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Corriendo con desesperación, al oír el grito de su hija desde la parte de arriba los había puesto en alerta, después de aquel estruendo no se había escuchado más y ni tampoco a su hija quejarse, además de que miyeon era la única sirvienta no contaba que fuera otra cosa o alguien que hiciera aquello, soojin era la única que estaba en la parte de arriba además de que el grito era de su voz.
Al lograr subir la parte de las escaleras, corrieron buscando a soojin por cualquier pasillo, seokjin supuso que estaría en su habitación la cual estaba con la puerta abierta, y extrañamente unos quejidos se escuchaban dentro de aquella habitación, miyeon no perdió la oportunidad y entró, cuando lo hizo se escucho otro grito, así que igual seokjin sin esperar también entró, el cuerpo de su hija ya hacía tirado en el suelo, con un un brazo ensangrentado, soojin trataban de pararse ya que había logrado caerse, la ventana había sido destrozada, los cristales estaban dispersos por el suelo al igual que las gotas de sangre de la cachorra.
—mi niña, ¿que pasó? —. Tomó a su hija con suma delicadeza, al escuchar como daba quejidos ahogados por el dolor, miró a miyeon y está lo miró de la misma manera.
—n-no.. Se, me du-uele, algo me dis-disparo —. Ni siquiera sus palabras podían ser claras, estaba tan asustada sin entender porque había sido atacada de esa manera.
— miyeon, enciende el auto, iremos al hospital. — ordenó a la sirvienta y ella solo asintió acatando las ordenes, mientras el omega cargaba el cuerpo débil de su hija, al levantarlo por la ventana pudo ver cómo una persona salía corriendo para esconderse, ni siquiera tenía tiempo para ver de quien se trataba ya que tenía que primero ayudar a su hija quien se desangraba.
Por otro lado la mujer se escondió en su auto, asegurándose de que nadie la haya visto disparar, escondió el arma y frustrada trató de tranquilizarse a si misma, había otra chica en al auto quien al verla dejó de prestar atención a su celular.
—¿lo mataste? Dime que fue así.— chung ha volteo enojada y la chica supo que no lo había logrado.
—le dispare a una mocosa, creí que era ese estúpido omega, pero sabes no nos vamos a ir hasta encontrarlo, al parecer no esta en su casa. — tomó la arma más pequeña de su estuche, además de un kikri que seguramente le gustaría ver posado en el cuello del omega mientras lo pasa por su delicado cuello.
— debiste investigar más sobre ese omega, ahora minho se va a enojar. —
—callate sunmi, solo vamos a esperar a ese maldito omega y cuando lo matemos, nos largamos con el dinero, el no se tiene que enterar de este error. —
