𝖀𝖓 𝖘𝖎𝖒𝖕𝖑𝖊 𝖍𝖎𝖑𝖔 𝖗𝖔𝖏𝖔 {𝕴𝖓𝕽𝖎𝖚𝖘𝖙𝖔𝖗}

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Odiaba las bodas, eran realmente aburridas y sosas en su opinión.

Sabía que este día era para sentirse feliz y alegre por sus amigos, pero no había nada que hacer, NADA.

No podía salirse porque era una falta de respeto, no podía comer antes que todos porque era una falta de respeto y no podía sacar su celular por que los morillos que había en la recepción iban a querer jugar, y golpearlos (aparentemente) era una falta de respeto.

Y ahora allí estaba, sentado en la mesa más alejada y solitaria del gran salón, acompañado únicamente por una copa de vino blanco y un par de aperitivos.

-Oye Víctor -levanto la mirada al escuchar su nombre, dandole una leve sonrisa a su mejor amigo y uno de los afortunados del día- ¿Esta tan aburrida la recepción?

-No te mentiré, llevo aburrido desde que llegue -Se tiro de cara sobre la mesa, suspirando un tanto cansado- Casi me duermo en la ceremonia, la voz del padre era taaaan lenta que parecía mi  viejo profesor del colegio.

-Ni que lo digas -Se sentó junto a su amigo y suspiro alegre- si no hubiera estado parado probablemente me hubiera dormido a los 5 minutos que empezó, fue difícil pero como ves -Levanto su mano con un anillo de oro acompañado de una pequeña y reluciente pieza de amatista- Valió la pena.

La sonrisa en el rostro del moreno lee hizo sentir animado, sin embargo aun no se creía que el se hubiera casado. Soltó una tenue risa, una que se contagio al afortunado al igual.

-¿Y qué se siente? -Pregunto sin más.

-¿Qué cosa? -Pregunto de vuelta mientras le robaba un sorbo de su vino.

-Estar casado, ya sabes, que oficialmente vendiste tu libertad sin estar drogado -El tono juguetón e su amigo le hizo rodar los ojos y le dio un pequeño golpe en la nuca.

-Pues no sabría como decirte...Es decir, es una felicidad tan grande e inhumana que es tan difícil de describirte, solo se siente bien y eso...Es tan raro y tan simple pero magnifico. Es amor, solo te puedo asegurar eso Víctor.

-Mmm... -Le dio un sorbo a su vino y desvió la mirada, tratando de asimilar sus palabras- Suena interesante...Bueno, me alegro mucho por ti Mayo de cualquier forma.

-Gracias Víctor -Le regalo una linda sonrisa que se desvaneció al escuchar el grito de su ahora esposo pidiendo ayuda- Disculpa que me vaya ahora pero creo que van a lanzar a Sparta sobre el pastel.

Se levanto y corrió para ayudarlo o mejor dicho, para grabarlo y salvar el pastel. Víctor lo miro irse con una sonrisa divertida. 

Le dio un gran tragó al vino y se recargo en la silla, pensando en que poder hacer después. Y así estuvo un buen rato, bebiendo y divagando.

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Mientras más estuvo entrando la noche, la gente se iba yendo y con eso, la fiesta iba aumentando y sumando al alcohol, esto iba a ser un verdadero desastre.

-¡Mike, baja de allí!

-¡UNA LobBA eN EL ARmaRIO!¡TIEne GAnas De SAlIR! ¡AUUUUUUUUUUU!.

-¡QUE TE BAJES!

No seria tan raro ver al rubio ebrio en una fiesta y tampoco cantando desafinadamente. Lo que si era preocupante era que estuviera colgado en una de los pequeños candelabros del salón. Por mala suerte Trollino había sido el conductor asignado, por lo tanto, también el niñero de los demás.

-¡Timba, ayúdame a-¡DEJA ESA SILLA EN SU LUGAR!- Corrió y le arrebato la silla de as manos con rapidez- ¡No puedes golpear a Fran!

-Mee EstA MoLesTANDoooo -Timba también estaba ebrio también, tal vez más que cualquiera allí.