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Una habitación hecha a piedra, más bien era una mazmorra una realmente horrible con un aspecto antiguo, el olor azufre era notable junto a la humedad y a las cadenas de aquel lugar estaban oxidadas, al despertar se encontró con ese lugar, recordó lo anteriormente. asustando miraba por todo el lugar, su cuerpo se sentía débil y sin energía debió suponer que era por la sustancia que el hombre desconocido le había puesto en la nariz, no sabía cuanto tiempo había durado de esa manera, su cuerpo estaba atado a un poste de metal que estaban dentro de la mazmorra, las ganas de vomitar eran fuertes debido a la pestilencia, no sabía cuanto tiempo había durado así en esa posición dormido, ni tampoco quería saber cuales eran las intenciones del desconocido al traerlo, aunque intentará zafarse era más obvio que era imposible debido a que la cuerda que su sujetaba era tan gruesa y fuerte, su secuestrador definitivamente había pensando muy bien, aún así su preocupación no dejaba de invadirlo y su gritaba sería probablemente que llamaría la atención de las personas que lo habían secuestrado, en ningún rincón de aquel lugar habían cosas que pudiera servirle para arrancar la cuerda, su lobo trataba lo más posible estar atento, debido a su estado había desarrollado un sistema de protección para que ningún otro alfa se atreviera a tocarlo, drásticamente estaban perdido pues su parte humana no estaban siendo tan atento de esa manera, solo le importaba salir de aquel lugar, no quería quedarse en ese lugar solo a descubrir que harían con el.
—es mi culpa no haber corrido a tiempo.— susurro para si mismo pero sin dejar de rendirse en seguir forcejear, aunque el sentía algo de culpa también de enojo porque todo estaban saliendo mal en su vida.
El aroma a limón ácido llegó a sus fosas nasales, combinado con otros aromas que desconocía, los pasos de varias personas se acercaban hacia donde estaba soobin, el omega ahora estaba asustado, y eso hizo que en desesperación usará más el forcejeo para salir rápido de ahí, sería fácil tomar su forma Lobuna pero eso involucraría a que esas personas lo arrinconaran, los pasos cada vez se escuchaban más cerca, y junto a esa mezcla eran más notables, y finalmente pudo oír las risas de estos, junto a los cuerpos, pero ahora sin sus máscaras.
Y sólo a uno lo reconoció, era el padre de yeonjun.
—ya despertaste, eso es un milagro, pensé que el idiota de JinYoung había usado demasiado.— dijo minho afuera de la mazmorra, mirando a soobin como su presa.
Mientras que soobin abrió los ojos sorprendido, el esposo de su tía jisoo lo había secuestrado, alguien a quien menos le esperaba, sin embargo ahí estaba a lado de minho con un rostro para nada agradable, y ni siquiera le miraba, era como si sintiera pena de mirarlo como si la culpa era demasiada para el, la otra chica estaba mirándolo como si nada, pero eso no era lo importante si no el porque aunque mirando su situación sabía que era por yeonjun.
