Light & Darkness

Eran las 12 de la noche y lo único que se oía en toda la sala eran el tic-tac del reloj. Naiara odiaba aquel ruido , ya que le recordaba que cada segundo que pasaba ella se convirtiá en algo más cercano a la muerte , algo que la condenaría para siempre al infierno. Y aunque ella escondía su temor delante de todos , sabía perfectamente que a la hora de la verdad el miedo se apoderaría de su cuerpo. Levantó su ligero cuerpo y se acercó hacía la televisión , era una de las televisiones antiguas que tenía aquella espaciosa casa.Un ruido. Era una pisada , otra y otra. Sabía perfectamente quien era , esa manera de andar , ese frágil y a la vez fuerte movimiento de extremidades solo podía ser obra de Iván. Iván , alguien con quien Nai se sentía identificada. Era almas gemelas en partes que casi todo el mundo desconocía y sin embargo él con una simple mirada podía hacer que Naiara sacase su secretos más ocultos. Pero a Iván no le importaba todo aquello , no deseaba saber el pasado que escondía ella , eso era una deuda entre el diablo y su alma. Comenzó a llover y las gotas caían una a una por la ventana. En ese momento Iván, soltó una risa amarga , de aquellas que solo se oyen de ciertas personas que anhelan algo con locura pero  saben que jamás lo conseguirán. Naiara giró su cabeza levemente y entonces lo visualizó en medio del salón, con una copa de Whisky , si todavía el aroma de Naiara no fallaba por entonces.

-Tú y tus ganas de asustar a una mujer.-Sonrió frivola y su mirada volvió a posarse en las gotas de las ventanas. No había nada de aquella sala que pudiera llamar más la atención que Iván , gente normal habría caido en la tentación de mirarlo y desearlo con todo tipo de locura que se puede desear a un hombre. Pero Naiara no era así , era mucho mejor que todas las demás , era única y eso le hacía en la única chica por la que Iván perdía la cabeza.

-Los dos sabemos , preciosa , que no te has asustado. Jamás lo harías de mí , al igual que jamás te enamoraras de alguien como yo.-Su mirada fue directa e imparable hacía los ojos de Naiara. Pero , ella esquivó  el movimiento de sus ojos , no podía soportar la mirada tan intensa de alguien como él.Se acercó despacio , moviendo sus caderas, provocativa como tan solo ella sabía hacer , había adquirido una manera muy fácil de tentar a Iván. Para ella , era fácil excitarlo , cosas que mujeres a lo largos de los siglos ,que él había vivido en la tierra , no consiguieron jamás.

-Besame , comparte el roce de tus labios con alguien que no es merecedora de ellos.-Entonces solo como ellos sabían hacer , compartieron sus besos. Él empezó a quitarle el tirante del vestido que ella se había puesto , mientras ella mordió y saboreaba cada centímetro de el cuerpo de su amante. Después de aquella muestra de amor  , entregandose el uno al otro, durmieron juntos como tantas noches. Iván tranquilo de que aquella noche todavía seguía teniendola en la cama aunque inseguro de que sabía de que aquello no iba a ser eterno , al igual que su alma. Y Naiara confusa , confusa porque no quería hacer daño a nadie , sabía que entre Iván y ella jamás volverían a saltar chispas como ocurrió hace años.

Dos años antes , en una ciudad tan visitada y a la vez tan desconocida como Paris , se encontraron dos personas , que en ese momento no sabían ni que hacer con sus vidas.Iván , era alguien que había vivido toda la inmortalidad en el anonimato en el que vive una persona como él,alguien como un Ángel Caído.Durante años Iván disfrutaba de la soledad y del placer que ofrecía cualquier mujer en la vieja Paris solo por un par de monedas. La verdad que a él no le interesaba el dinero , había vivido demasiado tiempo para darse cuenta que eso es algo secundario en la vida y también había descubierto que una vida dedicada al placer, no es ciertamente una vida  feliz.Un día caminando por las calles de esta ciudad , se fijó en una chica , no era demasiado madura , como mucho llegaría a los 17 años pero era realmente atractiva. Aunque eso no fue lo que le llamó la atención, lo que hizó que se parase a mirarla durante unos segundos , fue su mirada. Aquella mirada que parecía observarlo todo y al mismo tiempo no mirar nada. Una mirada que cualquiera envidiaría si pudiera apreciarla como lo hacía Iván. Ni un instante tardo en acercarse a ella , solo un segundo le faltó para darse cuenta de que ella posó sus ojos en los de él.Y entonces una sensación tan desconocida para Iván , invadió su cuerpo , lo paralizó y lo condenó a estar siempre pendiente de aquella chica de ojos azules.Naiara volvió a su ciudad y las semanas pasaron , aunque para Iván el tiempo había sido paralizado hacía  siglos. Aunque esos días se hacían eternos y no podía parar de pensar en la sensación que sentía , en la impotencia de no poder expresar todo lo que sentía , entonces como si un rayo le hubiera partido por la mitad pronunció las única palabra que jamás había creído que sus labios nombrarían: Amor.