Desde la altura del balcón la vista hacia el jardín era perfecta. La luna menguante iluminaba levemente aquel paisaje nocturno que podría resultar levemente aterrador en medio de la soledad. O tal vez en este caso sería más seguro si no hubiera nadie en los alrededores. Un campo abierto como lo es el jardín puede resultar un parque de juegos para un depredador cazando a su presa. Aunque de todos modos, el balcón también resultaba una posición bastante arriesgada, debido a que no hay escapatoria.
-¿Qué es lo que estás haciendo allí?
La castaña volteó levemente para observar a aquel joven de cabellos blancos que se encontraba detrás de ella en estos momentos. Ella estaba apoyada en el borde del balcón mientras contemplaba el paisaje.
-Quise tomar un poco de aire... Y también quería volver a ver el jardín.
La última vez que ella se había acercado a esa zona, había terminado encarcelada y torturada en la sala de torturas. Aquella experiencia era suficiente para recordarle lo peligroso que podía ser el abandonar su jaula.
-Pareciera que deseas ser un blanco fácil. Si tanto deseas que alguien te muerda para que luego te mate, entonces dilo antes.
-Si quisiera morir no habría accedido a ese trato.
Una promesa de la que probablemente se arrepentiría. Acceder a ser solo la presa del menor de los humanos y estar preparada para morir si termina siendo contaminada por los colmillos de alguien más. Pero al mismo tiempo con la posibilidad de ver su final en el momento en que el menor se aburra de ella.
-Si tanto valoras esa vida tuya, entonces no te expongas tanto, idiota. ¿O acaso ver el jardín es más importante para ti?
La joven no respondió y solo se limitó a seguir apreciando lo que había debajo de ella. Rosas abajo, la luna arriba y ella en medio, aunque fuera solo una ilusión efímera quería imaginar que estas dos la envolvían.
-No realmente...
Tras unos segundos había decidido responder. En su situación actual no era realmente capaz de entender un motivo para que alguien quisiera hablar con ella. Mucho menos podía entender si de verdad esperaban una respuesta de su parte, pero por respeto elegía responder.
-¿Segura de que no planeabas saltar por el balcón? Si quieres puedo ayudarte.
-¿...Ya te aburrí?
La joven había volteado levemente. No parecía estar molesta ni triste al respecto, su mirada solo contenía curiosidad.
-¿Qué harías si dijera que sí?
Se produjo un silencio mientras el viento soplaba levemente. La joven no despegó la mirada de la sonrisa burlona del albino mientras intentaba formular una respuesta.
-Supongo... que preguntar qué debería hacer para que me dejaras vivir un poco más.
Soltó aquellas palabras sin un tono en particular. A pesar de que su pulso había empezado a acelerarse un poco.
-No entiendo por qué los humanos se aferran tanto a la vida.
-Yo tampoco lo entiendo.
-¿Ah?
El menor de los hermanos no pudo evitar mostrar confusión ante esa respuesta que provenía de alguien que hace menos de un minuto le consultaba cómo evitar que la matara. Parecía una contradicción viviente.
-¿Entonces por qué acabas de pedir lo de antes? ¿No es porque quieres vivir? ¿O acaso...? -La tomó del mentón- ¿Tanto deseas seguir recibiendo mis colmillos?
-No...- respondió mientras lo observaba con una mirada un tanto vacía- Es solo que... no quiero entristecer a cierta persona...
La única respuesta del menor fue una mirada de confusión mientras soltaba bruscamente el mentón de la joven. A veces resultaba aburrido lo escasas que eran sus reacciones.
-Que estupidez, ¿entonces morirías si no existiera esa persona?
-Sí, sin dudarlo.
-Oh, ¿entonces te esforzarás por vivir hasta que fallezca? ¿No te parece una tontería?
-Hm... Si se cumpliera otra condición sería más rápido...
-¿Ah? ¿Cuál condición?
-Pues... que me odiaran. Si mi muerte hiciera feliz a alguien... entonces moriría con gusto.
El joven guardó silencio. Por alguna razón las palabras de aquella castaña lo habían puesto de mal humor. Esta vez la agarró de los hombros y la empujó contra el balcón.
-Entonces, si te dijera que murieras en este mismo instante, ¿lo harías?
El repentino movimiento y el golpe que se había dado ante la repentina presión contra el balcón descolocaron a la joven. De repente se había vuelto incapaz de observar el jardín y ahora su visión solo podía limitarse a Subaru. A causa del viento que mecía el cabello de ambos podía alcanzar a ver ambos orbes rojos.
-¿Y qué conseguiría con eso? Yo quiero hacer feliz a alguien que me importe...
-Bueno, ciertamente a mí tampoco es como que me importe tu existencia, el que vivas o mueras me da igual. Pero mientras respires al menos servirás como comida.
Tras eso repentinamente mordió su cuello sin compasión alguna. Ante el dolor y la presión que cada vez acercaba más su cuerpo hacia el borde del balcón, haciéndola temer un escenario en el que de algún modo pudiera caerse a la joven no le quedó de otra que afirmarse de la chaqueta del vampiro que en estos momentos succionaba su sangre. Intentando contener cualquier grito mordía sus propios labios y por culpa del miedo cerraba con fuerza sus ojos.
-Jeje, incluso si tu expresión es vacía, tu sangre y cuerpo son bastante sinceros. ¿Por qué contienes tu voz? Solo será más doloroso si te contienes. Mira, tus labios están sangrando.
La pobre joven no se había dado cuenta de la brutalidad con la que había empezado a morderse. Últimamente había sido mordida varias veces y cada vez que sucedía se mordía, debió de haberse esperado que la piel de sus labios se hubiera debilitado.
-Es un desperdicio, cuando estás asustada es el único momento en el que tu sangre sabe bien- tras eso procedió a morderla en los labios.
Mientras más succionaba la joven sentía que más la empujaban contra el balcón, si intentaba apartarlo era más probable que solo consiguiera perder el balance y caerse. O que al intentar repelerlo por accidente ella terminara yendo hacia atrás y caer a falta de un punto de apoyo. Su única opción era aferrarse a él con todas sus fuerzas, a pesar de que progresivamente las iba perdiendo.
-¿En verdad crees que está bien que te relajes ahora? No quieres que "esa persona" esté triste, ¿verdad?
Tras haber dejado sus colmillos marcados en sus labios el joven vampiro procedió a remover un poco la ropa de la joven y morderla en el hombro. Al ser una zona con menos carne y sentir los colmillos chocar con el hueso la castaña no pudo evitar soltar un leve quejido antes de poder volver a morderse y tener que duplicarse el dolor actual que ya sentía en sus labios. Para colmo se empezaba a quedar sin fuerzas y lentamente empezaba a soltarse. Antes de que perdiera el conocimiento sintió como Subaru la atrajo hacia él, alejándola finalmente del borde del balcón.
-Como recompensa por soltar una bonita voz esta vez no te dejaré caer. Pero solo por ahora.
Mientras la conciencia de la joven se desvanece solo una persona cruza por su mente...
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Una Pesadilla interminable (DL OC)
FanfictionOne-shots sueltos de mi OC de Diabolik Lovers perteneciente a mi blog: https://invampirehellorheaven.tumblr.com/