Capitulo 8. Problemas

20 3 1
                                    

Bill

Caminamos en la acera sin algún rumbo, en estos momentos lo único que quiero es alejarla de Charlotte, llevo a Elisa tomándola de la mano escuchando sus quejas. En un descuido Elisa suelta su mano de la mía provocando que nos detengamos estorbando el paso a la demás gente.

Necesito que me des una explicación Bill Dice molesta.

─ Es complicado Elisa, no lo entenderías Digo intentando calmarla.

─ ¡Por favor Bill! Ya basta de ser tan reservado conmigo, ¿Acaso no me tienes confianza?

Sus ojos brillan de ternura <<esta chica me vuelve loco>>. Me acerco a ella tocando su rostro sin apartar la mirada en ella, frunce el ceño confundida, mi vista se enfoca en sus labios haciendo que pierda la razón incitando a besarlos, no separo mi mano de su mejilla, comienzo acercarme poco a poco a ella haciendo que sus ojos se vuelvan entre cerrados, yo me preparo remojando mis labios con mi lengua, mis labios tocan los suyos ocasionando que cierre los ojos yo también. << Oh esto se siente tan bien >> comienzo a mover mis labios con los suyos, sus labios son tan suaves, podría hacer esto todos los días las veces que sean necesarias...

<< ¿Pero que me esta pasando..? >>

Me alejo de ella sorprendido por lo que acabo de hacer, ella aún mantiene los ojos cerrados y poco a poco comienza abrirlos.

─ ¿Pero que..?No la dejo terminar de hablar.

─ Solo así te puedo mantener callada Miento.

─ ¿De verdad solo lo hiciste para callarme?

Solo la miro sin decir nada, ella me mira con indignación dando la media vuelta alejándose de mí. No podía decirle la verdad, me muero por poder besarla otra vez y tocar todo su cuerpo pero eso sería en contra de las normas.

Camino en medio de la acera sin saber a donde ir, no deja de pasar por mi mente esa hermosa imagen de sus labios tocando los míos acercando su cabeza mas a la mía para poder saborear esos carnosos y suaves labios.

Me distrae la idea de pensar qué hubiera pasado si le hubiera contestado a Elisa con la verdad, tengo el presentimiento de que ella tal vez ya no quiera saber de mi, la idea me resulta nostálgica, tengo que hacer algo para solucionar esto aunque no quiero desobedecer las normas... << ¡A la mierda ya la besé! >>

Me decido a ir rumbo al trabajo de Elisa.



Se encontraba en una esquina del Palacio de Recreación de Arte Barnini, el observaba fijamente a aquél hombre que atravesaba el parque dirigiéndose a la enorme entrada del Palacio. Frunce el ceño planeando como llegará hacia él, lo mira con esos ojos llenos de rabia, esperando el momento preciso para atacar. Comenzó a caminar decidido a matar a Bill sin importarle que los mortales pudieran presenciar aquel acto atroz que se desarrollaba en su mente, sentía cerca la venganza con cada paso que daba y un imprevisto golpe en el hombro lo detuvo.

─ ¿¡Qué intentas hacer!? ─ preguntó el ángel.

─ ¡Harry que sorpresa verte por aquí! No sabía que te habían mandado. ─ dijo disimulando sorprenderse.

─ No te hagas el idiota Canaán, ¿Por qué lo seguías? ─ preguntó amenazante.

─ Por la misma razón que tú ─ sonrío burlón.

─ ¿A qué te refieres con eso?

No contestó su pregunta solo dirigió su mirada detrás de Harry, donde Bill y Elisa bajaban los escalones de la entrada, Canaán tenía una mirada que transmitía grandes problemas. Harry miró sobre su hombro para saber que era lo que había llamado su atención, al saber de quienes se trataban se preocupó por lo que muy pronto sucedería y justo cuando miró a Canaán se dio cuenta que se había esfumado.

Mientras Bill platicaba con Elisa sintió la lejana presencia de Harry quién tenía una expresión de preocupación pues sabía que algo andaba mal.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 23, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Mensajero | Actualizaciones Lentas |Where stories live. Discover now