Capítulo 2: ¡Es una emergencia!

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Ahí estaban ellos, arrodillados ante el pontífice, con ciertas heridas y marcas de las sogas con las que les habían amarrado las amazonas. Shion estaba que le hervía la sangre, no sabía cómo aquellos se las ingeniaban para salirse del santuario, aquello solo lo puso en alerta máxima, no sabía cuántas veces habían estado saliendo aquellos en sus narices.

-A ver –comenzó el peli verde – ¿Quién de ustedes sátrapas, pulpos chupeteadores y gorrones come cuando hay se le ocurrió estar saliendo del santuario sin avisarme? –Los susodichos solo se miraban entre ellos, pues cada uno contribuía a sus escapes -¡Hablen ya! O sino los mando a que les hagan una lavativa estomacal bien hecha y sin anestesia.

-Ya está bien –Dohko se atrevió a hablar –a mí se me ocurrió –todos se quedaban viendo entre sí en especial Milo, pues él era el responsable de esa noche –yo les dije a los muchachos que saliéramos porque quería comprar unos dulces artesanales que por cierto ¡te comiste! ¡Y que eran míos! –Shion solo desvió su mirada, era cierto los dulces que había encontrado en libra eran de su buen amigo Dohko de libra –así que, puedes castigarme a mí y no a ellos, yo los amenace para que fueran conmigo.

-Bueno está bien –hablo Shion –en vista que Dohko es tan inteligente para someterse a un castigo, pueden retirarse y tu Dohko –mira a Dohko –por esto que has hecho te encargaras de limpiar todo el día de mañana este salón y nada –mira a los otros –de salir, se los advierto, si me llego a enterar que se escaparon todos ustedes los 12 caballeros dorados y Kanon –les mira –les aseguro que les ira como en feria, ahora váyanse de aquí –y sin más ni menos los susodichos se habían retirado, Shion definitivamente estaba preocupado ahora si lo estaba y mucho.

Mientras tanto cuesta abajo, los caballeros iban intrigados por lo que el caballero libra había hecho, se había culpado de todo para salvarles el pellejo, sin embargo sospechaban de que este quería algo a cambio.

-Maestro –hablo Aioria -¿Por qué se culpó? Si el que creo todo el asunto fue Milo

-Sencillo –respondió –el idiota de Shion iba a castigarnos a todos en limpiar su mugroso templo –los chicos asintieron –y me eche la culpa porque así me la desquito más fácil por ello mismo –les mira.

-Ya sabía que nosotros nos íbamos a ir en la colada –hablo Deathmask -¿Qué quiere que hagamos?

-Quiero que vayan a sus casas –comenzó –y busquen las pinturas que tenían para pintar sus aposentos y tu –mira a Milo –quiero que vayas donde Mu y le quites sus lociones yo se lo que hago.

Japón

Las cosas no andaban bien para la diosa Athena, había mandado a Tatsumi a comprar todo lo necesario para resguardarse en su mansión, no sin antes hablar con los caballeros que vivían con ella.

-A ver chicos les tengo una noticia que supongo que no ha visto –los cinco caballeros negaron con sus cabezas, ellos desconocían cualquier cosa en esos momentos –bueno, como verán no hay mucha gente en las calles.

-Pues si –hablo Hyoga –no hay dinero para salir y eso que se acerca navidad.

-Como sea –continuo la diosa, desde hoy queda estrictamente prohibido salir de aquí –los caballeros la miraron con mucha extrañes –y eso va para ti Seiya es más mande a Tatsumi que trajera todas tus cosas para acá.

-¡Que! –Seiya no sabía porque la diosa se había atrevido a hacer eso -¡Qué demonios te pasa! Saori esto es ilógico digo, sé que hay que salvarte pero por Dios mandarme a vivir aquí.

-De seguro lo dices porque ya no te podrás dar tus escapadas como usualmente lo haces –respondió el caballero fénix para luego reír con ganas.

-¡Cállate Ikki! –Reclamo el caballero Pegaso -¿Por qué demonios me tengo que quedar aquí y porque demonios no podemos salir?

-Podrías dejar de mencionar a esas cosas Seiya –dijo la diosa de brazos cruzados –lo hago para protegernos de un virus que anda suelto.

-Ay no –Shiryu ya había recordado un poco de lo que estaba haciendo Saori, ya había escuchado acerca de un extraño virus llamado "Coronavirus" –no me digas que es acerca de ese virus del que todos hablan y que ya ha matado a muchas personas en todo el mundo –los presentes lo vieron con sorpresa y con terror –Me imagine que de eso hablaban...

-Eso que dijo Shiryu es lo que quería decirles –ya los caballeros habían captado todo aquello –y por eso mismo mande a Tatsumi a comprar provisiones, medicamentos, mascarillas, geles de manos y mucho cloro tanto para acá como para el Orfanato.

-Pero ¿y si queremos hacer algún mandado? ¿Ir al banco? –Pregunto Shun inocentemente –porque algunas cosas se deben hacer presencial.

-En lo elemental mi querido Shun –respondió la diosa –pueden hacer sus transacciones y pagos lo que sea vía banca electrónica y cosas así, no dejare que nadie se infecte de eso y por ello mismo nadie entra y nadie sale, así que ustedes Miho y Shunrei y yo junto Tatsumi nos quedaremos en esta mansión hasta que hallen una cura o lo que sea.

-Que se me hace que ya nos quedaremos aquí de por vida –hablo el fénix sentándose en un sofá cercano a el –lo que no quiero imaginar es como lo estarán pasando en el santuario, supongo que bien y como están alejados no creo que pase nada.

Santuario

La bella tranquilidad de aquel lugar se mantenía, pese a todo lo que Dohko iba hacer, Shion descansaba cómodamente en su cama, con la idea de que nada malo podía pasar, no tenía intenciones de levantarse y quería disfrutar aquella paz que solo sería fugaz.

Dohko limpiaba una que otras cosas que se encontraba en el lugar, mientras esperaba que los otros llegaran con lo que les había pedido. Había mucho polvo en todos lados ahora comprendía por que Shion le puso a limpiar todo aquel lugar. Tras unos minutos, sus cómplices llegaron con lo que les pido.

-Bien aquí esta –dijo Aioria para entregar junto a los otros lo que el caballero les había pedido – ¿Dónde lo ponemos?

-Hay por ahí –dijo Dohko –tíralas por ahí –Aioria solo acato las ordenes y lanzo los objetos en un mueble lleno de polvo causando que este se soltara y afectara a los demás causándoles estornudos –Dios...Aioria ¡Achu! Como ¡Achu! Te dije que las pusieras ahí ¡Achu!

-Yo solo seguí ordenes... ¡Achu! –Estornudaba a más no poder -¡Achu! Así que ¡Achu! No me culpe ¡Achu! –todo aquel concierto de estornudos era tan fuerte, que llego a oídos del Patriarca Shion, alarmándole y saliendo directamente donde provenían los ruidos no sin antes tomar su mascarilla, gel, guantes y otras cosas más.

-¡Que pasa aquí! –dijo viendo a todos sus gorrones quiero decir a sus chicos acompañando a su buen amigo quien seguía estornudando.

-No es lo que parece ¡Achu! –Aquello fue suficiente para que Shion le echará Lysol -¡Oye que demonios te pasa!

-¡Aléjense de mí! ¡Guardias! ¡Tráiganme a los otros gorrones! ¡Es una emergencia! –dijo Shion de manera des frenada, desde ese momento sabía que las medidas serían nuevas y que a ellos no les gustaría pero... ¡Hombre los habían revivido! ¡No permitiría que volviesen a la tumba! ¡No señor! ¡Esto es una emergencia seria!

Continuara...

Cuarentena DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora