CAPITULO 4: Asalto a la torre de Romanoft

8 1 0
                                    


-Todo comenzó en una misión ayudando a escapar a un dictador,- empieza a contar Itzuko con cierta melancolía- Estábamos pasando por las calles de la ciudad en un auto blindado, éramos dos pelotones dos pelotones de cuatro personas en un convoy, por supuesto todo era en cubierto, las calles estaban abarrotadas de personas gritando y saqueando todo, parecía normal hasta que de pronto nos vimos rodeados por manifestantes estábamos sin salida cuando de repente se acercan cada vez más y más con palos y piedras a golpear el vehículo de pronto nos llega una orden de Romanoft de disparar yo al principio me negué pero fui amenaza con mi expulsión y destrucción.

De un momento a otro abrimos fuego contra los manifestantes sin importar nada hasta que alguien lanzo una bomba molotov se suponía que me iba a caer a mí pero lamentablemente le cayó a una de mis compañeras haciendo que se prendiese en fuego, mientras se escuchaban sus gritos de dolor yo fui en su ayuda, hasta que sin darme cuenta alguien me golpeo en la cabeza perdiendo el conocimiento.

Al despertarme me encontraba en una esquina de la calle moribunda y casi sin poder moverme de pronto un manifestante se acerca a mí pero, por alguna razón que desconozco me quiso ayudar a salir de ahí , cuando me doy cuenta era un joven de unos, no sé 16, 20 años de edad me sube a su espalda y empezó a ver el suelo lleno de cadáveres de más jóvenes todos muertos, hasta que de pronto escucho a un equipo de rescate que le dice al joven que me suelte, pero el muy terco no hacía caso lo siguiente que escuche fue un disparo, ese disparo había matado al joven que me estaba ayudando, en ese momento sentí un gran remordimiento en mi interior o como ustedes lo llaman sentimientos encontrados, lo que paso seguido a eso fue que recogieron mi cuerpo lo trajeron hasta la base y ahí conocí a Kat y a Lis a quienes les hice sentir lo mismo que sentí y llegamos a la conclusión de que lo que estábamos haciendo estaba mal a los días reclutamos a desertoras y escapamos del lugar con la promesa de algún día acabar con Romanoft

-Wow es... duro tener que ver y sentir eso.- Dice Ruth bastante sorprendida al escuchar la historia.

-Es verdad.

-Seh, pero este no es momento de lamentos, aquí es el centro de operaciones, aquí planearemos el final de Romanoft.

-Está bien y ¿cuál es el plan? a menos que tu plan sea volar el edifico.

-Jaja- responde sarcásticamente Kat mientras mira con indiferencia a Ruth- Eso fue lo que pensamos en un primer momento, pero luego decidimos infiltrar a dos soladas y es algo más complicado que solo llegar y meter cuatro tiros. Lo que sabemos es que del piso 20 al 23 lo único que hay son servidores y bodegas de armas.

-¿Y de resto que hay?- pregunta Ruth.

-Del piso 24 en adelante son campos de entrenamiento, Dormitorios, estaciones de carga, almacenes de armas y como cuatro o cinco armerías.

-¿Y así que solo eso?, que me dices del resto del edificio, me refiero que debe de haber más que eso, ¿no?

-Lo único que hay en el resto de plantas son oficinas y centros de ensamblaje, también cuenta con unos treinta pisos de estacionamiento, pero ya una vez intentamos entrar y casi nos masacran.

-Creo que tengo una idea para poder entrar.

-¿Así? cual es, ya hemos intentado de todo.

- Oh a lo mejor no todo, podríamos entrar haciendo rapel por la cornisa usando trajes de camuflaje y usando botas insonoras así lograríamos escalar hasta el piso 22, abrimos un agujero en el vidrio y entramos- dice Ruth mientras muestra un plano del edificio que estaba en el medio de la sala.

-Mmm podría funcionar además podríamos entrar en tres francos dos laterales y uno trasero, así no llamamos la atención.

De pronto entra en la sala Liz y al escuchar el plan dice mientras se va acercando al plano lentamente

cybertive'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora