•𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐄𝐋 ⇢ Jeronica

Epílogo

13 años después

—Mami ¡Papi! — Exclama la pequeña pelinegra tarándose a la cama

Veronica se destapa al igual que Jughead. La pequeña pelinegra se mete en medio de ambos y abraza a su padre

— ¿Qué paso cariño? ¿Una pesadilla?  — Pregunta el pelinegro abrazando fuertemente a su pequeña hija

— si papi — la niña se aferra más a su padre — Dylan tiene la culpa el me hizo ver ese feo video.

Veronica acaricia el cabello de su hija menor. Mira a Jughead y este asiente.

Había pasado 13 años desde que se hicieron novios y aunque se separaron mas de una vez, la vida siempre los volvía a juntar y ellos siempre se volvían a elegir, uno al otro. Ahora estaban casados y tenían dos hermosos hijos, el mayor era Dylan y quien tenía siete años. El al contrario de Camila quien tiene cuatro años, es mas apegado a Veronica.

— ¿Dylan esta despierto? — le pregunta Veronica a su hija

La niña asiente — Si, no quiere venir porque dice que el ya es grande

Jughead sonríe. Veronica se levanta de la cama y se va a la habitación de su hijo. Al principio ser  padres no fue nada fácil. Eran jóvenes e inexpertos además que tuvieron que enfrentar una gran prueba justo cuando Dylan apenas era un bebé.

Eran recién casados y padres, se mudaron a lo que parecía un tranquilo lugar y conocieron a uno de sus vecinos que parecía un gran chico pero al final resulto todo lo contrario, el chico tubo una obsesión mal sana con Veronica lo que trajo muchos problemas pero eso ya es otra historia. Tanto Veronica y Jughead preferían mantener en el pasado y no volver a recordar aquel horrible momento de su vida.

Llega al cuarto de Dylan, el pequeño niño estas en su cama hecho bolita, la pelinegra suelta un suspiro y se acerca a su hijo 

—Recuerdo haberte dicho que no vean esas cosas porque te podría asustar — dice Veronica tomando haciendo en la cama — ¿Por qué no me obedeciste?

Dylan levanta la mirada, el niño tenía lágrimas en los ojos provocando que plan resondron de Veronica se fue al tacho de basura. Lo que mas odiaba Veronica era ver a sus hijos llorar, no lo soportaba por eso cualquiera que hiciera daño a sus hijos debe considerarse persona muerta.

Se acerca a Dylan y lo abraza el niño rodea sus brazos en la cintura de su mamá apegándose mas a ella

— Esta bien..solo es un vídeo, no es cierto — niega — Además si fuera cierto esas cosas no te harían nada yo te protegeré ante todo y todos

—Se veía muy real — solloza el pequeño — Tuve mucho miedo

—¿Entonces porque no fuiste conmigo y papá al igual que Camí?

—No quería mostrarme como un cobarde

Veronica se separa su hijo y lo mira a directamente — Es de Valientes tener miedo Dylan — dice suavemente 

— Papá no le tiene miedo a nada — dice el niño

Veronica sonríe

— Claro que lo tiene miedo cariño, tiene miedo a perdernos.

—¿Pero porqué tiene miedo a eso? — Pregunta el niño — Si, siempre estaremos con el ¿No Mami?

—Claro que si Dylan, pero hay cosas que simplemente atemoriza, por ejemplo yo cuando era joven tenia miedo a que tu padre descubra que yo le dejaba cartas en su casillero

—¿Cómo? —pregunta el niño curioso 

— Pues digamos que era como una admiradora secreta de tu padre — el niño ríe — ¿Quieres ir a dormir con nosotros?

El niño asiente, Veronica le da un pequeño baso a su hijo en la fente y ambos van hasta la habitación donde se encontraba Jughead y Camila.

— A qui esta el pequeño gran hombre de la familia — dice Jughead en tono divertido

Dylan ríe y va corriendo donde su padre. Veronica mira  desde el marco de su puerta la encantadora imagen. Sin duda era una gran y linda familia. 

Su familia

— !Papá¡ ¡Quiero que me cuentes cuando mamá te envía cartas a tu casillero!

Jughead sonríe y mira a su esposa quien se encoje de hombros.

—Pues es una historia bástate interesante— empieza el chico — Todo inicio cuándo....

Jughead empieza a narrar la historia, recordar aquella épocas cuando eran solo unos adolescentes era algo que de verdad aquellas dos chicos amaban recordar. Como olvidar todo lo que fangs y Sweet hacían lo imposible para descubrir la chica de las cartas que incluso se metieron a un basurero o a Archie y Jughead asustando a todas las pelinegras que su nombre empiecen con V y al plan de Cheryl quien dio paso a esta gran historia.

Veronica y aquella pelirroja seguían asiendo amigas a pesar del tiempo y la distancia. Cheryl estaba con Toni y tiene una hermosa niña pelirroja quien aunque no es hija de sangre de Cheryl es igualita a ella.

Cuando Jughead terminó de narrar aquellos dos pequeños ya estaban dormidos

—Son adorables — Dice Veronica mirando a sus dos hijos

—Y como lo querías...tienen mis ojos — bromea el pelinegro 

Veronica ríe, Jughead la la toma del mano y la jala hacia el quedando demasiado cerca.

—Eres muy hermosa Ronnie — la mira a los ojos — Te amó

—Yo también te amo Jug

El chico sonrió, le encantaba que Veronica diga aquellas palabras y no se cansaría escucharlo nunca, de eso esta seguro. Acaricia la mejilla de la chica y le da un beso que ella lo intensifica mas hasta que se separan ñor falta de aire

—Los niños— susurra Veronica.

Jughead sonríe — No haremos bulla, además estoy seguro que a los niños le gustaría la idea de tener otro hermanito

Veronica ríe y niega a la misma ves.

— Ven aquí

La toma de la cintura y la vuelve a besar. Veronica no se resiste, nunca se a podido resistir ante el chico después de todo es su esposo.

Veronica Jones...no suena tan mal ¿No?