A piece of your heart

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Después de salir de mi hermoso carro, caminé hacia el local frente a dónde había estacionado.

Hyunjin, Huening Kai y Jisoo, me estaban acompañando a recoger a mi madrina electa.

Creí que me darías el honor de ser la madrina, me rebajaste a otra dama de honor más — Replicó mi hermana frustrada — Te casas con mi mejor amiga y me haces esto... Que chafa hermano...

Deja de quejarte, nosotros solo acompañaremos a las damas — Intervino Kai — Lisa me va a colgar por andar de bracito con otra mujer.

Esa mujer está loca, Kai — Advirtió Hyunjin en un tono de voz bajo — Te lo he dicho, pero no me haces caso. Es muy... posesiva.

Es que las posesivas son las mejores — Alegué con diversión cuando ya estábamos entrando al establecimiento.

¿Qué hacemos en una escuela de artes marciales? — Preguntó Kai mirando el lugar.

Yo lo ignoré, mientras buscaba a la latinatza de mi mejor amiga entre las múltiples personas que golpeaban sacos de arena o partían tablas de madera. Después de varios segundos, logré divisar a alguien que me podría ayudar a encontrar a la dicha mujer.

¡Sunny! — Grite y el castaño adolescente volteó y sonrió al verme para luego correr hasta a mí — Amigo ¿cómo estás? Mírate nada más, estás enorme...

Hyung, tiempo sin verlo — Me dió un abrazo muy fuerte — Ya empezaba a extrañarlo... Mi hermana está arriba con el maestro Feng. A estado muy ocupada, ser guardaespalda es muy exigente y le queda poco tiempo para ayudar al maestro...

Gracias, Sunny. Iré a buscarla — Le revolví el cabello — Mira, estos son mis hermanos menores — Señalé y ellos saludaron de reverencia — Ella es Jisoo, el es Hyunjin y él es Huening Kai. ¿Podrías quedarte con ellos mientras busco a tu hermana?

Eso no será necesario — Una voz clara, femenina y juguetona se escuchó por encima de nosotros.

Miré detrás de mí y allí estaba, apoyada en una baranda al tope de unas escaleras, sonriente y brillante. Su piel clara relucía, su nariz respingada estaba rosada, sus ojos grandes y marrones estaban llenos de emoción, su cabellera oscura y ondulada estaba suelta, su silueta eran curvas pronunciadas de la cintura para abajo, traía una camisa campesina roja, un short a la cintura negro que dejaba lucir sus voluptuosas pierna pálidas, unos botines de tacón negros, sus clásicas mejillas sonrojadas y definitivamente nativa de tierras lejanas.

Tal y como la recuerdo. 

Kim Soori, en carne y hueso — Sonreí al ver a mi amiga por primera vez en meses.

La primera y la única ¿Qué esperabas? — Respondió con audacia para bajar las escaleras a toda velocidad y saltar a mis brazos en un cálido abrazo fraternal — Te extrañé mucho, Jeon...

Se separó para sonreírme mostrando todos sus dientes — Yo también te extrañé mucho, Kim...

Cuando me llamaste y dijiste que necesitas un favor de carácter urgente me preocupé — Su rostros se relajó y su mirada dejó de brillar — ¿Todo bien?

Si, por supuesto, pero te tengo noticias y te necesito — Le hice un puchero de súplica. Y ella me miró con recelo.

Esto tiene que ser bueno...

No pude responder porque se escuchó un carraspear por parte de mi hermano y enseguida la mirada de ambos se fijó en mis relativos. Soori volvió a sonreír, pero está vez era labial la sonrisa.

Loving you, Hating you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora