...Hagamos el Amor...

Diario De Travis

Creó que estoy todavía demasiado enojado como para escribir sobre lo ocurrido, pero bueno, la azafata me trajo una nueva remera, de esas lisas celestes que se ponen por si hace demasiado calor para estar con camisa trabajando en el avión o por si se les mancha la anterior, igual me la pruebo y me quedaba en tallada a mis hombros y pectorales, me hacia ver como un ken (si me estaba sintiendo afeminado) pero mejor que una remera pegajosa y mojada es... Además, combina perfecto con mis ojos color celeste, lo cual los resalta, tengo el cabello bien oscuro mas que castaño es negro, mi sonrisa tiene todos los dientes parejos y bien brillantes (luego de muchos blanqueos de dientes, eran color nieve).

Travis En El Momento

En el instante que me admiraba al espejo, hicieron chocar un puño cerrado que hizo sonar la puerta suavemente unas repetidas veces, dije que estaba ocupado, pero al parecer la persona detrás no me oyó y siguió haciendo el mismo movimiento de puño cada vez mas fuerte, de pronto además de ese sonido se escucha un balbuceó, una voz casi muda, la puerta era tan gruesa que costaba escuchar, pero por lo que pude distinguir era la voz de una mujer.

Siguiente acto mío, abrir la puerta, en el preciso segundo de la apertura, el suelo y las paredes temblaron, el avión tuvo una turbulencia leve, este movimiento hizo que la chica, cayera sobre mi en el baño, yo quedé de espaldas al suelo y ella encima mio, nuestras miradas se cruzaron, se conectaron, sus ojos eran de color marón oscuro, su cabello lacio y rubio, era hermosisima, tenia unas pequeñas pecas y se sonrojó por su torpeza, que hermosa que es, sin duda Guadalupe es preciosa...

Ella se reclinó y se levanto, sus ojos no se despegaron de los mios, actuó tímida luego extendió su mano y me dijo:

- Sé que empezamos mal pero dejame ayudarte- asentí y me levanto gracias al impulso de mis piernas y de su brazo- ¿como esta con esa remera?, ¿le traigo otra?, ¿se quemó demasiado?- hacia preguntas rápidas y seguidas, esperando dos segundos de respuesta antes de seguir hablando, los nervios la traicionaban.

- Creo que me queda bien, ¿dime tu, como luzco? Depende de tu respuesta te pediré otra o no... No me he quemado pero me debes un café- sonrei y ella también

- Le queda súper bien- dijo sonriente y mirándome con deseo, pensé que insinuaba querer un beso e intente dárselo, en ese momento, me pegó fuerte una cachetada, que hizo que me la acariciara rápido.

- Auch!- exclamé- ¿que te pasa?- me miro enojada y dijo gritando.

-¿QUE ME PASA A MI? PUES, ¿QUE TE PASA A TI? ¿QUE ERES INÚTIL Y NADIE PUEDE SER AMABLE CONTIGO YA QUE LO MAL INTERPRETAS Y LO QUIERES BESAR?

- Pues no! Pero pensé que eso querías....

-CLARO QUE NO IDIOTA...-dijo mientras hizo una salida gloriosa la cuál provocó que abriera y cerrara la puerta bruscamente al irse.