Día 2

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Pronto lo actualizaré, disculpen la mala ortografía.

- ¿Segura que estás bien, Jennie? - pregunto Irene por 5ta vez. Tras no recibir respuesta, impaciente grito. - ¡Jennie!

- ¡¿Qué?!

- ¿Qué te ocurre? Desde anoche te encuentras bastante perdida-distraída. Como si estuvieras pensando en algo.

- Irene...

- ¿Mmh?

- Necesito a la rari en mí cama.

- ¿L-Lisa? ¿Tu enemiga? ¿A la cuál no puedes ver ni en pintura?

- Si. Si. Si. No entiendo de que te quejas, si tú ya te la diste.

- Quizás, pero yo no le hago cachitos su vida, al diario.

- Se sincera, ¿Es buena?

- ¿Qué si es buena? - pregunto Irene burlona.

- No estoy jugando, Irene. Tomate esto serio.

- No se desde cuando te encontró está curiosidad tan boraz, pero te lo resumiré en 5 palabras: Duro, rico, dominante, salvaje, y delicioso. - Irene mordió sus labios.

- ¿Y cómo la conseguiste? Según yo ella no quería ni toparse contigo.

- Soy irresistible.

Jennie viró los ojos. - No estoy para bromas Irene.

- Bueno.. ¿Quizás mi perseverancia?

- ¿Perseverancia? - Jennie levantó su ceja derecha.

- Bueno, se dio cuenta que soy un bombón irresistible.

- ¿Eh? - Jennie estaba hasta el tope del fastidio.

- Prometí que si me cogía no le volvería a insistir más. - soltó Irene molesta.

- No creo que te haya cogido solo para que la dejaras en paz.

- ¿No me crees?

- ¿Estás segura de que te la diste? Comiendo a sospechar que es mentira.

- Que si.

flash back

- Vamos Lisa. No te hace daño.

- Ya te dije que no, Irene.

- Vamos Lili. Mírame. En tu vida vas a conseguir alguien como yo. - Irene comenzó a girar mientras pasaba sus delgadas manos por su cuerpo.

- Tienes razón.. no estás nada mal, pero no eres mi tipo. Nada personal, linda. - Lisa paso de esta.

Lisa iba camino hacia el carro de su madre cuando algo la hizo retroceder.

- Vamos Lisa, ¡Cógeme! - Lisa regreso rápidamente y tomo la mano de Irene fuertemente.

- ¿Qué te pasa, puta loca? - Lisa soltó bruscamente a Irene apenas ingresaron al salón.

- Una vez. Anda, Lili. - Irene alzó ambas cejas en repetidas ocasiones.

- Una vez. - Lisa levanto un dedo.

- Una vez.

- No habrá repetición. - Lisa observo seriamente a Irene.

- No habrá repetición.

- Tú llevas los condones.

- Yo llevo los condones.

- Será en tu casa.

- Si, blah, blah. Ya entendí, solo hagámoslo y ya.

- bien, pero esto no se lo contarás a nadie.

- A nadie.

100 días para enamorarse// Jenlisa GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora