Estaba aburrido, hoy es 25 de diciembre, por dios es Navidad y ¿El que estaba haciendo? Un aburrido reporte de la aburrida materia de historia, se supone que debería estarlo pasándolo con su familia o amigos, pero no pudo salir de la academia pues prefirió quedarse a terminar el reporte ya que tenía que entregarlo cuando volvieran de las vacaciones navideñas y no llevaba ni la mitad, así que con eso en mente se encerró en su dormitorio con la única meta de terminar o por lo menos avanzar en algo su reporte, lo cual no le fue posible pues su nula concentración sumado con el odio por la materia no era una buena mezcla, después de estar tres horas frente a la computadora y solo haber escrito unas 7 líneas de lo que debería ser un reporte de mínimo 5 hojas se dispuso a salir de su dormitorio a caminar un poco tal vez necesitaba algo de inspiración.
Rondando por los dormitorios terminó frente al dormitorio de Shinsō, aquel misterioso chico que había sido transferido a la clase 1-A hace unos meses, recordaba como los primeros días había intentado acercársele para que sean amigos, pero el chico siempre lograba esquivarlo o simplemente lo ignoraba, después de unas semanas insistiendo logró que el chico se abriera un poco más con él y se volvieran amigos, siempre recordaba todos esos intentos fallidos con gracia. Se acercó a la puerta con una enorme sonrisa y dio dos golpecitos con los nudillos en la puerta, la voz cansada de Shinsō le hizo saber que estaba abierto y que podía pasar, tal fue su sorpresa al ver que estaba en su misma situación, pues vio al muchacho sentado frente a la computadora, rodeado de varias tazas de café, se veía que llevaba ahí tal vez desde la noche, las ojeras remarcadas en la cara cansada del chico se lo confirmaron así que reprimiendo una risita soltó tratando de remarcar su burla.
- ¿Todavía no terminas? Wow- reía mientras terminaba de entrar al cuarto cerrando la puerta –ugh, ¿Qué te pasó? no te ves bien, ¿Has dormido algo? O ¿ingerido algo que no sea café? - preguntaba Denki mientras picaba una de las pálidas mejillas de Hitoshi, quien solo sonrió un poco.
-Sí mamá, comí un sándwich y dormí unas cuantas horas- comentó con burla, pues el rubio parecía su madre, Denki abrió la boca indignado y pellizcando la mejilla de Shinsō reclamó –Me preocupo por ti, chamaco malagradecido- ejerció un poco más de fuerza en la mejilla obteniendo un quejido del mayor.
-Ah, duele, duele, suéltame, Denki basta- lloriqueaba Shinsō suplicando piedad pues su mejilla comenzaba a doler y tomar un color rojizo, Denki lo soltó para poco después hablar completamente serio –En serio Shinsō, ¿Comiste y dormiste bien? - la seriedad en el rostro de Denki era tal que Hitoshi llegó a sentir el verdadero terror –Bueno, un sándwich y unas 3 horas de sueño me parece bien- dijo con una sonrisa temerosa mientras sobaba su mejilla, Denki cambio su cara seria por una sonriente.
-Bueno, ponte las pilas que ese reporte no se va a escribir solito- Decía Denki dejándose caer en la cama de Shinsō, envolviéndose entre las cómodas y calientitas sabanas –Shin, no sabes lo que te pierdes, este es el paraíso, aquí está cómodo y…calientito…se…siente, Mhm, bien- balbuceaba un Denki que rápidamente caía ante los brazos de Morfeo, Hitoshi observaba como el chico se quedaba lentamente dormido, no tuvo corazón para despertarlo así que lo dejo dormir mientras él terminaba su reporte, no pasó más de media hora cuando un adormilado Denki se acercó a Hitoshi, sacándole un susto pues no se percató cuando el contrario despertó ni mucho menos cuando se acercó.
-Ay, Denki me asustas, ¿Qué pasó? ¿No vas a seguir durmiendo? – preguntaba Shinsō algo extrañado pues Denki solía caer dormido como tronco y no despertar hasta muchas horas después por eso le extrañaba el verlo despierto.
-Yo…uhm- dudo un poco antes de continuar- ¿Me puedo sentar? – preguntó señalándolo, Hitoshi no entendía a qué se refería Denki.
- ¿Sentarte dónde? – Denki frunció el ceño al no haberse dado a entender, así que dejando las palabras de lado se sentó en el regazo de Shinsō, pasando sus piernas a cada lado quedando en un extraño, pero cómodo abrazo –oh…- dijo Shinsō al comprender a que se refería Denki y el por qué le había señalado, con algo de duda en sus acciones pasó una de sus manos por la cintura del menor. Siguió con su reporte y por lo tranquilo y silencioso que estaba Kaminari dedujo que este se había quedado dormido, acarició delicadamente los rubios cabellos, siempre tan suaves, suspiró, el reporte lo tenía cansado mentalmente, pero estaba a nada de terminarlo así que debía seguir, ya después dormiría hasta dos días seguidos, ese era su consuelo para seguir, tanto silencio le era raro pues se había acostumbrado a escuchar la voz de Kaminari o algún ruido de sus ruidosos compañeros, pero, nada, todo estaba muy silencioso por eso no dudo en cantar una canción que Denki le había pegado cuando este trataba de “traer un poco del espíritu navideño a su Grinch interior” o algo así había dicho Denki.