"Chico Malo" (Abraham Mateo)

Día 1

Escucho ese sonido una y otra vez, mí maldito despertador.

Lo apago, me levanto y comienzo a vestirme, voy al baño, me aseo, agarró mí mochila y voy camino a la cocina donde se encuentra mí hermano preparando el desayuno.

-Hola Mía, Buenos Días, que tal estás? - Pregunta míentras se voltea a verla.

-Hola Lucas, muy bien, un poco nerviosa - Dejo un beso en su mejilla y tomo un cupcake.

-Oye! No tomes nada antes de tiempo, sabes que me gusta cocinar y luego sentarnos a comer. Bueno sigamos, no debes estar nerviosa, no es nada del otro mundo, es como el secundario solo que más libre. Es la mejor etapa hermanita.

- Aún así sigo nerviosa, entiendo tu punto, pero lo mío no es socializar. - Digo mientras desayuno.

- Apúrate que ya debo llevarte e irme al trabajo, yo esté año curso en la tarde. Así que te dejo en la UNI y me voy al trabajo.

-Okey

Tomo mí mochila, reviso que esté todo y voy junto a Lucas al auto, subimos en este y tomamos rumbo a la UNI.

- Listo, llegamos, es tu momento, arrasa con todo. 

- Mí momento? - Digo mirándolo nerviosa

- Obvio, no todas las chicas tienen la posibilidad de salir del auto de este chico tan guapo e irresistible. Lúcete. - Yo solo volteo los ojos y bajo, no sin antes decir un Adiós .

Comienzo a caminar hacia el gigante edificio, todo el mundo me miraba y no entendía porque pero bueno, continúe caminando sin dar importancia. Ingreso al edificio y me encuentro con filas y filas de casilleros. En el Mail de bienvenida dijeron que teníamos que ir primero al aula 34 y luego nos darían nuestros casilleros. Así que me dirijo a ese aula caminando por los largos pasillos. Cuando logro divisar a un chicos de pelo color morocho un poco más oscuro que el mío y sus ojos cafe oscuros. Me acerco y pregunto

- Hola, cómo estás? Perdón que te moleste, me podrías indicar el aula 34 - El chico se volteo a mirarme y me sonrió.

- Me ves cara de guía turística? - Dijo con una sonrisa burlona.

Genial, no podía empezar mejor el año.

Pues no, no te veo cara de nada, lo siento. - Luego de decir esto me volteo y sigo mí camino. Veo a una chica castaña de ojos verdes acercarse a mí .

- Hola! Mí nombre es Tania. Sabrías dónde está el aula 34?
- Hola Tania, no, pero me dirijo al mismo aula - Digo sonriendo- Por cierto mí nombre es Mía .

- Qué bonito nombre!

Con Tania seguimos buscando el aula hasta que dimos con ella, ingresamos y nos sentamos juntas, con Tania nos llevamos bien así que supongo que sería mí amiga de toda la cursado y eso era bueno. Tocó el timbre y se adentro el morocho del ojos café oscuros que anteriormente había sido vulgar conmigo, seguido de él ingreso un profesor.

- Buenos Días Alumnos, Les doy la bienvenida oficialmente a nuestra universidad. Yo seré su profesor de Literatura, Espero que tengan un bonito año y aprueben todas sus materias! Yo soy el encargado de otorgarles sus casilleros así que los llamaré por orden de lista y les entregaré la llave. -

El profesor comenzó a llamar en orden alfabético por los apellidos hasta que me llamo a mí.

- Martínez Mía?

Me levanté de mí asiento y me dirijo al profesor, este me entrego la llave y me dijo.

- Bienvenida Mía, espero que tengas un bonito año.

- Muchas Gracias Profesor, espero que así sea.

Vuelvo a mí asiento y sigue llamando alumnos.

-Mateo Abraham?

El chico morocho anterior se levantó y comenzó a caminar hacia él,  tomo sus llaves y cuando volvía a su pupitre me miró de reojo procurando que no lo vea pero era demasiado lento para eso.

Una vez finalizada la entrega de llaves cada uno se dirigió a su casillero. Ingreso la llave en el castillo la abro y veo una nota.

- Bienvenidos a Universidad Apalace, esperamos que tengan un hermoso cursado! Cualquier cosa que necesiten se pueden acercar a la oficina de la directora.

           Saludos Cordiales, El equipo directivo.

Dejo la nota en el casillero y meto mis cuadernos y libros, menos los que necesito para la clase, el profesor ya nos había repartido los horarios. Tocaba Álgebra. Nunca había tenido esa materia, así que decir que estaba asustada era poco. Termino de cerrar mi casillero y llega el chico morocho de ojos Café a mí lado y abre lo que parece ser su casillero justo al lado del mío.

-Miren si es la chica que me vio con cara de GPS.- Dijo mirándome con una sonrisa burlona.

- Si sobre eso, lo lamento si te sentiste así, yo solo preguntaba, y no quiero empezar mal el año. No quiero problemas con nadie .

- Pues elegiste un mal instituto, aquí todos te echaron el ojo ya. Y aún más por llegar en el auto con tu novio.

- Novio? - pregunto confundida- ese era mí hermano, no tengo novio.

- Ah bueno, lo lamento, en fin, sigo mí camino.

Se fue sin más, pasaron las clases y no volví a ver a Abraham hasta la salida. Recordé su nombre ya que habían estado hablando un grupo de chicas todo el día de él.

Mientras espero a mí hermano veo como Abraham sube a su auto y se aleja de la institución. Llega mí hermano, subo a su auto y comienza a conducir.

- Y que tal tu día?

- Fatal, según un chico ya me echaron el ojo por llegar contigo, como si fuese poco cuando le pregunto por un aula me dijo que si le veía cara de GPS- dije revoleando los ojos.

Mí hermano río

- Oye, tranquila, eso siempre pasa. Ahora llegamos a casa te pegas una ducha y te relajas. No hiciste amigas?

- Si, una, Tania. Lucas.. sabes .. a veces extraño demasiado a mamá y papá, me encantaría contarle esto a ellos.

- Yo se que ellos están orgullosos de nosotros por todo lo que conseguimos juntos. Estamos bien hermanita, y todo seguirá así! Yo también los extraño a veces pero se que están en un lugar mejor.

Seguimos conversaciones así hasta llegar a casa, voy a mí habitación, me baño, me pongo ropa cómoda y miro mí móvil.

1 Mensaje sin leer.

- Hola Mía, Soy Tania, este es mí número, guárdalo así estamos en contacto. 

-Hola Tania! Genial, ya te agendo 😉

Dejó mí celular sobre la cama, comienzo a hacer las tareas que tenía, mire unas películas hasta que se hizo la hora de que Lucas vuelva de la UNI, y así fue, volvió, cocinamos, miramos un poco de tele y nos fuimos a dormir. Así se paso mí día, después de todo no fue tan malo.

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