Segno [Baekmin]

Suficiente

15.

Un fuerte ruido lo hizo moverse un poco. Golpes fuertes y luego un golpe aún más fuerte. Podía escuchar a su madre gritar pero no podía distinguir las palabras. Estaba demasiado cansado. Le dolía la garganta y... Jadeó cuando sintió que su flujo de aire se bloqueaba con un apretón. Sus ojos se abrieron de golpe y miró el cabello negro desordenado que apareció en su vista. Brazos cubiertos de manga larga envueltos protectoramente alrededor de él.

"¿M-minhyun?" Tartamudeó, encontrando su lengua rígida. La cabeza de Minhyun asintió, dándole confirmación. "Está bien... Me estás sofocando con tu abrazo. No puedo respirar." Minhyun rápidamente se relajó y respiró como si nunca antes hubiera respirado. Jadeó por aire y Minhyun rompió a llorar de nuevo. Baekho sintió que estaba sucediendo un dejavu excepto que era el turno de Minhyun de llorar.

"Baekho, ¿quién es este joven?" Preguntó su madre, confundida.

"Mamá... uh... este es Minhyun. Mi novio", dijo. Era ahora o nunca. Su madre parecía absolutamente sorprendida y se quedó congelada. Los sollozos de Minhyun se detuvieron cuando levantó la cabeza para mirar a Baekho con incredulidad. ¿Realmente acababa de exponerse así?

"Oh... Oh Dios. No pensé. Está bien... uh... siéntete como en casa, querido. Iré a hacer té. Baja cuando estés listo, Baekho", dijo su madre incómoda, antes cerró la puerta y los dejó solos.

"Idiota", murmuró Minhyun y se frotó los ojos. Baekho se rió entre dientes e hizo una mueca, aún recordando el dolor. Minhyun estaba nervioso y rápidamente se movió a su lado.  "¿Estás bien? ¿Todavía te duele?"

"Sí... los recuerdos y los sentimientos", dijo Baekho, tratando de no moverse demasiado todavía. Miró a Minhyun y sonrió. "Eres un desastre de llanto si alguna vez he visto uno."

"Cállate. No pensé que serías tan estúpido como para que te mataran," Minhyun ahogó sus palabras mientras lentamente abrazaba a Baekho. El otro se rió entre dientes con voz ronca por la mañana.

"Yo... lo pensé bien. Si moría, todavía me recordarás de todos modos. Valió la pena intentarlo. No vivirías si hubiera tratado de encontrar ayuda", explicó Baekho.

"Idiota. Idiota", se quejó Minhyun, pero sintió que su corazón se derretía. Alguien estaba realmente dispuesto a morir por él. Alguien estúpido como Baekho, se quejó en su cabeza. "Tenía tanto miedo de perderte... no sabía qué hacer, pero luego me desperté de nuevo y... y correr aquí fue lo primero que se me ocurrió".

"Sí... Eso es lo que me pasó a mí también cuando empezó todo este ciclo".

"Estás loco. ¿Cómo te mantuviste cuerdo a pesar de todo esto? Perderte así me dio un ataque al corazón." Minhyun miró a Baekho, quien se encogió de hombros con cansancio.

"Porque... como dijiste antes. Es difícil amar tanto a alguien como para seguir salvándolo, pero te amo tanto que estoy dispuesto a morir solo para salvarte", respondió Baekho y Minhyun lo besó suavemente. Baekho sonrió detrás del beso. Fue dulce y breve.

"Idiota..."

"Deja de llamarme así", se rió entre dientes.

"No puedo. Porque todavía no puedo creer que exista alguien como tú. Y que alguien me quiera".

"Vaya. Eso duele", dijo en broma, pero estaba muy contento de que Minhyun todavía lo recordara. Recordaba todo. Ahora compartían el mismo dolor y se entendían completamente. Era como una pieza de rompecabezas que encajara todo. Ellos juntaron sus frentes y sonrieron, ambos aliviados de tener otra oportunidad de nuevo.