El sonido de mis tacones resonando en cerámica al ritmo de mis pisadas me ensimismaba.
Tengo mucho en la cabeza últimamente, no solo por la boda, y el hecho de estoy con mi agenda llena, si no el que voy a recibir ayuda de mi prometido, mi padrino y madrina...
La madrina que insulté y aún no me he disculpado.
Son las siete de la mañana, no he tomado café y me dirijo a mi puesto de trabajo en la empresa con un creciente dolor de cabeza. Maldije entre dientes cuando entré al ascensor. Por suerte este estaba vacío. Presioné el botón que me llevaría al piso donde trabajo y en poco tiempo estaba allí.
Caminé sobre la cerámica blanca y pulcra hasta llegar a mi escritorio y ser saludada por el segundo asistente de mi padre. Nuestros escritorios están uno frente al otro, junto a la gran puerta negra que da a la oficina de papá.
Yo soy su mano derecha.
— Jodido día de mierda — Murmuré sintiendo el martillar de mi cabeza una vez sentada en mi escritorio a varios metros del escritorio de Hoseok — Mierda, todo es una mierda.
— Uh uh, alguien está de mal humor — canturreó Hoseok mientras miraba la pantalla de su computadora — ¿No te dieron anoche? — Lo miré iracunda y el me devolvió la mirada esbozando una sonrisa — Ya veo que no, llevas días estresada y más gruñona de lo normal... ¿Qué sucede jefa?
— Estoy atrapada, planeando una boda que no quiero con la ex de mi padrino, que es mi presunto ex, la cual es mejor amiga de mi prometido — Hice una mueca y masajeé mis sienes con mis dedos, tratando de aplacar el dolor — Y la insulté y tiempo atrás me acosté con su ex novio mientras todavía andaban... Así es... Me voy a casar con mi ex, tengo a otro ex de padrino y la ex de mi padrino es mi madrina.
Hoseok me miró sin expresión alguna. Pasaron varios segundos sin que él reaccionara a lo que había dicho, hasta que parpadeó varias veces y al fin habló.
— Uffff, no sé porque no me sorprende — Hoseok negó sofocado con una mueca para luego buscar algo en su escritorio y tomar un vaso de cafe. Se levantó y caminó hacia mí, me entregó un blíster con el nombre "migren" en la parte trasera y puso el vaso de café en mi escritorio — Necesitas esto con urgencia.
— Gracias — Lo miré con agradecimiento y él me guiñó el ojo y volvió a su escritorio — Nunca creí en el karma, ahora estoy empezando a pensar que no es tan falso.
— Mira, no podías esperar menos — Con una sonrisa divertida — ¿Qué diablos te pasó por la cabeza al poner a otro ex de padrino? Podías ponerme a mi y hubiera aceptado con gusto.
Blanqueé los ojos — No puedes, papá necesita otro asistente mientras yo planee la boda — Lo miré con resignación y él alzó sus cejas — Tienes trabajo.
— ¿Cuándo no? — Reviró los ojos y volvió su vista a la pantalla de su ordenador.
El teléfono en mi escritorio sonó, con la línea del presidente tintilando.
— Diga — contesté automáticamente y la voz de mi padre se escuchó a través de la línea.
— Linda, prepárate, vienen unos inversores dentro de dos horas. Despeja mi agenda para recibirlos y quiero los informes de avances extranjero.
— ¿Los japoneses vienen? — Cuestioné — ¿Preparo la lista de las nuevas rutas de exportación?
— No, no son los japoneses — Se escuchó extrañamente incómodo — Lo sabrás cuando los veas... Pero ten a la mano la lista de las rutas. Quiero verlas más tarde.
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Loving you, Hating you.
RandomDespués de tres años sin saber de tí. Después de haber cambiado. Después de haber llorado hasta endurecer mi corazón. Después de volverme una piedra ante los demás y jamás volver a ver a nadie de la misma forma en que yo te miraba... Tu regresas a...