Capítulo 2

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Cerca de la costa del Reino de Nevermind *

La persona detrás del escritorio escucha la puerta ser golpeada cuatro veces sabiendo perfectamente quién está dando permiso de entrar a la habitación con un firme "adelante"

–Señor, – Hablo primero el intruso después de realizar una reverencia de manera exagerada logró sacarle una sonrisa al contrario sin tener la necesidad de mirarlo– tengo buenas noticias. – A la hora de decir eso el tono de la persona era demasiado serio a lo que normalmente era.

Ante esas palabras , con esas simples tres palabras pronunciadas hizo que levantara la cabeza con una sonrisa de lado pues sabía a lo que se refería sin necesidad de decirlo.

Se levantó rodeando su lugar de trabajo para apoyarse en la mesa cruzándose de brazos para decir:

– Bien, damos por comenzado el plan; diles que cambiamos el rumbo a Nevermind . Es el momento que tanto habíamos esperado. Por fin las cosas serán justas. – Dijo sin perder su sonrisa.

La espera valió la pena . – Pensó sin apartar la mirada de la persona que entró.

– De acuerdo ahora les avisaré. – Tal como vino el intruso se fue no sin antes hacer otra reverencia de manera exagerada haciendo al contrario con la cabeza mientras sonreía.

Tal y como dijo nada más salir del despacho de su capitán les avisó a la tripulación que tenía que cambiar el rumbo a su nuevo destino.

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Mientras tanto en Nevermind, concretamente en el palacio; Jimin estaba en una sala encima de un taburete mientras el sastre real daba vueltas alrededor de este dando los últimos retoques al ya perfecto traje real que usaría en su vigésimo cumpleaños por ende, también para su coronación

–Creo que está perfecto el traje señor Hyunsu. – Dijo Jimin algo cansado.

Últimamente entre el trabajo, la coronación y su cumpleaños que ambos serán a la vez, la falta de sueño y nerviosismo lo tenían demasiado cansado.

Hyunsu mira al príncipe a través del espejo para verificar si lo que dice es verdad.

–Alteza, usted lo dice porque quiere acabar lo antes posible. –Contraataca el sastre real.

–No mentiré señor Lee, estoy demasiado cansado ya ver si terminamos esto para poder descansar algo. Hoy por la tarde Tae me va a arrastrar sí o sí a la cacería que hacemos semanalmente y desearía descansar.

Lee Hyunsu vio la cara de cansancio, unas ojeras debajo de sus ojos y unos centímetros menos de peso que seguramente habrá perdido por no comer y trabajar por lo cual el traje cada vez le quedaba más pequeño. Pero decidió no ajustarlo por si el príncipe volvía a comer y no quería que le quedara pequeño ni grande tampoco.

–Está bien alteza, ya hemos terminado por hoy. Puede quitarse el traje con cuidado de no quitar los alfileres nuevos.

–Gracias señor Lee, nos vemos en unos días entonces. – Le responde con esa característica sonrisa quien tenía el príncipe que derretía a todos.

A lo largo de los años el príncipe Jimin cada vez que crecía, más hermoso se volvía haciendo que todo el mundo se quede embobado al verlo y lo que más derretía a todo el personal cuando quiere salirse con la suya es esa bonita cara de cachorrito y esa sonrisa dulce, con solo eso todo el mundo le decía que sí.

Lo que quiere decir que a lo largo de los años se sabía del efecto que causaba tanto en hombres como en mujeres.

El príncipe Jimin dejó su traje con cuidado en las manos del sastre real y se fue lo más rápido que pudo a su habitación ordenando a los guardias que la custodiaban que nadie a excepción de Kim Taehyung podría entrar a su habitación pues este sería quien lo levantara de su pequeña siesta.

Darkness and lightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora