Stockholm Syndrome (Historia Corta)

X.

Habían pasado unos meses desde que paso lo de mi encuentro con aquella persona, todavía no tengo idea de quien será, el sonido de su voz y su suave piel quedo impregnado en todos mis sentidos. Le prometí que juntos saldríamos de aquel lugar, sin en cambio el destino quiso que ya no estuviéramos juntos... Solo su nombre tengo... Solo eso.

- Hola. -entraron al local un chico de cabellos negros y otro de cabellos platinados- Disculpa mi amigo vino aquí un tiempo para ver lo de un tatuaje.

- Lo siento, estuve cerrado un tiempo, si lo recuerdo.

- Vino porque ya quiere hacerse uno.

- Muy bien, -me dirigí a él- ¿sabes que es lo que quieres?

- Creo que me voy para que puedas hacer bien tu trabajo; -dijo el peli blanco- vengo por ti en un rato.

- Bueno, -el chico de cabellos oscuros no decía nada- pasa por aquí y preparare los materiales.

Me estaba preparando con las tintas y la maquina, el chico se sentó de espaldas y se quitó su playera, hice un diseño, se lo mostré y estuvo de acuerdo. Coloque la planilla en donde me señalo el lugar para ponerlo y pude sentir de nuevo esa suavidad que tanto recordaba y no me abandonaba.

- Disculpa por preguntarte algo así pero ¿como te llamas?

- Sei.

- Sei... -pase mis dedos por su delicada espalda de nuevo haciendo que el se arqueara más- Te encontré...

- No, más bien yo vine a encontrarme contigo de nuevo.

*Tres semanas después*

~
- ¿Entonces esta de vacaciones?

- Es lo que dice el letrero en su local.
~

- Nunca vas a escapar -decía en susurro- nadie podrá encontrare.

- Bueno -lo jale de su brazo sentándolo en mí regazo- espero que eso nunca suceda.

- Eres un idiota.

- Claro que si, me enamore de alguien que no había visto y que me tenía bajo resguardo en una casa en contra de mi voluntad... ¿Pero sabes que? Eso es lo mejor que me pudo pasar.

- Creo que a mi también.

Sei y yo decidimos tomarnos unas verdaderas vacaciones en la playa, donde nadie nos molestara y solo nos secuestrara el amor.