
-¿Qué es eso? - Pregunta Yuji confundido, su mirada perforandole por completo.
Y ahí Megumi lo comprendió, ayer en el remolino de sus pensamientos y la dicha por estar entre los brazos de Sukuna, que no se percató de que tan fuerte era el agarre del demonio en sus caderas.
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PECADO || JJK • ItaFushi/SukuFushi
FanficMegumi Fushiguro era un Omega con el novio perfecto. No había mejor Alfa para el que Itadori Yuuji. Y ciertamente no debería desear nada más. Solo que lo hacía, deseaba a otro hombre. Más bien dicho a otro demonio. ᴍᴇɢᴜᴍɪ ғᴜsʜɪɢᴜʀᴏ ᴅᴇsᴇᴀʙᴀ ᴀ sᴜᴋᴜɴᴀ...