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"¿No es esta una biblioteca pública imperial?" Heikel me respondió con calma y con las manos sosteniendo el libro.

"No, no lo es." Me frustraron sus palabras. "¿Dices que estás perdido?"

Se puede entrar a la biblioteca pública imperial después de recibir el pase unos días antes. Por supuesto, había lugares a los que no se podía entrar, pero a diferencia de mi biblioteca privada, ésta estaba abierta a todo público. Sin embargo, no puedo creer que Heikel se haya perdido y haya entrado a la biblioteca equivocada.

"Pensé que era la biblioteca pública porque nadie vigilaba la entrada."

¿Eh?

"Había algunos guardias vigilando la entrada."

"¿Se refiere a esos guardias que no me notaron porque estaban ocupados en su plática?"

Hmm. ¿Es verdad? ¿Actúan como si estuvieran trabajando cuando vengo y hacen el tonto cuando no estoy? Pensé en lo guardias que estaban frente a la entrada cuando vine.

Pero el hecho era que Heikel fue quien irrumpió, había excusas que podían usarse como Heikel siendo el protagonista masculino y está especializado en cosas académicas, quizá el poder del protagonista masculino había estallado sin que se diera cuenta cuando entró.

"No estás perdido, ¿verdad?" Pregunte a la persona delante de mí con mi ojos entrecerrados e intensos.

No era una sospecha, era un asunto incuestionable.

"No estoy acostumbrado a los lugares en Obelia, probablemente porque viví en un país extranjero durante mucho tiempo." Respondió, hasta parecía que esto era algo completamente normal.

"¡Estás mintiendo!" Esas eran las palabras que quería decir. Me hizo sentir más ganas de gritarle cuando comenzó a sonreírme.

"No pude encontrar el camino correcto porque no estoy acostumbrado al lugar."

W-wow.

No lo veía como alguien así...

"Por eso nunca pensé que la biblioteca en la que entré sería la biblioteca privada de la princesa."

¡Por supuesto, es hijo del Señor Perro Blanco!

Me sorprendí cuando sentí una sensación familiar, como si viera al Duque Perro Blanco en Heikel.

"Sólo hay algunos sirvientes y guardias perezosos que vigilan la puerta principal. ¿La seguridad no es demasiado débil?"

"En primer lugar, este sitio es mi lugar privado, así que nadie podría-"

"¿No acabo de entrar?"

Ehh... Algo se siente extraño.

"Eso significa que cualquiera puede entrar si se lo propone."

¿Tal vez...?

"Y no tiene ningún guardia escoltándola."

¿Me está sermoneando en este momento...?

"No puede actuar así."

"Aunque la distancia entre los lugares a los que va es corta, creo que debería tener al menos diez guardias." Dijo firmemente, mirándome. Fue en ese momento en que mi suposición se convirtió en una certeza.

Lo miré, me estaba hablando con su mirada clavada en mí. Me sentí extraña.

"Escuché que el único guardia que protege a la princesa es Sir Robain."

P. E. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora