Capitulo2: comida china, narcóticos, armas y una nueva enemiga

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Después de recoger sus cosas Ruth sale de su urbanización y emprende su camino, hacia la ubicación de Félix, mientras va caminando intenta pensar en la forma en la que Romanoft la pudo localizar, pensando en algunos clientes delatores, pero nada de eso encajaba hasta que llego a la conclusión de que la había encontrado por la dirección IP o por algún rastro que hubiese dejado al abrir algunos archivos de la memoria USB, luego de eso todo tubo más sentido, unos minutos después por fin llega al departamento de Félix antes de entrar solo por precaución coloco alrededor de la puerta inhibidores de señales y de movimiento.

Al abrir la puerta del departamento camina hacía el salón lentamente mientras hecha un vistazo por lo que va viendo de la casa cosas como revistas, chips, partes biomecánicas entre otras cosas pero de repente se encuentra a Emma sentada en el sofá con Félix charlando y riendo mientras comían arroz chino. Ruth al ver eso se queda con una cara de estar extrañada hasta que respira hondo para seguidamente seguir caminando hacia una mesa cercana -Así que mientras a mi me patean el culo, ustedes comen comida china que lindos se ven -dice en un tono sarcástico.

Emma al oír eso se voltea mirando a Ruth mientras tiene las manos apoyadas en el espaldar del sofá -Hey , Ruth que bien que llegaste estaba preocupada por ti, disculpa por lo de la comida, cuando me llamaste estaba saliendo de comprarla, aquí tienes el tuyo le dice Emma mientras le entrega en las manos una caja de arroz chino-. Ruth empieza a comer -gracias Emma- mientras se lleva el primer bocado a la boca. Luego de eso Félix replica en voz alta.-Y... yo que ... no me saludan , ni me presentan, esos son los modales que te enseñe. Ruth al escuchar su reclamo se detiene durante un segundo y mientras tienen aun la boca llena y con mucho desinterés le responde -Ahhh , verdad Emma , Félix , Félix , Emma, el fue la persona que me acogió cuando escape de casa cuando era pequeña, él fue uno de los mejores caza recompensas de su época y es uno de los cinco más buscados por el FBI actualmente.

En cuanto Ruth termina Félix mira directamente a Emma y añade a la conversación - además soy programador, mecánico, cirujano certificado y biólogo.

-increíble... -exclama Emma en un tono de incredulidad.

Luego de las presentaciones Ruth les explica lo que había pasado en su departamento además, Emma y Ruth le explican a Félix lo ocurrido hace una semana hasta llegar otra vez a lo ocurrido en el departamento de Ruth, mientras tanto en alguna parte de la ciudad Romanoft se encuentra en su oficina reunido con la comandante de los escuadrones Llorda. -Como a sido el resultado del ataque de la mercenaria de nombre Ruth Miller- Le pregunta Romanoft a la comandante Scarlet mientras se sirve un baso de ron en su oficina.

-Lamentándolo mucho señor nos apena decirle que fue un fracaso, las tres unidades fueron destruidas, lo único que se pudo salvar son las cajas negras de dos de ellas, con una grabación de la pelea que libraron.

-Eso, no me contenta-dice Romanoft mientras le da vueltas al baso con ron- para nada, que acaso no se hacen llamar el escuadrón de la muerte, eso seguro que fue solo un maldito eslogan, si ni siquiera pueden matar a una mugrienta caza recompensas, ¿que me dices de la ciudadana compinche, llamada Emma William?.

-Bueno en ese caso no hemos tenido ninguna respuesta, nuestras unidades siguen buscando. En ese momento Romanoft se levanta de su silla y se acerca al oído de la comandante y le susurra -Mas les vale que este muerta por que sino- mientras hace se pasa el dedo índice por el cuello de lado a lado. Enseguida la comandante, se levanta de un solo golpe mientras desenfunda su espada para colocarla a escasos centímetros de la garganta de Romanoft mientras le dice en un tono parecido al que se estaba refiriendo el a ella.

-Usted tendría que tener un poco más de respeto hacia mi persona no sabe el problema que podría desatarse por matarme?, verdad...- La comandante enseguida le baja la espada mientras Romanoft por su parte suelta una pequeña risa nerviosa a la vez que aparta la hoja de la catana, la comandante termina de apartarla y le dice con mucha seguridad.- Usted solo tenga paciencia, pronto estarán estas dos individuas aquí presentes. Al terminar de decir eso la comandante se da la vuelta y deja el despacho de Romanoft en un completo silencio y a Romanoft con una cierta rabia entre los dientes.

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